Administración Estratégica

Introducción:

Debido a los cambios acelerados sufridos en el mercado y la globalización, sean impuesto nuevas reglas que han centralizado parte de la riqueza de las empresas en el recurso humano. Por tanto, el posicionamiento de la mujer también ha experimentado cambios, cada vez se reconoce más su fuerza laboral en puestos de alta gerencia. Sus niveles de educación y la brecha de ingresos entre hombres y mujeres se han ido disminuyendo de manera acelerada en los últimos años. En Colombia, este inminente ascenso de las mujeres ha sido también producto de los esfuerzos de varias empresas por corregir los sesgos contra la paridad en altos cargos de liderazgo y de la llamada ley de cuotas del año 2000, la cual reglamenta la participación femenina en por lo menos en un 30% de los cargos de alta dirección del Estado [1].

Desarrollo y análisis:

En las organizaciones modernas se abre campo para las mujeres que aplican el liderazgo femenino, porque el gerente exitoso no es el que se encasilla en las reglas, sino el que emprende nuevos proyectos y estimula los demás a hacerlo. Las investigaciones demuestran que aquellas personas que movilizan e inspiran con alta confianza en sí mismas son las que logran los mejores resultados. Los autoritarios y coercitivos, en cambio, quedaron atrás en la escala del impacto organizacional. Ganan las personas flexibles, amigables, abiertas, que dan espacio a la opinión de otros y establecen relaciones creando ambientes favorables para el enriquecimiento de la organización y de las personas que forman parte de ella. “El gerente exitoso ya no es el que dirige con base en un organigrama establecido, sino el que sale de él” porque así como lo afirma Goleman son los estilos del gerente visionario, democrático y afiliativo los que tienen el mayor impacto positivo sobre las organizaciones [2].

En otras palabras, el liderazgo femenino es el que se está imponiendo, ya no es raro ver mujeres ejecutivas en todos los niveles y aunque están en menor proporción que los hombres, tampoco es raro encontrar una mujer a cargo de una gran empresa como IBM o el Banco Santander, o en un Ministerio. Tal es el caso de la Sylvia Escovar (Presidente de Terpel Colombia), quién es considerada una de las diez cabezas líderes de las empresas más grandes del sector privado colombiano. El reto de la única mujer en la lista de los más exitosos es mejorar el servicio al cliente y hacer que los colombianos los prefieran. Sylvia llegó a la presidencia de esta compañía dedicada a la comercialización de combustible, después de haber sido durante cinco años la vicepresidente Comercial. En Terpel lleva diez años. Anteriormente fue la secretaria de Hacienda de Antanas Mockus en su primer gobierno [3].

En Chile, en el mundo público, resalta la figura de Michelle Bachelet una ex presidenta de la república, , desde el año 2006 al 2010 y ex representante de ONU mujeres desde el 2010 al 2013. Y que a una semana de una nueva elección presidencial en el país, corre con ventaja para ser reelecta. Pero eso no es todo, puesto que los dos candidatos a presidente de la republica son mujeres.

Lo innegable es que su elección no representa en sí misma el efecto de un cambio cultural, pero sí lo genera hacia el futuro, a lo que hay que agregar la constitución inicial paritaria de un gabinete y de autoridades regionales. Estos hechos por sí solos implican un cambio político-cultural, pero la agenda de género fue igualmente significativa [4].

Los grandes cambios bajo el gobierno de M. Bachelet fue en la dimensión de género, aunque no todo lo que se planteara en el discurso hubiera sido materializado

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