Algunos Ensayos De Dale Carnegie

Primera parte: TÉCNICAS FUNDAMENTALES PARA TRATAR CON EL PRÓJIMO.

1. “SI QUIERES RECOGER MIEL, NO DES PUNTAPIES A LA COLMENA”.

Este capítulo nos hace ver como nosotros mismos no somos capaces de ver muchas veces lo que está bien o lo que está bien, solamente porque no queremos ver la realidad ya que no nos puede interesar. Por ello, pensamosque sólo nuestras acciones son buenas y damos a los demás todo lo que sabemos y sabemos, pero siempre esperando algo a cambio como en el ejemplo de Al capone, Dutch, Crowley,… que esperan la reacción de los demás. Pienso que esto es uno de nuestros graves problemas sobre todo en la comunicación, ya que no lo expresamos sólo lo pensamos para nosotros mismos, y sino se realiza como pensamos muchas veces nos enfadamos. En este tema me siento algo identificada porque yo vivo mi vida esperando algo de los demás aunque sea decirme que está bien lo que he hecho o de que forma se hace ya que soy muy insegura y necesito la opinión de los demás, aunque en el tema afectivo pienso que normalmente doy lo mejor de mi y que ¿por qué los demás no pueden hacer lo mismo conmigo? Y aquí es dónde me pongo a pensar, y a sabiendas de saber ya la respuesta de otras veces, me contesto diciéndome que los demás no pueden dar lo mismo que yo doy porque no somos iguales ni pensamos, vivimos, experimentamos, razonamos,… de la misma forma, y no a todos les puede gustar lo mismo que a mí. A pesar de darme cuenta de estas cosas, sigo cayendo en la misma trampa una y otra vez, tropezando siempre con la misma piedra porque aunque le dé un puntapié encuentro la forma de volver a tropezar, por eso sigo sufriendo igual que como si fuera la primera vez.

“La crítica es inútil porque pone a la otra persona a la defensiva, y por lo común hace que trate de justificarse. La crítica es peligrosa porque lastima el orgullo tan preciado de la persona, hiere su sentido de la importancia y despierta su resentimiento”. Estoy totalmente de acuerdo con esta reflexión de la crítica, pero aún así seguimos cayendo y criticando, sobretodo, por aquello que más nos importa y no es como nosotros queremos. Pero, por supuesto, no es nada bueno porque no conseguimos lo que queremos, sino que acabamos empeorando la situación en lugar de mejorarla.

La solución a la crítica sería la comunicación pero estando tranquilos, relajados, y siempre sabiendo cual sería nuestro objetivo, y poder llegar a solucionar las cosas sin que hiramos el sentido de la importancia, despertemos su resentimiento y lastimemos el orgullo de la otra u otras personas. Creo que la solución podría ser dejar de censurar a la gente y pongamos más empeño en comprenderla, y tratar de imaginar y ponernos en su lugar para saber por qué hacen lo que hacen. Y como dijo el Dr. Johnson: “El mismo Dios, señor, no se propone juzgar al hombre hasta el fin de sus días”. Entonces, ¿por qué hemos de juzgarlo usted o yo? Muchas personas deberían de leer esta frase y reflexionar al respecto, porque cuando juzgamos puede que lo que juzgas que hacen los demás lo hayas hecho anteriormente sin darte cuenta, por lo que ¿te juzgas a ti mismo? No, pues no lo hagas con el prójimo. Algunas de esas veces no somos conscientes de nuestras acciones, ya sea por frustración, irá, rabia,… y es consecuencia de esas acciones y cuando ocurren no está de más dejar el orgullo a un lado para poder decir perdón y saber perdonar.

En conclusión, debemos dejar la crítica, pensar antes de hablar y solo abrir la boca para edificar es una manera muy fácil de lograr lo que quieres para tu vida si no te metes en la casa del otro nadie se meterá en la tuya.

REGLA 1: NO CRITIQUES, NO CONDENES NI TE QUEJES.

2. “EL GRAN SECRETO PARA TRATAR CON LA GENTE”.

Solo hay una medio para conseguir que alguien haga algo, y es el de hacer que el prójimo quiera hacerlo. Es decir, no presionar a la otra persona para que lo haga, sobretodo en los niños aunque en los adultos también pasa mucho, porque cuando les decimos que no hagan algo lo hacen y cuando queremos que lo hagan no lo hacen, por eso hay que saber como decirles las cosas para que las hagan pero diciéndoles sutilmente como lo queremos, por ejemplo estaría bien que te hicieras la cama y recogieras tu habitación para que cuando vengan tus amigos vean que eres un niño muy ordena y limpio. Básicamente, la única manera de conseguir que la persona a la que nos dirigimos haga lo que queremos es darle lo que quiero. Como en el ejemplo que puse ante del niño y su habitación, si lo que quiere el niño es traer a sus amigos deberá hacer lo que decimos para que puedan venir pero sin presionarle ni obligarle, así lo hará por él solo.

Algunos personajes muy conocidos como Freud decían que todo lo que hacemos usted y yo surge de dos motivos: el impulso sexual y el deseo de ser grande. Dewey decía que el impulso más profundo de la naturaleza humana es “el deseo de ser importante”. Sin embargo, Lincoln decía que “A todo el mundo le agrada un elogio”, yo opino que tiene toda la razón porque ¿qué cosa hay más agradable que un elogio?, y no me refiero ya que nos digan lo guapos/as que estamos cuando nos arreglamos o simplemente un día porque sí, sino simplemente que pañuelo más bonitos llevas, que zapatos más elegantes, etc. Y William James

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