Abstinencia Al Tabaco
Enviado por lelelelele1234 • 22 de Abril de 2014 • 1.930 Palabras (8 Páginas) • 313 Visitas
¿Qué es el síndrome de abstinencia?
¿Cuáles son los síntomas de abstinencia al tabaco?
Cada fumador experimenta diferentes síndromes de abstinencia, pero a continuación se encuentra una lista de síntomas que son comunes.
• Tristeza y letargo
• Dificultad para dormir
• Mal humor, nerviosismo e irritación
• Falta de concentración y dificultad para pensar con claridad
• Ansiedad y nerviosismo
• Presión baja
• Apetito excesivo, aumento de peso
Cuando se deja de fumar, el cuerpo tiene que ajustarse a la falta de nicotina en el sistema. El síndrome de abstinencia significa que el cuerpo se está ajustando a la falta de nicotina. Para la mayoría de las personas, los síntomas más graves pueden durar solamente desde unos días hasta un par de semanas, pero las ansias de tabaco pueden durar más.
Beneficios de someterse a la abstinencia del tabaco
Los principales beneficios de dejar de fumar es que el ex fumador siente un control sobre su vida ya que ni necesita fumar ni buscar lugares donde poder fumar o no molestar a otras personas con el humo. No desprende un olor a tabaco que en muchas ocasiones penetra en la ropa y puede desagradar a otras personas, de esta manera también pueden saborear mejor las comidas ya que la boca no les sabe a tabaco. Están sometidos a menos estrés que era producido por no tener cigarrillos a mano o también, por tener que preocuparse por su salud. Ahorran económicamente ya que no se tienen que gastar dinero en comprar tabaco. Y por último, se ven mejor ya que su piel se ve más saludable y tienen más energía.
¿Qué contiene el tabaco para que produzca el síndrome de abstinencia?
El humo procedente del la combustión del tabaco está compuesto por unas 4.000 sustancias diferentes, 69 de ellas altamente tóxicas y cancerígenas.
Nicotina: responsable de la dependencia física del fumador
Al inhalar el humo del tabaco, la nicotina se absorbe muy rápidamente tanto en la boca como en los pulmones, desde donde pasa al aparato circulatorio distribuyéndose por todo el organismo.
En 7 segundos llega al cerebro donde se une a los llamados receptores nicotínicos, produciendo un efecto placentero y gratificante para el fumador. Este es el mecanismo que desencadena la aparición de la dependencia del tabaco. Debido a esto, cuando un fumador deja de fumar, aparece el síndrome de abstinencia. La nicotina por tanto, es la responsable de la adicción y el mantenimiento del hábito tabáquico.
En 20 segundos llega a las zonas más distantes de las extremidades inferiores. No existe ninguna otra droga que llegue con tanta rapidez al sistema nervioso: el máximo efecto en el menor tiempo.
La nicotina produce una serie de efectos en el organismo entre los que destacan:
• Incremento de la tensión arterial.
• Incremento de la frecuencia cardiaca (taquicardia).
• Incremento de la glucemia (azúcar en sangre).
• Incremento del movimiento intestinal.
El fumador ingiere entre 1 y 2 mg de nicotina por cigarrillo. En dosis altas (40-60 mg) causa la muerte en pocos minutos debido a un fallo respiratorio.
Monóxido de carbono: menos oxígeno para el fumador
El monóxido de carbono o CO es un gas tóxico que se desprende en la combustión del tabaco. En el caso de los cigarrillos la concentración de CO es mayor que cuando se utiliza puro o pipa, ya que al CO producido por la combustión del tabaco hay que añadir el producido por la combustión de su papel de envoltura.
El CO se absorbe a nivel de los pulmones y pasa rápidamente al aparato circulatorio. Cuando llega a la sangre, se une a la hemoglobina sustituyendo al oxígeno. Esto hace que la sangre de las personas fumadoras esté menos oxigenada (hipoxemia), que la de las no fumadoras, y como consecuencia, que los diferentes tejidos y órganos del cuerpo estén menos oxigenados (hipoxia).
Cuando los órganos nos están bien oxigenados se produce en la pared de las arterias, depósitos de grasa, y a nivel del corazón todo esto se traduce en la aparición de angina de pecho (dolor opresivo en el pecho por disminución de la irrigación del músculo cardiaco), e infarto de miocardio (muerte de las células de una zona del músculo cardiaco).
Agentes cancerígenos
Son los responsables de la formación de los procesos cancerígenos en distintas localizaciones (pulmón, laringe, cavidad oral, vejiga, riñón, etc.). En los componentes del tabaco se han detectado al menos 69 cancerígenos.
Los agentes cancerígenos del tabaco actúan en las diferentes fases del proceso de transformación de las células normales en cancerosas.
¿En qué medida puede llegar a afectar el tabaco a una persona?
Punto de vista laboral
Además de los riesgos que por sí sólo produce para la salud, el tabaco potencia los riesgos laborales, corno lo demuestra el hecho de que los trabajadores que fuman presentan un índice de frecuencia de accidentes y enfermedades profesionales mucho más elevado que los que no fuman.
Es sabido que el hábito de fumar potencia el efecto de ciertos contaminantes presentes en el ambiente de trabajo.
Por ejemplo, el tabaco ejerce un claro sinergismo con el asbesto en la aparición del carcinoma pulmonar, que es mucho más frecuente entre los fumadores.
El "rito" que conlleva el acto de fumar también puede ser causa potencial de accidente, como consecuencia de una distracción al encender un cigarrillo, tener la mano ocupada en sujetarlo, una irritación ocular momentánea provocada por el humo, un acceso de tos, o la disminución de la capacidad de atención debido a la disminución del contenido de oxígeno en la sangre que el tabaco ocasiona.
A esto cabría medir el riesgo de incendio y explosión que supone fumar en lugares donde se utilicen sustancias inflamables.
Todo lo apuntado hasta aquí viene confirmado por el hecho de que, según varios estudios realizados en distintos países, la tasa de ausentismo laboral es sensiblemente superior entre los trabajadores que fuman, sobre todo en los de edad superior a 35 años. Otro dato importante
...