Analisis Etica Y Valores
Enviado por marcarive • 2 de Noviembre de 2011 • 5.982 Palabras (24 Páginas) • 2.918 Visitas
Análisis de la ética y los valores en el proceso de creación del servicio civil de carrera en la administración pública
Introducción.
Hoy día ante la necesidad de trasparentar la función pública es primordial que se tome en consideración el análisis y el papel de la Ética y los valores en dicho proceso de profesionalización de los servidores públicos.
La ética entendida como la disciplina relativa a lo bueno y lo malo, al deber y obligación moral; por su parte la ética personal se refiere a las reglas conforme a las cuales un individuo conduce su vida personal, la ética en la función pública tiene que ver con la verdad, la justicia esta última posee aspectos, como las expectativas de la sociedad, la competencia leal, la publicidad, las relaciones públicas, las responsabilidades sociales, la autonomía de los consumidores y el comportamiento de los miembros de la función pública.
La ética entonces deberá tener el propósito de perfilar una actitud de servicio mediante la instalación de valores que hacen la esencia misma de la función pública, en la base de cómo debe ser la Administración Pública, qué se espera de los miembros de ésta, cómo debe ser su conducta, también la ética debe dotar a los ciudadanos de los parámetros para valorar la
conducta de los servidores públicos.
El objetivo de este trabajo es analizar los principales avances del proyecto de Servicio Civil de Carrera de la Administración Pública de Puebla y su relación con la que actualmente se denomina Ética Pública.
Las partes que componen al mismo inician con un recorrido con los más importantes pensadores quienes han propuesto un significado de la Ética durante el proceso histórico de la sociedad; desde Grecia hasta el siglo XX; una parte mas se refiere al servicio civil y su importancia para nuestro país y en particular para el Estado de Puebla; una tercera parte se refiere a los elementos que conforman a dicho servicio y por último nos enfocamos al servicio civil de carrera en la administración pública en Puebla.
La Definición de la Ética.
Etica (del griego ethika, de ethos, ‘comportamiento’, ‘costumbre’), principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral (del latín mores,‘costumbre’) y por extensión, el estudio de esos principios a veces llamado filosofía moral.
La ética, como una rama de la filosofía, está considerada como una ciencia normativa, porque se ocupa de las normas de la conducta humana, y para distinguirse de las ciencias formales, como las matemáticas y la lógica, y de las ciencias empíricas, como la química y la física. Las ciencias empíricas sociales, sin embargo, incluyendo la psicología, chocan en algunos puntos con los intereses de la ética ya que ambas estudian la conducta social.
Por ejemplo, las ciencias sociales a menudo procuran determinar la relación entre principios éticos particulares y la conducta social, e investigar las condiciones culturales que contribuyen a la formación de esos principios1.
Ahora bien los principios éticos han sido presentados por los filósofos que han intentado determinar la bondad en la conducta de acuerdo con dos principios fundamentales y han considerado algunos tipos de conducta buenos en sí mismos o buenos porque se adaptan a un modelo moral concreto. El primero implica un valor final o summum bonum, deseable en sí mismo y no sólo como un medio para alcanzar un fin. En la historia de la ética hay tres modelos de conducta principales, cada uno de los cuales ha sido propuesto por varios grupos o individuos como el bien más elevado: la felicidad o placer; el deber, la virtud o la obligación y la perfección, el más completo desarrollo de las potencialidades humanas.
Dependiendo del marco social, la autoridad invocada para una buena conducta es la voluntad de una deidad, el modelo de la naturaleza o el dominio de la razón. Cuando la voluntad de una deidad es la autoridad, la obediencia a los mandamientos divinos o a los textos bíblicos supone la pauta de conducta aceptada. Si el modelo de autoridad es la naturaleza, la pauta es la conformidad con las cualidades atribuidas a la naturaleza humana. Cuando rige la razón, se espera que la conducta moral resulte del pensamiento racional
En la antigüedad las escuelas griegas de ética surgieron posterior a las enseñanzas de Sócrates, cuatro de estas escuelas fueron creadas por sus discípulos inmediatos: los cínicos, los cirenaicos, los megáricos (escuela fundada por Euclides de Megara) y los platónicos.
Los cínicos, en especial el filósofo Antístenes, afirmaban que la esencia de la virtud, el bien único, es el autocontrol, y que esto se puede inculcar. Los cínicos despreciaban el placer, que consideraban el mal si era aceptado como una guía de conducta. Juzgaban todo orgullo como un vicio, incluyendo el orgullo en la apariencia, o limpieza. Se cuenta que Sócrates dijo a Antístenes: “Puedo ver tu orgullo a través de los agujeros de tu capa”.
Los cirenaicos, sobre todo Aristipo de Cirene, eran hedonistas y creían que el placer era el bien mayor (en tanto en cuanto no dominara la vida de cada uno), que ningún tipo de placeres superior a otro y, por ello, que sólo es mensurable en grado y duración.
Los megáricos, seguidores de Euclides, propusieron que aunque el bien puede ser llamado sabiduría, Dios o razón, es ‘uno’ y que el Bien es el secreto final del Universo que sólo puede ser revelado mediante el estudio lógico.
Según Platón, el bien es un elemento esencial de la realidad. El mal no existe en sí mismo, sino como reflejo imperfecto de lo real, que es el bien. En sus Diálogos (primera mitad del bsiglo IV a.C.) mantiene que la virtud humana descansa en la aptitud de una persona para llevar a cabo su propia función en el mundo. El alma humana está compuesta por tres elementos —el intelecto, la voluntad y la emoción— cada uno de los cuales posee una virtud específica en la persona buena y juega un papel específico. La virtud del intelecto es
la sabiduría, o el conocimiento de los fines de la vida; la de la voluntad es el valor, la capacidad de actuar, y la de las emociones es la templanza, o el autocontrol.
La virtud última, la justicia, es la relación armoniosa entre todas las demás, cuando cada parte del alma cumple su tarea apropiada y guarda el lugar que le corresponde. Platón mantenía que el intelecto ha de ser el soberano, la voluntad figuraría en segundo lugar y las emociones en el tercer estrato, sujetas al intelecto y a la voluntad. La persona justa, cuya vida está guiada por este orden, es por lo tanto una persona buena.
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