Administracion De Personal

. - Investigar y analizar sobre la Inteligencia Emocional indicadas en el libro de Daniel Goleman “Inteligencia Emocional en las Empresas” y relacionarlas con otras fuentes, enumerando las conclusiones de su análisis.

1. No es necesario tener un alto coeficiente intelectual para triunfar en el ámbito profesional, para competir o desarrollar con eficacia y eficiencia una empresa. Requerimos de un adecuado control emocional que permite tener una buena interacción armoniosa en nuestro laboral tanto con nuestros empleados, colegas, socios, proveedores, clientes, etc.

2. Las preocupaciones, tenciones y cambios modernos así como la globalización, el mundo competitivo, la exigente capacitación profesional, el transcurrir del tiempo, etc. Son situaciones que alteran el estado emocional de la mayoría de las personas consideradas en su estado normal, que las conlleva al límite de sus capacidades físicas y psíquicas teniendo como resultado un desequilibrio emocional.

3. Las emociones descontroladas pueden convertir al más inteligente en una persona torpe. Según estudios realizados hay una tendencia mundial en la demanda de recursos humanos que valora la capacidad de interrelación, así como la capacitación técnica.

4. El sistema educativo que tenemos, se basa en las habilidades cognitivas, pero cuando se trata de adquirir aptitudes emocionales, se vuelve deficiente.

5. Cuando se trata de adquirir habilidades intelectuales, el ambiente educativo se torna adecuado, por ejemplo para dominar un concepto basta con leerlo o escucharlo una vez.

6. Así pues, podemos enseñar efectivamente el pensamiento estratégico de marketing, administración de personal, u otros temas, sin tener contacto con los problemas laborales. Pero en el caso de la Inteligencia Emocional no hay posibilidades de entrenarse o capacitarse en el tema es algo psíquico.

7. Las emociones desempeñan un papel importante en el ámbito laboral. De la ira al entusiasmo, de la frustración a la satisfacción, de la tensión al relajamiento, cada día nos enfrentamos a emociones propias y ajenas. Lo recomendable es tratarlos en forma inteligente, para que trabajen en beneficio propio, de modo que nos ayuden a controlar nuestra conducta y nuestros pensamientos en beneficio de mejores resultados.

8. Por otro lado, tanto el trabajo como el aprendizaje son sociales. Las organizaciones son “redes de participación”. Para lograr un desempeño efectivo en los trabajadores lo ideal es brindarles entusiasmo y compromiso, dos cualidades que las organizaciones pueden crear, pero no imponer.

9. En ese sentido, las facultades de la Inteligencia Emocional son sinérgicas con las cognitivas; los trabajadores excelentes poseen las dos. Cuanto más complejo es el trabajo, más importante es la Inteligencia Emocional, aunque sólo sea porque la deficiencia en estas facultades puede dificultar la aplicación de

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