Algunos Parientes Mortales De Nuestra Papa. Afrodisiacos, Hechicería Y Muerte
Enviado por frassontulio • 13 de Noviembre de 2012 • 1.006 Palabras (5 Páginas) • 497 Visitas
Algunos parientes mortales de nuestra papa. Afrodisiacos, hechicería y muerte
Tulio Frasson Lindley
Llámase Solanáceas (Solanaceae) a una familia botánica constituida por unos 90 géneros y 2.600 especies de plantas, entre las que hay varias cultivadas como alimento y otras, en jardinería.
Al género Solanum pertenecen, entre otras, la papa (especie Solanum tuberosum), la berenjena (especie Solanum melongena), la pimienta de Cayena (especie Solanum pseudocapsicum) y el tomate (especie Lycopersicum esculentum), además de algunas malas hierbas muy comunes y peligrosas como la belladona (especie Atropa belladonna), el beleño (especie Hyoscyamus niger), la dulcamara (especie Solanum dulcamara) y el estramonio (especie Datura stramonium).
Mucho se ha hablado, con razón o sin ella, del ‘lado oscuro’ de estas plantas.
En los países anglosajones, por ejemplo, se les sigue llamando Nightshade plants (que podemos traducir como plantas de la medianoche o plantas de las sombras nocturnas). Tal es el caso de Deadly nightshade (sombra nocturna mortal), para la belladona; Henbane (matagallinas) o Stinking nightshade (sombra nocturna apestosa), para el beleño; Woody Nightshade (sombra nocturna leñosa), para la dulcamara; Devil's weed (hierbajo del diablo) o Thorn apple (manzana de espino), para el estramonio.
Adoradas y temidas al mismo tiempo por sus diversas propiedades: de un lado, naturales (como medicina y como veneno, gracias a sus poderosos principios activos -alcaloides en su mayoría); del otro lado, sobrenaturales (como afrodisíaco -refuerzo de la sexualidad-, como filtro -forzamiento de la voluntad de una persona para conseguir manipular sus deseos voluptuosos o sus sentimientos- y como arma -para atacar, defenderse o vengarse-.
De todo un poco tiene la Atropa belladona.
El nombre de herba bella donna que, según Mattioli, daban en Italia a esta planta, quedó consagrado como epíteto específico a partir de Linné. Si el genérico Atropa, justificado por la toxicidad de estos vegetales, recuerda a una de las parcas de la mitología griega, esto es, a la inflexible, de cuyas manos pendía el hilo de nuestras vidas, que cortaba inexorablemente a su antojo; el específico popular bella donna alude al uso de esta planta en el arte cosmética de la mujer italiana en aquellos tiempos, porque con sus frutos, de zumo morado, que pasa fácilmente a añil, tratarían de embellecer sus ojos, abrillantándolos y agrandando las pupilas por la virtud midriática de la atropina, o quizá pintando sus comisuras palpebrales de manera prolongada para simularlos muy rasgados, si no las dos cosas a un tiempo.
Font Quer, Plantas Medicinales. El Dioscórides Renovado p 569.
En realidad, lo que estas damas hacían era ‘fabricar’ uno de los síntomas de la excitación sexual: la dilatación pupilar. La experiencia demuestra que los hombres -pero no exclusivamente ellos- suelen sentirse más atraídos por la mujer cuya sexualidad perciben, aunque de manera inconsciente, como más estimulada.
¿Hay algo más afrodisiaco que una mujer hermosa?.
En tiempos de Chaucer (s. XIV) la belladona era conocida como divale o dwale, lo que hace suponer a Murray que el nombre se derivaba del escandinavo dool (danés dvale), que significa modorra o sueño.
De otro lado, en galés la belladona recibe el nombre de cedowrach o codwarth, de cedor, vello púbico,
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