Actividades Creativas De Lectura Expresiva En Secundaria
Enviado por yenypg • 31 de Octubre de 2011 • 3.368 Palabras (14 Páginas) • 2.550 Visitas
actividades creativas de lectura expresiva en Secundaria
Según la autora, las actividades de lectura expresiva en Secundaria son necesarias porque muestran al alumno la parte lúdica del lenguaje y favorecen su capacidad de exposición. Tales actividades deben realizarse de manera continua y en un ambiente que permita superar las inhibiciones de los adolescentes ante la lectura en voz alta. En el artículo se incluye un listado de propuestas para trabajar la articulación, la vocalización, la entonación, la recitación de poemas y la lectura de cuentos, entre otras muchas sugerencias.
Por Pilar Núñez Delgado
Profesora
Didáctica de la Lengua y la Literatura
Universidad de Granada.
Qué entendemos por lectura expresiva
La lectura expresiva es aquella cuyo objetivo primordial es reproducir con nuestra voz –y con el lenguaje corporal que suele acompañarla– toda la «expresividad» de un texto: las emociones que el autor o la autora han puesto en él, las imágenes que contiene, la textura de las palabras, la cadencia con que se cuenta una historia o las variaciones de intensidad con que se expone una reflexión, etc. La entendemos, pues, en un sentido amplio, que incluye, además de la lectura «enfática» de textos literarios, la lectura en voz alta de cualquier tipo de texto con arreglo a unos parámetros de expresividad determinados por el contenido, la forma y el género del propio discurso1.
Valor educativo de las actividades de lectura expresiva
Las actividades de lectura expresiva, por su riqueza de posibilidades educativas, deberían tener una presencia constante en las aulas de todas las etapas. Sin embargo, más allá de la Educación Infantil o del primer ciclo de la Primaria, y conforme vamos ascendiendo niveles, se convierten cada vez más en esporádicas.
La práctica de este tipo de lectura posee una doble dimensión estética y funcional: sirve ante todo para acercar a los alumnos y a las alumnas a ese componente lúdico y estético del lenguaje cuyo disfrute conforma la base de la afición lectora y de la educación literaria misma. Pero no hemos de olvidar tampoco su contribución al desarrollo de la competencia discursiva –en tanto mejora las capacidades de comprensión lectora, de escucha, de expresión oral, de integración de códigos distintos en la elaboración y recepción de mensajes, etc.– y de aspectos como los siguientes:
• La fluidez y la eficacia lectoras por medio del trabajo sobre las pausas, los signos de puntuación, la entonación, la vocalización, etc.
• El conocimiento de nuevos textos y de formas distintas de acercarse a ellos, impregnándolos con las vivencias propias.
• La práctica de nuevas posibilidades comunicativas combinando códigos distintos.
• La captación y disfrute de efectos derivados de la explotación estilística de la lengua.
• La toma de conciencia de la seducción que la palabra hablada y la voz humana ejercen en las personas desde la infancia y de las repercusiones que esto tiene en distintos ámbitos.
• La valoración de los elementos personales, sociales, geográficos que se reflejan en nuestra forma de hablar (y de leer) como parte esencial de nuestras identidades individuales y colectivas, fomentando así el respeto por todas las variedades de uso.
• El desarrollo de la creatividad y la afectividad.
• Actitudes de respeto y atención al escuchar, esforzándose por comprender a los demás.
• La superación de la timidez y la inhibición y el logro de un clima de confianza en el aula.
• La colaboración con las compañeras y los compañeros en el desarrollo de tareas, lo cual supone debatir, negociar, empatizar, aceptar críticas y correcciones, etc.
Algunas pautas para las aulas de Secundaria
Este listado de objetivos muestra que, si las actividades de lectura expresiva se utilizan únicamente para rellenar esos momentos en los que (por falta de tiempo o por cansancio) no resulta adecuado iniciar contenidos nuevos del programa, estamos desperdiciando muchas posibilidades. Para sacar el máximo partido de estas prácticas consideraremos pautas como las siguientes:
1. Continuidad. Deben ocupar al menos diez o quince minutos de la sesión de clase y realizarse un par de veces a la semana (Galera, 1998), pues así cansan menos que en sesiones monográficas, las cuales se reservarán para proyectos de trabajo que lo requieran (lecturas dramatizadas, recitales poéticos…).
2. Sistematicidad para consolidar la fluidez, la comprensión y el disfrute lectores. Se hará mediante la preparación detallada de cada lectura, determinando los objetivos que se pretende cubrir y los criterios de evaluación que se aplicarán. Es conveniente graduar la actividad en tres fases:
• Antes de leer
• Presentación del texto y del autor. Motivos de su elección.
• Objetivos de la lectura: ¿para qué vamos a leer este texto?
• Activación de los conocimientos previos: ¿sabemos algo de este autor?, ¿hemos leído textos similares a éste?, etc.
• Durante la lectura
• Primera lectura superficial para tomar contacto con el texto.
• Lecturas sucesivas para garantizar la comprensión: aclarar dudas de vocabulario, captar las ideas que expone el texto, los sentimientos y pensamientos que nos evoca, el ritmo que requiere, la cadencia, la entonación. «Anotar» el texto para entenderlo y para hacerlo propio, de modo que la lectura sea sentida y suene sincera.
• Ensayos para ajustar todos los elementos: tono, vocalización, pausas-signos de puntuación, velocidad, etc.
• Lectura final. El que lee debe reflejar la seducción que las palabras ejercen en él o ella y sabérsela transmitir al auditorio.
• Después de la lectura
• Reflexión sobre las dificultades encontradas.
• Comentario sobre lo que ha sugerido a cada persona, qué han sentido los lectores y los oyentes, qué piensan que sintió el autor, etc.
• Propuestas para profundizar en otras obras del autor, o en el mismo tema con textos de otros escritores, etc.
3. Selección cuidadosa de textos. Variados (en tono, léxico, registro, épocas, tipo, etc.), motivadores, ajustados a las capacidades de los alumnos, que den pie a otras actividades escritas y orales, que despierten el interés por ampliar información sobre ellos... La literatura de tradición oral, por su sencillez, su musicalidad y por el hecho de que forma parte del entorno más cercano de los alumnos y las alumnas, ocupará un lugar destacado. Éstos aportarán también textos y autores, en cuya búsqueda los orientará el profesor o la profesora.
4. Sonoteca variada que proporcione ejemplos, e incluso modelos, de
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