AURA
Enviado por maferm • 8 de Enero de 2014 • Síntesis • 1.751 Palabras (8 Páginas) • 229 Visitas
Bueno al principio este libro si esta entendible, pero al ir siguiendo la lectura, ya casi en la parte final se convierte un poco confuso y no pude entenderle muy bien, o creo que logré solo entender un poco de lo que realmente el autor quiere dar a entender. Este libro trata de una mujer de edad avanzada que por medio del periódico está en busca algún historiador joven para que termine y publique las memorias que ha escrito su difunto esposo el general Llorente, se requiere que este historiador joven cuente con conocimiento de la lengua francesa y esté dispuesto a vivir en casa de esta mujer de nombre Consuelo para que ella esté al tanto de cómo va progresando el trabajo, si el historiador ha vivido en Francia es mejor aún, la señora Consuelo quiere que se lean las memorias del general, así como también que reescriban y terminen estas memorias, ya que ha sido su último deseo y como ella piensa que le queda poco tiempo de vida pues le urge, así que ofrece la cantidad de cuatro mil pesos mensuales. Felipe Montero el nombre del historiador joven interesado en el anuncio, por primera vez lo leyó en un cafetín barato pero hizo caso omiso de éste, al segundo día mientras desayunaba en el mismo lugar y leía el periódico volvió a leer el anuncio pero un día anterior decía tres mil pesos y al segundo día decía cuatro mil pesos. Se sorprendió porque de un día al otro subió, tratando de memorizar la dirección donde debía ir y releyendo la cifra se decidió a ir. Por fin llegó al lugar; era un callejón viejo donde se podía notar como habían ya cambiado de número algunas casas y negocios que quedaban, el mismo Felipe Montero ni siquiera tenía idea de que alguna persona pudiera vivir allí. Al encontrar el número 815 de la calle Donceles, cuando estuvo frente a esa casa oscura y sin vida sostuvo la manija de cobre en forma de una cabeza de perro y tocó la puerta, pero fue inútil porque nadie le contestó, entonces decidió empujar la puerta y casi al taco, la puerta se abrió. Cuando entró a la casa, primero pasó como un tipo patio donde se podía percibir el olor a humedad de las paredes y olor a piedra mojada, a hierba podrida. Una vez dentro de la casa se dio cuenta que estaba totalmente oscura así que hizo el intento de prender un cerillo el cual no pudo prender, porque una voz aguda le dijo que no lo hiciera de favor, que contara trece pasos hacia adelante y después a la derecha encontraría la escalera y son veintidós escalones, Felipe Montero iba repitiendo trece…
derecha… veintidós. Ya estando en el segundo piso se encuentra con una puerta que huele a pino viejo, busca alguna manija para abrirla pero no la hay, decide por empujarla. Y dice Señora, señora porque recuerda una voz de mujer, la mujer le dice ahora a la izquierda, solo empuja la puerta y como el resto de la casa, esa habitación no es la excepción, ya que también está a oscuras. Se acerca a la cama donde se encuentra la mujer y comienzan una pequeña charla donde la señora le explica detalladamente lo que debe hacer y el muchacho inseguro con sus preguntas, al fin acepta quedarse a dormir con ella y su compañera Aura, la sobrina de la señora Consuelo, de repente Felipe escucha una voz suave detrás de él, no logra ver muy bien a la muchacha, solo le ve el rostro ya que estaba muy junto de él, la señora Consuela los presenta y Aura se dirige a enseñarle cual será la habitación del joven, él quedó impresionado con la belleza de la joven, sus ojos verdes y su cabello negro. Cuando la joven lo deja en su habitación acto seguido le dice que en una hora estará lista la cena, mientras tanto Felipe Montero observa su nueva habitación y prueba la blandura del cual será su colchón mientras termina su trabajo, se lava la cara, fuma un cigarrillo, ve el reloj, y se dirige al comedor. Donde Aura lo estará esperando, mientras ella sirve la cena, él llena de vino los vasos y comen en un profundo silencio, cuando él le dice que tiene que salir a buscar cosas que tiene en donde vivía, ella le responde que no se preocupe porque el criado ya había ido a buscarlas, y el joven dice se me olvidaba que hay un cajón con llave y que debía ir, Aura le dice algo como en forma de reproche y el joven confundido le dice que no urge y le ofrece el llavero donde estará la pequeña llave colgando, ella se aparta y no lo toma, entonces siguen comiendo, la muchacha le advierte que la señora Consuela lo esperaba después de la cena, de repente el se pone de pie detrás de la silla donde Aura esta comiendo y le ofrece de nuevo el llavero, cuando ella lo agarra le dice gracias y sale rápido del comedor. La señora le confía la llave del baúl donde tiene los papeles del general Llorente y le dice cual exactamente debe tomar, el muchacho esa misma noche los lee, y duerme, duerme sin soñar algo y al otro día
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