Analogia del rol del maestro

ANALOGÍA SOBRE EL ROL DEL MAESTRO

El maestro juega un rol importante en nuestra sociedad tanto en el desarrollo académico, como en el ámbito cultural y social. Es por esto que éste rol, va cambiando junto con las nuevas generaciones, ya que los conocimientos que se tienen en la actualidad sobre el aprendizaje es mucho más amplio y enriquecedor para el maestro.

Han existido en la historia del mundo muchos pensadores, filósofos, psicólogos y médicos, interesados en el tema de la educación, ya que ésta cambia constantemente.

La educación siempre ha existido, quizá no como el concepto mismo, sin embargo, hablando de hace siglos atrás, los maestros lo encontrábamos en nuestro propio núcleo familiar, y nos enseñaban a sobrevivir con los recursos de la época. El concepto de maestro como tal comenzó en la antigüedad junto a Sócrates quién estableció los conceptos maestro-discípulo. Estos conceptos se basaban en el traspaso de conocimientos, la idea era sacar de la ignorancia al discipulo para así poder buscar la "verdad" ^[1]por sí mismos.

Ya en épocas más actuales, se ejercía el conductismo, el cual se basaba (muy resumidamente) fundamentalmente en condicionar todo proceso de enseñanza-aprendizaje, es decir, por la relación asociada que existe entre la respuesta y el estímulo que la provoca. Éste tipo de enseñanza se ha ido derrocando gracias a nuevos autores e interesados, tales como; Paulo Freire, Gabriel Castillo, Lucila Godoy Alcayaga, Carl Rogers, entre otros, quienes postulan y definen al proceso educativo como cooperativo, en el cual se debe tomar en cuenta el contexto social, cultural y político, además de los sentimientos de cada individuo. El maestro debe ser una persona en constante formación, tanto académica como espiritualmente.

En base a todos estos datos que he podido recolectar durante mis años de estudios de educación parvularia y además este poco tiempo en el cual he estado cursando esta licenciatura en educación, es que puedo decir que es un error seguir pensando en que los "educandos" son como una tabla rasa, según John Locke postulaba, y que nosotros debemos introducir conceptos y conocimientos en base a lo que nos exigen nuestros superiores, sino que debemos generar experiencias que sean significativas para ellos, y para esto debemos tomar en cuenta todo su ser, sus experiencias previas, sus sentimientos en el momento de entregar éstas nuevas experiencias y en base a esto, también nutrir nuestra labor como maestras. Aprendiendo a generar confianza en el niño/a,  y como dice Carl Rogers, debemos ser sinceros con ellos y con nosotros mismos y saber actuar frente a distintas situaciones, de manera natural y no fingida. En mi caso, muchas veces se cree que trabajar con niños en edad preescolar debe ser todo miel sobre hojuelas, juego y felicidad, tanto los niños como la maestra. Sin embargo, en mi corta experiencia laboral,  creo que con párvulos si se puede trabajar en base a distintos sentimientos, tanto positivos como negativos, y que la educadora se muestre humana con ellos, es decir, comentar si tiene tristeza, enojo, felicidad, etc. Hace que los párvulos se sientan en un lugar seguro, en el cual, tanto adultos como sus pares, sienten al igual que ellos, y demuestran de distintas maneras estos sentimientos.

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