Afectividad Y Aprendizaje

LECTURA: AFECTIVIDAD Y APRENDIZAJE*

WEINSTEING, G Y FANITINI. M.D. AFECTIVIDAD Y APRENDIZAJE EN “LA ENSEÑANZA POR EL AFECTO”, BUENOS AIRES, ED. PAIDOS. 1973.PP.29-49.

Nuestro actual sistema educacional asigna la mayor prioridad al temario cognoscitivo, en tanto que considera a las restantes zonas de contenido como meros instrumentos para alcanzar el fin prescripto en ese terreno.

La suposición prevaleciente es que mediante el dominio de ese contenido cognoscitivo el individuo aprende a conducirse de manera apropiada como ciudadano de una sociedad abierta. Cuestionamos la validez de la suposición de que las materias de estudio extrínsecas puedan conducir por si solas a una conducta humanitaria. Es decir, nos preguntamos si el hombre cognoscitivo es necesariamente el hombre humanitario.

Proponemos en cambio invertir la dirección de la tendencia cognoscitiva que prevalece actualmente. Pensamos que el conocimiento no basta por si solo para producir la conducta que la sociedad necesita de sus miembros.

Las posibilidades de influir sobre la conducta serán mayores si los sentimientos y las preocupaciones del educando son reconocidos y utilizados para orientar la cognición que debe ser su lógica consecuencia, y si se recurre a la cognición para ayudar al alumno a hacer frente a sus inquietudes.

Consideramos que la cognición y la afectividad son fuerzas complementarias, no antagónicas. Si no han desempeñado un papel equivalente en la educación, ello se debió a que la afectividad ha recibido escaso reconocimiento y no ha sido objeto de experimentación y practica adecuada.

Krathwohl y sus colegas se refieren al dominio afectivo como una caja de pandora: “Mantener la caja cerrada es negar la existencia de las poderosas fuerzas motivacionales que modelan la vida de cada uno de nosotros.

La afectividad puede servir no solo para revitalizar elementos del antiguo temario de estudios sino también y muy especialmente, para abrir perspectivas a nuevas materias.

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