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Enviado por Danonima • 13 de Marzo de 2014 • 304 Palabras (2 Páginas) • 192 Visitas
Babilonia sea la ciudad más rica del mundo, y eso significa que debe haber muchos hombres ricos. Tenemos que enseñar a toda la población cómo puede conseguir riquezas. Dime, Arkad, ¿existe un secreto para hacerlo? ¿Puede ser transmitido? -Es una cuestión práctica, Vuestra Majestad. Todo lo que sabe un hombre puede ser enseñado. -Arkad -los ojos del rey brillaban-, has dicho justamente las palabras que deseaba oír. ¿Te ofrecerías para esa gran causa? ¿Enseñarías tu ciencia a un grupo de maestros? Cada uno de ellos podría enseñar a otros hasta que hubiera un número suficiente de educadores para instruir a todos los súbditos capacitados de mi reino. -Soy vuestro humilde servidor -dijo Arkad con una reverencia-. Compartiré gustoso toda la ciencia que pueda poseer por el bienestar de mis conciudadanos y la gloria de mi rey. Haced que vuestro buen canciller me organice una clase de cien hombres y yo les enseñaré las siete maneras que han permitido que mi fortuna floreciera cuando no había en Babilonia bolsa más vacía que la mía. Dos semanas más tarde, las cien personas elegidas estaban en la gran sala del templo del Conocimiento del rey, estaban sentados en coloreadas alfombras y formaban un semicírculo. Arkad se sentó junto a un pequeño taburete en el que humeaba una lámpara sagrada que desprendía un olor extraño y agradable. -Mira al hombre más rico de Babilonia, no es diferente de nosotros -susurró un estudiante al oído de su vecino cuando se levantó Arkad. -Como leal súbdito de nuestro rey -empezó Arkad-, me encuentro ante vosotros para servirle. Me ha pedido que os transmita mi saber, ya que yo fui, en un tiempo, un joven pobre que deseaba ardientemente poseer riquezas y encontré el modo de conseguirlas. Empecé de la manera más humilde, no tenía más dinero que vosotros para gozar
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