Al aumentarse las temperaturas, se da como resultado ciertos cambios en la configuración de multiples especies de la fauna. Existen

El cambio climático se ha constituido en una de las principales amenazas para el equilibrio de la naturaleza. Este genera consecuencias en todos los aspectos de la vida, sobre todo en el desarrollo y supervivencia de las diferentes especies animales que habitan el mundo, repercutiendo en su reproducción, distribución y en el ciclo de vida. Estas alteraciones provocan una serie de daños que con el tiempo ocasionan problemas graves en la vida de la especie, hasta llegar en muchos casos a su extinción.

     Al aumentarse las temperaturas, se da como resultado ciertos cambios en la configuración de multiples especies de la fauna. Existen casos en donde las funciones reproductivas se dan en una estación especifica del año, bajo una temperatura establecida, lo cual puede ser afectado en su transcurso debido a la variación climática.

     Como ejemplo de las alteraciones en los ciclos reproductivos tenemos a la hibridación, en donde especies animales diferentes se cruzan y son capaces de reproducirse; tal es el caso del sapo europeo y el sapo balear. Estos poseen patrones diferentes de reproducción y hábitats. Es decir que, sus ciclos vitales y periodos de apareamiento no coincidían. Sin embargo, el calentamiento global ha retrasado el periodo reproductivo del sapo europeo hasta coincidir con el del sapo balear.

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     También, la reproducción de las tortugas marinas se ve afectada por los cambios de temperatura en el agua, ya que es ésta la que determina su sexo. las temperaturas altas, lo que lleva al nacimiento de crías hembra; contrario a las temperaturas frías, que producen a más cantidades de machos.

     Por otra parte, también puede ocurrir la modificación drástica de los habitats. En estas situaciones, la preservación de la especie dependerá en gran medida de la habilidad de acostumbrarse a las nuevas condiciones del ambiente, pero no todas las especies tienen esta capacidad. Por ejemplo, el deshielo del Ártico y de los glaciares de la Antártida, pone en serio riesgo al  oso polar, que tuvo que adaptarse completamente a temperaturas más altas para lograr sobrevivir y reproducirse. También, el calentamiento de los polos está haciendo que el salmón de Alaska de EE.UU. deje de migrar, lo que impacta directamente la alimentación de los osos pardos ubicados en zonas más cálidas, dificultando su superivencia y reproducción.

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