Análisis critico pedagogía y profesion
Enviado por Milén Ugarte • 4 de Diciembre de 2015 • Informe • 2.362 Palabras (10 Páginas) • 169 Visitas
ANÁLISIS CRÍTICO[pic 1]
PEDAGOGÍA Y PROFESIÓN
DOCENTE
Por
Camila Tapia Campos y Alexa Ugarte Fuentes
Introducción a la Educación
Profesor: Luis Osandón Millavil
Introducción
Para culminar nuestra experiencia con los aprendizajes de los que tomamos posesión durante el desarrollo de la asignatura hemos definido realizar un análisis crítico de la idea que se tiene acerca de lo que es la educación en Chile, cómo está pensada y de qué manera se reflejan estas nociones dentro del currículo escolar y el ideario de profesional docente que forman las instituciones frente al que ha concebido la sociedad en su conjunto. Entendemos que existe una crítica a nuestra educación que ha puesto en crisis la visión que tenemos sobre ella. Por esta razón proponemos un trabajo que contribuya un aporte en el acercamiento de formulación de nuevas perspectivas de identidad, evaluación docente, estrategias de metodologías, etc.
Buscamos entender cuál es el rol que se le ha designado al docente tanto dentro como fuera de la escuela, cuáles son sus dimensiones y qué es lo que esperan las instituciones como resultados de su desempeño. Pero lo más importante, qué es lo que nosotros mismos, que somos los que en la práctica llevamos a cabo esta importante responsabilidad, nos formulamos acerca de nuestro ejercicio profesional y qué reflexiones desarrollamos ante la actual situación del sistema escolar en nuestro país.
Concepciones de la interacción pedagógica
¿Qué sería para ustedes lo esencial en el reconocimiento del otro como sujeto de aprendizaje?
En primer lugar debe ser fundamental reconocer a las y los alumnos como actores participativos del proceso de aprendizaje, estos no son un recipiente en el cual el docente vierte un contenido o conocimiento. Basándonos en lo anteriormente señalado es que también consideramos de importancia comunicarnos de manera horizontal, observar a cada estudiante y su singularidad para identificar intereses y habilidades, así podremos guiarlos y ayudarlos a fortalecer estas. De igual forma debe garantizarse un espacio armonioso entre la comunidad y el individuo, donde la comunidad debe jugar un rol fortalecedor y protector del espacio educativo.
¿Qué compromisos se deben y/o deberían asumir, según ustedes, en el desarrollo de la docencia?
Uno de los compromisos que deberíamos asumir como docentes es procurar que el proceso educativo sea recíproco, es decir que los conocimientos no sean transmitidos de forma unidireccional desde el profesor a los alumnos, debe ser un intercambio de apreciaciones, discusiones, reflexiones, etc. Otro compromiso importante es que independiente de la malla curricular establecida, el docente debe contextualizarse en el aula con las dificultades de aprendizajes que se puedan presentar en esta, buscando generar procesos que inviten a la reflexión o como dice Humberto Maturana que signifiquen lo estudiado dándole sentido a su proceso de aprendizaje (Entrevista Una Belleza Nueva - Humberto Maturana).
¿Qué finalidades e intenciones es posible identificar en las prácticas pedagógicas de la escuela hoy en día?
En su mayoría las prácticas pedagógicas responden a una concepción o imagen establecida del profesor que representa la figura de fiscalización de los alumnos, una figura que fiscaliza el comportamiento, los conocimientos, los grados de responsabilidad e incluso hasta la apariencia (Sarason, p24). Es bajo esta misma lógica que se suele caer en lo que llama Humberto Maturana una educación del conocimiento (Entrevista Una Belleza Nueva - Humberto Maturana), es decir, una educación que sólo busca entregar contenidos, para luego estos ser evaluados a través de pruebas estandarizadas (SIMCE, PSU), las cuales generan consecuencias segregativas dadas por la diversidad de Proyectos Educativos Institucionales (PEI) que se encuentran en nuestro sistema educativo.
¿Qué tipo de finalidades se encuentran o desencuentran en la interacción formativa desde el punto de vista de la relación entre mundo adulto/escolarización e infancia/identidad?
Es en el proceso de autoconstrucción de identidad que el niño o la niña, es quien cree determinar cuáles son los elementos relevantes, y por ende cuales le son indiferentes en la configuración de su identidad. Dado lo anterior la sociedad busca desde una visión aristotélica (Aristóteles, La política, Libro VII, Cap. XVI) en la que el mundo adulto o social se responsabiliza de la educación y formación de los niños, siendo estos tratados como un objeto a formar o modelar bajo una mirada de persona ideal. Es en esta línea como señalamos anteriormente que el sistema de cierta manera restringe la autoformación constante de identidad en el niño o niña, deformando esta hasta obtener un ser moldeable de conveniencia productiva.
Es en la relación escolarización – adulto donde vemos que hay falencias severas, ya que prácticamente la única relación que se encuentra es netamente funcional, es decir, es visto desde una perspectiva de como el adulto presta el servicio productivo de contenido en educación y no como un espacio de reflexión o significación de la labor en este caso docente, desde la perspectiva del adulto como educando vemos que la educación se utiliza de forma funcional para responder productivamente al sistema.
Marco para la Buena Enseñanza
En primer lugar establece que quienes se desempeñan en la docencia dentro de las aulas deben estar comprometidos con la educación de sus alumnos y se involucran estrechamente con esta tarea.
El profesor es consciente de la diversidad de contextos culturales en donde se desarrollan los procesos de aprendizajes por lo que se espera de parte de él el cumplimiento de las siguiente responsabilidades: El dominio de los contenidos pertinentes para la enseñanza como las estrategias con las que se llevará a cabo; garantizar un ambiente adecuado en el que todos los alumnos puedan aprender; los docentes deben hacerse cargo del mejoramiento de los logros estudiantiles.
El Marco para la Buena Enseñanza busca ser una guía para el desempeño del docente tanto como los jóvenes que recién comienzan su trabajo en el aula como los profesores más experimentados. Aporta con criterios que los ayudan a tomar medidas para mejorar en su desarrollo profesional, evaluar su desempeño, reflexionar acerca de la labor que cumplen y mejorar la calidad en la educación.
El hecho de plantear que los profesores deban reflexionar acerca de la labor que ejercen no implica dentro de este marco que ellos mismos puedan incidir en la producción de criterios en la selección de los contenidos que enseñan. Estos contenidos merecen ser pensados no sólo por especialistas y técnicos, también por los mismos que los implementan en la sala de clases. Hace falta poner importancia no sólo en conocimientos básicos (que finalmente buscan formar sujetos que contribuyan a una buena práctica social), es igualmente necesario formar con valores y principios que los ayude a sí mismos, que los guíe como personas y fomentar experiencias significativas que hagan que su período de escolarización sea una etapa importante en la vida. “Este conocer que no es puramente académico-intelectual, sino que también valórico y afectivo, debiese significar para el docente las actividades de enseñanza y aprendizaje como acciones colaborativas y como una permanente instancia de búsqueda en equipo de la relación conocimiento y realidad, teoría y acción, reflexión crítica-transformadora,” (Pinto, 2012:119).
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