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, y otros factores, pueden afectar la calidad de las respuestas. Asimismo, responder a preguntas abiertas requiere de un mayor esfuerzo y tiempo.

Ejemplo de pregunta abierta:

( ) ¿Con qué frecuencia asiste Ud. a la biblioteca de la escuela?

La respuesta (bastante vaga) puede ser:

( ) Con mucha frecuencia;

o bien:

( ) Con poca frecuencia;

o tal vez:

( ) Medianamente.

¿Cuánto es mucho, poco o medianamente? Quizás para un sujeto acudir a la biblioteca de su escuela cinco veces en un semestre es "mucho"; otro, podría considerar que acudir diez veces en un semestre es “poco”.

A pesar de las limitaciones que tiene este tipo de cuestionario, resulta de gran utilidad cuando lo aplicamos en forma inicial, a un grupo muy reducido y representativo, es decir, para conocer -de primer intento- cómo responden las personas que vamos a investigar.

Después de este punto de partida, se tiene una base para estructurar otro cuestionario intermedio (semiabierto) o uno cerrado.

I.2. Cuestionario cerrado:

También se lo conoce con los nombres de cuestionario de preguntas de alternativas fijas, o cuestionario de respuestas de elección forzosa.

Es estructurado en base a preguntas cerradas. La respuesta del sujeto será una elección forzosa previamente elaborada, junto a otras alternativas que se le presentan. A diferencia del cuestionario de preguntas abiertas, este tipo limita a quien lo contesta a escoger la respuesta adecuada.

Obviamente no se puede obtener mayor información que la que se pide, pero tiene la ventaja de poder cuantificar y procesar los datos obtenidos con facilidad y prontitud. Por otra parte, conduce al sujeto a responder

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