Acerca De Las Universidades
Enviado por Muymuylejano • 9 de Julio de 2012 • 874 Palabras (4 Páginas) • 631 Visitas
Las universidades suelen dar gran importancia a las escuelas profesionales.
Las profesiones son, sin duda, las grandes unidades que confieren a la enseñanza superior su estructura diferenciada y orgánica. El ingreso a una facultad significa la decisión de inscribir la vida en el marco institucional de una profesión que dará para siempre a quienes la siguen una fisonomía peculiar, un estilo inconfundible. Las profesiones “imprimen carácter” a quienes las desempeñan. El “espíritu de cuerpo” es una de las notas distintivas de la actividad profesional. Claro está que la consagración a dicha actividad es más real en unas que en otras profesiones. En todo caso, es evidente que la universidad no puede mantenerse ajena a esta necesaria integración de cada cuerpo profesional, que ya debe constituir una realidad viva y manifiesta en la comunidad específica formada por cada facultad. De tal modo se constituye, en la pluralidad de los saberes y las aptitudes, la realidad unitaria y múltiple a la vez de la institución universitaria (Jorge Siles Salinas, La universidad y las profesiones, en la Universidad y el bien común, 1972, pág. 23).
Son los profesionales quienes suelen conducir la sociedad, por lo que su cultura general resulta imprescindible.
La sociedad necesita buenos profesionales –jueces, médicos, ingenieros- y por eso está ahí la universidad con su enseñanza profesional. Pero necesita antes que eso y más que eso asegurar la capacidad en otro género de profesión: la de mandar. En toda sociedad manda alguien –grupo o clase, pocos o muchos-. Y por mandar no entiendo tanto el ejercicio jurídico de una autoridad como la presión e influjo difusos sobre el cuerpo social. Hoy mandan en las sociedades europeas las clases burguesas, la mayoría de cuyos individuos es profesional. Importa, pues, mucho a aquéllas que estos profesionales, aparte de su especial profesión, sean capaces de vivir e influir vitalmente según la altura de los tiempos. Por eso es ineludible crear de nuevo en la universidad la enseñanza de la cultura o sistema de las ideas vivas que el tiempo posee. Esa es la tarea universitaria radical. Eso tiene que ser antes y más que ninguna otra cosa la universidad (José Ortega y Gasset, Misión de la universidad, 1982, págs. 37-8).
Pero la correcta formación de profesionales puede verse dificultada por dos grandes obstáculos: una escasa preparación previa a la universidad y un gran apuro por entregarlos a la vida laboral.
Muchas veces se ha intentado en los últimos años, en este y otros lugares del planeta, el diagnóstico y la crítica de la universidad. Los síntomas de sus males ya no se ocultan a nadie y hasta se exhiben con impudicia. No es el momento de repetirlo, uno por uno otra vez. Pero quisiera decir cuán difícil resulta hoy en Chile situar a la universidad en su quicio,
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