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Lectura: El Tribunal de Cuentas lamenta la «incorrecta» contabilización de ingresos por tasas gestionadas por CSN

El Consejo de Seguridad Nacional (CSN) es la institución española independiente de la Administración General del Estado, que tiene como fin primordial velar por la seguridad nacional y la protección radiológica de las personas y el medio ambiente. Forma parte del sector público administrativo estatal.

La gestión y recaudación de las tasas, precios públicos y otros recursos públicos cuya gestión tributaria esté atribuida al CSN, corresponde a dicho organismo, pudiendo utilizar para la efectividad de los mismos el procedimiento administrativo de apremio.

La contabilidad del organismo se rige conforme a los principios del PGC.

El hecho de una incorrecta contabilización de ingresos por tasas gestionadas por el CSN, entre 2009 y 2011, con errores de procedimiento e incumplimientos contables, impide un correcto funcionamiento de la economía de mercado, esencial y regulado por el Gobierno a fin de verificar que los estados contables reflejan fielmente el estado de la empresa.

Al incumplir con la normalización de los estados contables, en la forma, sin proporcionar toda la información relevante, al no ser fiable ni comprensible, provoca desconfianza en los decisores externos, analistas financieros y el público.

Siendo además el organismo que es, que regula la seguridad nuclear del país, el hecho de que los números no sean fiables, provoca desconfianza en la labor que desempeñan y puede parecer que alguien se está lucrando a costa de todos. También, al ser el organismo que regula la energía, el hecho de que declare perdidas provoca un aumento sobre las tasas e impuestos sobre la energía a fin de reducir esa deuda, un hecho que añade un sobrecoste para la gente, y todo debido a una mala gestión de su contabilidad y a una falta de transparencia, un error muy grave más tratándose de un organismo público. Además, provoca despidos de empleados a fin de reducir ese gasto.

Si la imputación de ingresos y gastos se hubiera hecho según el principio de devengo, es decir, se hubiera hecho en función de la corriente real de bienes con independencia del momento en el que se produjeron las corrientes monetarias, si la empresa hubiera llevado a cabo a la cuneta de resultados exclusivamente los gastos e ingresos correspondientes a ese periodo, en definitiva, si se hubieran regido al Plan General Contable, los resultados hubieran sido distintos, fieles a los requisitos de la contabilidad financiera, y aunque hubieran declarado perdidas, no se hubiera producido tal nivel de desconfianza.

En conclusión, todas las empresas, públicas o privadas, se deben regir por los mismos criterios del PGC, proporcionar la información relevante en el tiempo adecuado y ser 100% fiables. Que cualquiera pueda ver su evolución y comparar-la. Elevar el nivel de transparencia a fin de crear confianza entre la opinión pública i los posibles inversores y facilitar la toma de decisiones a fin de mejorar los resultados.

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