Alimentacion De Los Diversos Grupos Etareos
Enviado por axtt • 15 de Mayo de 2013 • 6.296 Palabras (26 Páginas) • 538 Visitas
La alimentación durante el embarazo
El buen estado nutricional inicial de la gestante es de suma importancia para un óptimo desarrollo del embarazo. Debemos asegurar que el médico supervisa adecuadamente nuestro estado nutricional. Es importante conocer los cambios fisiológicos relacionados con el embarazo, para así poder adecuar la alimentación a la nueva situación y conocer las necesidades en macro y micronutrientes, para que la dieta sea equilibrada y no se produzcan carencias ni excesos. No debemos dejarnos llevar por viejas creencias (hay que comer por dos) y debemos tener especial precaución con ciertas pautas (alcohol, tabaco, ayunos, vegetarianismo, suplementos dietéticos, hábito de picar entre horas, etc.) que pueden perjudicar seriamente a nuestro futuro hijo.
Importancia del estado nutricional inicial
Está más que demostrado que la situación de malnutrición aguda impide la ovulación de forma que es imposible la fecundación. Un caso muy frecuente de amenorrea (pérdida de la menstruación) ocurre entre la población femenina que sufre anorexia (trastorno de la alimentación provocada por una obsesión por la figura y la posible ganancia de peso, lo que conlleva una situación de ayuno voluntario mantenida en el tiempo). Casos similares se producen como consecuencia de la práctica excesiva de ejercicio físico (gimnastas de élite, o atletas en general), que se someten a dietas muy restrictivas en algunos nutrientes. Situaciones de precariedad socioeconómica, con sucesos de hambre mantenida, también pueden ocasionar la pérdida de la menstruación.
Otros casos de malnutrición (generalmente relacionadas con la mala práctica alimentaria) no alcanzan el nivel de gravedad suficiente para impedir la concepción, pero sí influye en el desarrollo fetal, con alteraciones, malformaciones y, en ocasiones, puede llegar a provocar abortos.
En cualquier caso, es evidente que la alimentación y la gestación están muy ligadas en el curso de un embarazo normal. Desde el comienzo del embarazo, la mujer demanda abundancia de alimentos. Este hecho se denomina hiperfagia y suele durar los dos primeros tercios de la gestación,(a veces en las primeras semanas y debido probablemente a la sensación de malestar, la ingesta disminuye), con lo que se inicia el proceso de acumulación de reservas energéticas. Es muy importante que la reserva de energía se lleve a cabo de una forma nutricionalmente adecuada para compensar las necesidades madre-hijo, y así evitar situaciones que puedan alterar el normal desarrollo de un embarazo. Y de que esto sea así, se ocupan las diferentes adaptaciones metabólicas y fisiológicas propias de la gestación.
De todo esto se desprende que durante el embarazo la alimentación no se debe dejar de lado, ya que una mala nutrición no beneficia a nadie. No obstante, hay opiniones para todos los gustos, incluida la que sostiene que el efecto de un deficiente estado nutricional durante el embarazo, sólo afecta al peso del feto en el momento del nacimiento. En sentido contrario, hay investigaciones que demuestran que la carencia en determinadas vitaminas y sobre todo en ácido fólico sí que tiene impacto sobre el desarrollo de malformaciones congénitas del tubo neural
¿Es necesario un mayor aporte nutricional durante el embarazo?
Determinar las necesidades y requerimientos de nutrientes en una persona no es fácil. El método más fiable para hacer esta valoración, consiste en inducir un déficit, bajo estricto control médico, y luego aportar cantidades del nutriente hasta conseguir elevar los niveles a los normales del individuo. Este método no parece éticamente aceptable para la población gestante. De forma que los requerimientos y recomendaciones se han establecido mediante estimaciones indirectas. Es decir, se determinan las carencias que aparecen a lo largo del embarazo y que se evidencian mediante las comprobaciones analíticas de rutina.
Además se asume que la capacidad de absorción y utilización de nutrientes se mantiene constante durante todo el periodo de gestación, lo que puede no ser cierto para algunos nutrientes.
Ingestas recomendadas para vitaminas y algunos minerales y oligoelementos:
Nutrientes Recomendaciones
Vitamina D +400ui
Vitamina E +2-4mg
Vitamina C +10mg
Niacina +2-5 EN
Vitamina B6 +2-5 EN
Folato +200 mg
Vitamina B12 + 0,2 microgr
Calcio 1200 mg
Magnesio +20 mg
Hierro 15mg
Zinc +4-5 mg
Yodo +25 microgr
Selenio +10 microgr
Necesidades de la mujer gestante según el trimestre de embarazo
Necesidades nutricionales Primer trimestre Segundo y tercer trimestre Alimentos de especial interés para cubrir necesidades
Energía Normal Aumentar a partir del cuarto mes: 100 a 300 kcal/por día suplementarias Alimentación equilibrada aumentando el consumo de alimentos plásticos y reguladores
Proteínas Normal Aumentar a 1,5 los g/kg/día • Lácteos
• Cárnicos
• Legumbres
• Cereales integrales
• Frutos secos
Glúcidos y lípidos Normal Normal. Atención a los azúcares y a las grasas de origen animal • Cereales, pan integral
• Legumbres
• Fruta
• Patatas
• Mantequilla
• Aceite de oliva y de semillas
Elementos químicos esenciales Normal Especial atención al calcio, fósforo, yodo y magnesio y en el tercer trimestre al hierro • Carnes rojas
• Lácteos
• Pescado o sal yodada
• Legumbres y frutos secos
• Verdura de hoja verde
Vitaminas Aumentar C, B, ac. Fólico, A, D y E. Pero no es necesario suplementar • Fruta y verdura fresca
• Pan integral
• Lácteos
• Mantequilla y aceites
• Verdura de hoja verde
Agua Normal La demanda fisiológica de 2-2,5 l diarios, se debe aumentar a 3 litros • Agua
• Bebidas naturales
• Evitar alcohol y bebidas estimulantes
Fibras Incluir en la dieta para combatir el estreñimiento • Frutas con pulpa
La Lactancia
La lactancia es un periodo de la vida en el que la madre ofrece al recién nacido un alimento cualitativa y cuantivamente adecuado a sus necesidades, la leche materna. La leche materna es una sustancia que contiene macro y micronutrientes en proporciones adecuadas y que sirve de alimento al recién nacido. Esta situación se alarga durante varios meses de la vida del recién nacido y obliga a una adecuación de la dieta de la madre lactante para hacer frente y cubrir de forma óptima sus necesidades y las del recién nacido, sin correr riesgo alguno para la salud de ambos.
La alimentación de la madre debe estar acorde con los cambios
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