América Latina: dependencia e integración regional

Bloque 5

América Latina: dependencia e integración regional

Contenidos:

Tema 1 La economía de América Latina

1.1 En el mundo actual

Tema 2 Principales transformaciones agrarias

2.1 En América latina

2.2 Las reformas agrarias en los diversos países de América latina

Tema 3 La urbanización y las migraciones internas

3.1 La urbanización en América latina

Tema 4 Procesos de integración de Europa y América Latina

4.1 Los procesos de integración en el mundo

Tema 5 La integración andina y sudamericana

5.1 principales bloques que agrupan a países andinos y sudamericanos

Reflexiono

• ¿A qué hace referencia el término América Latina?

• ¿Qué países forman parte de Latinoamérica?

• ¿Cuál es el nivel de desarrollo de los países latinoamericanos?

Tema 1

La economía de América Latina

¿Qué debo saber hacer? ¿Qué debo saber ¿Con qué grado de complejidad

Describir Las economías de los países de América Latina Como economías de la pobreza, en tanto dependientes de la exportación de materias primas

Preguntón

• ¿Sabías que las economías de la mayoría de países latinoamericanos se vinculan a las actividades del sector primario?

• ¿Cuáles son las actividades que se realizan dentro del sector de producción primario?

Al día

Según un informe proporcionado por la Cepal, en diciembre de 2008 los pobres en América Latina y el Caribe, abarcan a un 33,2% de la población, es decir 182 000 000 de personas. De ellos, un tercio, que equivale a 60 000 000, viven en pobreza extrema.

http://www.badarkablar.es/?p=783

1.1 En el mundo actual los seres humanos estamos inmersos en una sociedad totalmente inequitativa. En el hemisferio norte del planeta están los países con un gran desarrollo social, comercial y tecnológico, mientras que en el Sur, por lo general se ubican los más pobres, en los que los habitantes ni siquiera avanzan a cubrir sus necesidades básicas: alimentación, vivienda, salud y educación.

Si bien en los últimos años se ha dado un enorme crecimiento en los ámbitos de la ciencia, tecnología, salud y economía de ciertas regiones del mundo, también se ha incrementado la indigencia, miseria, inestabilidad y dependencia económica de diversas repúblicas, sobre todo los africanos, asiáticos y latinoamericanos, que son conocidos como tercermundistas o en vías de desarrollo.

Diversas son las causas que los han llevado a esta situación de pobreza; una de ellas surge cuando expulsan de sus territorios a las potencias europeas y alcanzan la soñada libertad.

Muchos de los actuales Estados soberanos, al iniciarse como tales, se enfrentaron a una falsa emancipación o a un neocolonialismo, puesto que la independencia no significó la liberación económica de los pueblos, sino que pasaron a vivir bajo la dependencia de los países más desarrollados de ese entonces.

En el caso de América Latina, desde el momento en que fue conquista por los portugueses y españoles, se convirtió en fuente de extracción de plata y oro. Cuando logra la emancipación, en los nacientes Estados se notaba la falta de desarrollo productivo y de experiencia política que originó un crecimiento económico ligado a las potencias centrales: Inglaterra, Francia, Alemania y Estados Unidos.

Hasta finales del siglo XIX el predominio comercial inglés en América Latina era casi absoluto. Inglaterra adquiría la mayor parte de productos agrícolas y mineros de esta región a la que después vendía los elaborados a precios sumamente altos. Francia y Alemania, pocos años antes de la Primera Guerra Mundial (1914), invirtieron sus capitales en industrias ferroviarias, comerciales, bancarias y de servicios públicos; los años de posguerra pusieron fin a muchas empresas alemanas y sobre todo francesas, ya que los norteamericanos compraron todas sus acciones.

La intervención de Estados Unidos se inicia alrededor de 1890, cuando invierte capital en industrias mineras y ferroviarias en México, el Caribe y América Central. Tras la Primera Guerra Mundial, comienza a intervenir a gran escala en América del Sur, por lo que, poco a poco, logra desplazar a Inglaterra que deja de ser el eje industrial, comercial y financiero del mundo.

En las diferentes relaciones comerciales en las que intervino la región latinoamericana con los mencionados países, siempre estuvieron de por medio los productos vinculados al sector agrario y minero, a tal punto que se dio lugar a la especialización en un producto, que generó una economía monoproductora. Así por ejemplo, Brasil basó su economía en la extracción del caucho, Chile en el salitre, México y Venezuela en el petróleo.

A la exportación de este limitado número de productos, se lo denominó modelo agroexportador o de crecimiento hacia afuera que, después de la Primera Guerra Mundial experimentó un notable crecimiento, pero lamentablemente sujeto a la especulación de precios que se daba en virtud de la situación de los países industrializados.

La crisis de 1929, en la que cayó Estados Unidos, y los conflictos mundiales (Segunda Guerra Mundial), crearon la ocasión perfecta para que América Latina inicie la industrialización, a través del denominado crecimiento hacia adentro, que proponía crear un sinnúmero de empresas para la elaboración de diversos productos que hasta entonces eran importados: automóviles, electrodomésticos, calzado, etc. Sin embargo, lo que parecía ser la salida a la situación de pobreza, resultó ser el detonante que acrecentó la dependencia de Latinoamérica con respecto a los países desarrollados, ya que el proceso de industrialización nació con tecnologías, materias primas y capitales extranjeros.

El crecimiento que experimentaron las industrias no fue suficiente como para cubrir las diferentes necesidades de las mismas, razón por la cual se tuvo que recurrir al endeudamiento externo que, en las décadas de los sesenta y setenta, experimentó un gran crecimiento y llevó a los países latinoamericanos a un callejón sin salida.

Tras fracasar el modelo de crecimiento hacia adentro, diversos países como el nuestro, se escudaron en las actividades agrícolas y mineras, que nos han

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