ATILA: ¿AZOTARÁ SUS ENSEÑANZAS PARA NUESTROS LÍDERES DE HOY EN DIA?
Enviado por Tenny Nuñez Del Prado Altamirano • 2 de Marzo de 2016 • Ensayo • 1.627 Palabras (7 Páginas) • 192 Visitas
ATILA: ¿AZOTARÁ SUS ENSEÑANZAS PARA NUESTROS LÍDERES DE HOY EN DIA?
Desde el comienzo del libro, las notas del autor nos demuestran que la perseverancia y trabajo en equipo es uno de los factores que nos permitirán lograr el éxito. “Los Secretos de Atila” es uno de los libros más completos en materia de liderazgo; recapacitando en la forma correcta de cómo una buena organización basada en jerarquías y la distribución de autoridad y apropiadamente sustentadas en valores y principios, pueden ser fundamentales para el logro de nuestros objetivos de la organización, de la manera en que las experiencias de Atila le demostró cómo lograrlo.
Atila, fue el más célebre de los reyes hunos. Nació en el año 395 y murió en el 453 D.C. Las campañas que realizó contra los romanos son consideradas como el inicio del fin del Imperio Romano. Fue por muchos años considerado como uno de los personajes más controversiales de la historia, sin embargo, luego de profundizar en el estudio de su vida y de las enseñanzas que ha dejado, se puede establecer que fue un hombre diferente (como tú y yo) que llego a ser un gran guerrero, un rey justo y un gran líder para su pueblo.
Y a pesar de ser considerados los Hunos como una tribu de bárbaros, Atila tuvo la habilidad y el conocimiento que adquirió en la corte romana de Honorio, al ser llevado en calidad de rehén cuando el Rey Rodas (su tío) lo ofreció en esa condición a los 12 años de edad. Y al término de su condena, Atila inició su ascenso al poder dedicándose a renovar y desarrollar sus relaciones con los jefes tribales hunos. Llegó a convertirse en rey unificando todas las tribus, construyendo la nación de los hunos. Y aunque imponía su poder, demostró siempre mucha humildad, comía y bebía con utensilios de madera, ocupaba un trono de madera en un palacio también hecho de madera y usaba una túnica de pieles negras; gozando de esta manera una alta consideración y lealtad por la justicia que infundía en sus acciones diarias.
Si bien las cualidades de liderazgo son propias de la personalidad de cada persona, se puede desarrollar este potencial personal. De acuerdo a las enseñanzas de Atila, es esencial que se inculque en los jóvenes las cualidades necesarias para que cuando llegue el momento de asumir las responsabilidades de un cargo, sepan hacerlo. Asimismo, los líderes deben demostrar en todos los niveles pericia, habilidad y actitud adecuada que les permitan desempeñar con éxito las responsabilidades propias de su cargo. De la misma manera, es necesario que cuenten con las cualidades necesarias que les permitan demostrar en todo momento un excelente desempeño en los cargos asignados, como las de: lealtad, valor, deseo, resistencia emocional y física, comprensión, decisión, anticipación, oportunidad, espíritu de victoria, seguridad de sí mismo, tacto, responsabilidad, credibilidad, tenacidad, fiabilidad y organización. Estas cualidades sumadas con la experiencia serán las claves para asegurar el disponer de excelentes líderes.
Atila, nos enseña que el líder debe estar dispuesto a asumir las responsabilidades y buscar lograr en sus subordinados unidad de acción. Los líderes deben ser perseverantes y ambiciosos, demostrando en todo momento sabiduría, sinceridad, benevolencia, autoridad y valentía. Todo aquel que aspire a convertirse en líder, debe aprender, adaptarse y adherirse a las costumbres de la organización a la que desea liderar; es por ello que a todos debe guiarlos el mismo propósito, y tener en cuenta que cuando se establecen métodos, estos deben ser enseñados a toda la organización para que entienda lo que se espera de ellos en cada situación. Es posible modificar las costumbres de la organización, siempre que dicha acción fortalezca su posición, sin cambiar aquellas costumbres que son claves para el éxito de la organización. Asimismo, la moral y la disciplina son fundamentales para el cumplimiento de los objetivos y la unidad de la organización. Atila señala que la disciplina es la fuerza que guía a todos a cumplir los objetivos trazados y que produce la moral.
De la misma manera, para desarrollar todo el potencial de los líderes, se debe integrar a todo el personal de la organización y experimentar la satisfacción qué se siente al saberse parte de ella. Su valía dependerá exclusivamente de su deseo de dar su apoyo, en cualquier situación, a todas las metas que se haya trazado. Se debe inculcar en la organización el sentido de la justicia y el respeto a las políticas de la misma.
También, el respeto y la cortesía son importantes dentro de la organización. Los líderes deben inspirar respeto; pero si la deferencia nace del temor, ésta se traduce en desgana y resistencia pasiva a la autoridad y a los objetivos de la organización. La auténtica deferencia, el respeto verdadero, se traducen en una lealtad inquebrantable, en una organización animosa y deseosa de seguir a su líder. Atila nos muestra lo importante que es para un líder el infundir respeto entre sus subordinados así como respetar al personal bajo su mando. Es por ello, que cuando el líder destaque en determinadas ocasiones, no debe demostrar superioridad sobre aquellos a los que dirige, porque puede resultar ofensivo para ellos. No basta con ser humilde, sino demostrarlo en sus actos e inculcarlo.
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