Adopción de parejas monoparentales

[pic 1]Pontificia Universidad Católica de Chile

Asignatura: Análisis de la Actualidad Nacional

Profesor: Joaquín Villarino

Ayudante: Sofía Chavarri

Alumna: María Paz Ceresuela

Familias homoparentales: superando la barrera de la orientación sexual de los padres

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Presentación

Existen muchos factores que confieren riesgo para el desarrollo saludable de los niños y que tienen consecuencias en la adultez, como lo son la pobreza, la alimentación deficitaria, el abuso de sustancias por parte de los padres, la violencia doméstica, etc. El objetivo de este trabajo es corroborar la hipótesis que sostiene que la orientación sexual de los padres no es un factor que confiera algún tipo de riesgo para el desarrollo saludable de los niños. De esta manera, es importante considerar las variables en el desarrollo de los niños que predominan  por sobre la orientación sexual de quienes los crían, comprobar que el funcionamiento de los niños de familias homoparentales es igual al de los niños con familias heterosexuales, demostrar el rol protagónico que tiene la sociedad y sus prejuicios a la hora de enfrentarse a casos de familias con dos padres o dos madres y, finalmente, analizar el discurso que contrargumenta la hipótesis propuesta.

En Chile no es frecuente ver a familias homoparentales que se hayan consolidado como tal gracias a la inseminación artificial o  la adopción. Esto, porque “el artículo 20 de la Ley Nº 19.620, dentro del párrafo primero, De la constitución de la Adopción por personas residentes en Chile, prescribe que podrá otorgarse la adopción a los cónyuges chilenos o extranjeros, que cumplan con una serie de requisitos enumerados. La trascendencia de esa palabra cónyuges es determinante, pues  en Chile no está consagrado el matrimonio entre personas de un mismo sexo” (Manzur, 2008). Esta situación impide un análisis profundo de la sociedad y cultura chilena sobre esta materia, lo que obliga a sostener la evidencia en bibliografía con experiencias internacionales. Sin embargo, estos estudios igual sirven como referencia al momento de analizar las conductas generales y para legislar sobre el tema.

Variables determinantes en el desarrollo de los niños

        Diversos estudios han demostrado que existen otras variables más determinantes en el desarrollo de los niños que el género, la composición familiar o la orientación sexual de los padres. En el estudio  de las estadounidenses Jennifer Wainright y Charltte Patterson (2006), “Delinquency, victimization, and substance use among adolescents with female same-sex parents” , buscaron comprobar qué tan real es la concepción de que los hijos pertenecientes a familias homoparentales  tienen mayor riesgo de drogadicción y/o de caer en la delincuencia. Los análisis de la comparación, que se hicieron a 44 adolescentes que vivían con parejas del mismo sexo y a otros 44 jóvenes cuyos padres eran heterosexuales, arrojaron que aquellos que mantenían una relación más estrecha con sus padres reportaban comportamientos menos delictivos y bajo o nulo consumo de drogas y alcohol. De esta manera, se concluyó que la calidad de la relación entre  los padres o madres con sus hijos predicen mejor las tendencias delictivas o de drogadicción que la composición de la familia o tendencia sexual de los padres.

        Un ejemplo distinto, que demuestra el protagonismo de otras variables por sobre la orientación de los padres en el desarrollo de los niños, es el artículo de Daniel Potter (2012)  “Same-Sex Parent Families and Children’s Academic Achievement”, quien utilizó datos del Estudio Longitudinal de infantes de la Primera Infancia para crear un indicador dinámico de la estructura familiar de los niños y probar su asociación con los puntajes de evaluación de matemáticas. A partir de eso pudo demostrar que el rendimiento académico más bajo se relaciona con el número de transiciones familiares que sufren los niños y no con la orientación sexual de sus padres.

        De estos dos estudios se puede desprender que existen otras variables que predominan al momento de definir el desarrollo o conducta de los niños, como la relación de los padres con su hijo, las transiciones familiares, los recursos económicos, etc. por lo que la orientación sexual de los padres tiene poca o nula importancia predictiva en los problemas que atraviesan los niños en los distintos procesos de sus vidas.

Funcionamiento de los hijos pertenecientes a familias homoparentales

Si bien las características sexuales de los padres o la composición de la familia no interfieren en el desarrollo de los niños, ¿aún se puede afirmar con claridad que los hijos de familias homoparentales son distintos a los niños que tienen padres heterosexuales? La investigación “(How) does the sexual orientation of parents matter?” de Judith Stacey y Timothy J. Biblarz (2001), deja como antecedente que los niños y adolescentes que crecen con padres gays y/o lesbianas les va tan bien en el funcionamiento emocional, cognitivo, social y sexual, como los niños cuyos padres son heterosexuales. Esto, tras analizar el resultado de 21 estudios sobre el tema, centrándose en la relación del papel que tiene el género paternal/maternal y el desarrollo de género de los niños.

Del mismo modo, el trabajo de Fiona Tasker (2005) en  “Lesbian Mothers, Gay Fathers, and Their Children: A Review”  sugiere que los niños con madres lesbianas o gays no difieren de los niños con padres heterosexuales sobre los resultados del desarrollo psicosocial, y que incluso tienen experiencias similares de vida familiar en comparación con los niños que pertenecen a familias “tradicionales”.

En la misma línea, el estudio “Children raised in mother-headed families from infancy: a follow-up of children of lesbian and single heterosexual mothers, at early adulthood” de Susan Golombok y Shirlene Badger (2009), analizó a través de entrevistas y cuestionarios estandarizados cómo los niños de 27 familias encabezadas por madres solteras heterosexuales y 20 familias encabezadas por madres lesbianas, en comparación con los niños de 36 familias heterosexuales entraban a la edad adulta. La evidencia señala que los niños criados por madres heterosexuales solas o madres lesbianas desde la infancia siguen funcionando bien al convertirse en adultos.

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