Alquimista

El Alquimista

(Resumen)

Parte 1

Un joven pastor llamado Santiago se encontraba en un vieja iglesia junto a sus ovejas, este había llegado hasta ahí ya que dentro de cuatro días tenía que hacer una entrega de lana, entonces él toma un descanso en este sitio. Él tuvo el mismo sueño dos días seguidos, entonces decide visitar a una gitana, este la visita no antes de ir donde el comerciante a vender sus lanas donde conoce a la hija del comerciante, de quien se enamora por primera vez pero el continua con el misterio de su sueño, entonces se dirige a Tarifa y va donde la vieja y le cuenta lo sucedido sobre su sueño, le dice que soñó dos veces que un niño jugaba con sus ovejas y que luego este niño lo llevaba hacia unas pirámides y allí le decía que estaba un tesoro.

La gitana en forma de respuesta le dice que tiene que ir a las pirámides de Egipto, y le dice que no le cobrará la consulta, tan solo quiere la décima parte del tesoro que encontrara, entonces Santiago no creyendo lo dicho decide ir a cambiar su libro por uno más voluminoso, se sienta en un banco, es ahí donde se encuentra con un anciano que resulta ser un rey. Finalmente el hombre le dice que si le da un décimo de sus ovejas él le dirá dónde puede encontrar su tesoro escondido. Santiago claramente es sorprendido por esto ya que él nunca le menciona su sueño al hombre. El hombre le dice a Santiago que él ha logrado descubrir su Leyenda Personal, y que él debe decidir si es lo suficientemente valiente para seguirlo. El hombre le dice a el que el seguir su Leyenda Personal hasta alcanzarla es la única obligación verdadera de una persona en éste mundo.

Santiago tiene una decisión difícil en sus manos. ¿Renuncia a su rebaño de ovejas, su vida estable, para ir en busca de su tesoro? Parece ser algo loco, pero el corazón de Santiago quiere ir en esta aventura. Tomando el riesgo más grande de su vida Santiago decide hacerlo. Él le da un décimo de sus ovejas al hombre y vende el resto, le habla sobre la leyenda personal al viejo y sobre el sueño que él tuvo, le dijo que tenía que ir a las pirámides y cumplir su leyenda personal, entonces este le da dos piedras llamadas Urim y Tumim y le dice que parta rumbo al norte de África y valla a Egipto y conozca las pirámides.

Cuando Santiago llega a África se sorprende de haber olvidado que tan solo árabe se habla allí. La ciudad es extraña, y el muchacho está algo asustado por toda la gente nueva. Él siente un gran alivio cuando conoce a un hombre en una cantina que habla su mismo idioma, y el hombre le promete ayudarlo a cruzar el Sahara. Santiago encomienda su dinero a este hombre que resultó siendo un ladrón sin darse cuenta de que este lo era, entonces ya sin dinero decide buscar dinero para volver a España con sus ovejas, entonces va a trabajar para un mercader de cristales.

Parte 2

El muchacho ya lleva trabajando en la tienda de cristales por más de un mes, y no está muy contento. Él trata fuertemente de no pensar en su tesoro, en las pirámides, solo está trabajando para reunir el dinero suficiente para volver a su hogar y comprar algunas ovejas. Él tiene la idea de construir un aparador afuera de la tienda para atraer a más clientes y el comerciante no está seguro de querer cambiar la forma en que las cosas están, pero el acepta. Un día él tiene otra idea, y esta consiste en venderle té a individuos en vasos de cristal cuando estos escalen hacia lo más alto de la montaña, calurosos y sedientos y el comerciante decide vender el té en los vasos de cristal. La tienda comienza a tener más clientes que nunca en cuanto la gente comienza a oír sobre su idea. Su refrescante té de menta en vasos de cristal es un éxito con los clientes, y el comerciante tiene que contratar dos empelados más para poder hacerse cargo del negocio.

Mientras están conversando acerca de los sueños un día durante el almuerzo, el comerciante le rebela al muchacho que ha tenido el sueño desde su infancia de viajar a la ciudad sagrada de la Meca. El comerciante es diferente al muchacho él dice, porque él no quiere hacer sus sueños realidad. El pensamiento de ir a la Meca es lo que lo mantiene con vida, y quiere seguir conservando su sueño. El sueño lo ayuda a pasar sus días en la tienda de cristales. Pasa dos meses y Santiago se siente mejor acerca de su situación, él ha aprendido a hablar árabe y pasados 11 meses Santiago decide que es tiempo de irse y mientras se va le pide al comerciante que le dé su bendición.

Él decide ir en busca de su tesoro y va en busca de una caravana que lo pueda llevar a través del desierto, él se encuentra con un inglés ojeando un libro sobre alquimia y pensando acerca de su vida. Él ha gastado fortunas y años buscando el lenguaje del universo y la misteriosa piedra filosofal, ahora él ha oído escuchar acerca de un alquimista que puede tener las respuestas las cuales él está buscando ha decidido cruzar el desierto para buscarlo. El inglés se ve inamistoso así que no llegan a una conversación al principio, pero cuando el muchacho saca a Urim y Tumim el inglés explota con emoción y saca dos piedras idénticas a las del muchacho. Ellos rápidamente entablan una amistad y comienzan a hablar acerca de sus Leyendas Personales

Había un rumor de guerras entre tribus por todo el desierto lo que causó que la caravana se moviera más rápidamente, la caravana viaja de día y de noche, y el silencio del desierto crece más profundamente mientras el tiempo pasa. Antes de darse cuenta, ellos ya habían llegado al oasis. El muchacho no puede creer lo grande que es el oasis. Él está muy decepcionado, cuando el líder de la caravana les informa a todos ellos que tienen que quedarse aquí hasta que las guerras ente tribus terminen. El muchacho se encuentra frustrado por el retraso pero decide tener paciencia y no molestarse. Al día siguiente el inglés le pide su ayuda para encontrar al alquimista que vive en el oasis. El muchacho, quien habla mejor árabe que el inglés, le comienza a preguntar a los aldeanos dónde vive el alquimista. Nadie se lo quiere decir, y finalmente ve a una joven muchacha en el pozo que lo pude ayudar. Él se apresura hacia ella para preguntarle, y todo termina después de eso. Con tan solo una mirada de sus ojos el muchacho está perdido. Ella sonríe y el muchacho sabe que éste es el presagio que él ha estado buscando toda su vida. Ya nunca va a haber nadie más después de ella, y mientras la ve él se siente sorprendido al darse cuenta de que ella entiende lo mismo. El inglés lo sacude de su ensueño, y el muchacho descubre que el nombre de ella es Fátima. Cuando él le pregunta acerca del alquimista, ella señala hacia el sur y después se va.

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