Análisis de Bar La Ópera

Bar La Opera

Este es una cantina ubicada en el centro histórico de la Ciudad de México, entre la avenida 5 Mayo y Filomeno Mata desde 1900. Es una de las cantinas mas antiguas y con mas tradición en México. Cuenta con inmueble único, antiguo estilo francés, conservando la decoración en sillas y sillones de madera forrados con terciopelo rojo y la madera tallada con motivos de la fecha en que se hicieron, la barra de la cantina de 10 metros de largo, fue traída desde Nueva Orleans con tallados de la época, única en el mundo.

Es un punto que como tùrista, forzosamente se tiene que visitar, diferentes personalidades del mundo del espectáculo y político se han deleitado con este lugar.

Esta cantina es a simple vista un lugar lleno de historia y secretos, uno de ellos es el orificio que hizo el revolucionario Francisco Villa con un balazo en 1914, se dice que a causa de su euforia fue que disparo con su pistola al aire, esto hace que el Bar cobre un sentido aun mas histórico.

Esta cantina, después de ser frecuentada por aristócratas, era un punto de encuentro para los revolucionaros, al visitar México solían ir a los lugares de entretenimiento de aquella época, y este era uno de los mas concurridos, un restaurante de abolengo. No se les daba servicio ni entrada a las mujeres en el salón principal, ellas entraban por la parte trasera, un apartado que tenia su propia entrada en la calle, hoy en día no esta en servicio, este apartado tenia un baño exclusivo para damas, en la actualidad es muy notoria la diferencia que se hacia en esos tiempos, el baño de hombres tiene una gran entrada y da a la puerta principal, el de mujeres esta escondido se reconoce solo por el letrero de “Señoras”, es pequeño y ligeramente hundido.

Se dice que antes de ser el Bar La Opera, era una pastelería concurrida por la aristocracia porfiriana, propiedad de unas señoritas francesas dedicadas a la repostería, que para la época era de gran popularidad sobre todo en la 5 de Mayo que era una de las calles principales que se prestaba para paseos familiares.

Al paso del tiempo la cantina se conservo intacta pero el bar paso a manos del sindicato de empleados de cantinas en 1973 a raíz de la mala administración, en este año, lo rescata la familia Escudero que hasta la fecha son propietarios del lugar.

Es considerado el lugar del buen beber y del buen comer, La Opera es considerado una joya de la nación por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Se le reconoce por su alta cocina y variedad en platillos mexicanos y españoles. La especialidad de la casa son los caracoles al chipotle.

En la actualidad los clientes visitan el lugar para comer o cenar, en ocasiones solo para beber algo de su preferencia y conocer el lugar y el sonado balazo de villa.

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