Anatomía y Función
Enviado por Clau2708 • 14 de Mayo de 2015 • Trabajo • 1.359 Palabras (6 Páginas) • 259 Visitas
Introducción
Las distensiones musculares de los isquiotibiales son prevalentes y muchas veces, recurrentes en el marco de la actividad física. Comprender su anatomía y su extraña biomecánica es esencial para la prevención, diagnóstico y/o recuperación de dicha lesión muscular. Se sabe que es difícil esta comprensión debida a las complejidades que tiene la estructura muscular del muslo, ya que interviene en dos articulaciones, la cadera y la rodilla. Por eso, conocer los factores causantes de esta lesión, muchas veces poco claros de establecer, es clave para la óptima recuperación.
Anatomía y Función
La musculatura de la cara dorsal del muslo, los músculos isquitibiales, desempeña principalmente funciones de movimiento dinámico y, por ello, está dividida de forma distinta a la musculatura extensora de la rodilla, la cual realiza una función más estática y dirigida a la estabilidad. Los isquitibiales consisten en tres músculos que recorren desde la articulación de la cadera hasta la de la rodilla, y que asisten en la extensión de la primera y en la flexión de la segunda, respectivamente: el músculo semitendinoso, el semimembranoso y el bíceps crural. Tanto el semitendinoso como el semimembranoso son inervados por ramas de la porción tibial del nervio ciático, cuyas fibras provienen de L5, S1 y S2. El bíceps crural, en cambio, su porción larga es inervada por dos ramas de la porción tibial del nervio ciático y la porción corta es inervada por ramas de la porción peronea del nervio ciático. Los tres músculos tienen su origen en la tuberosidad isquiática en la cadera, menos la porción corta del bíceps crural que se origina en el labio externo de la línea áspera del fémur. Luego, el semitendinoso se inserta en la cara interna de la tibia, el semimembranoso lo hace en el cóndilo interno de la tibia, y el bíceps crural en la cabeza del peroné siendo el único de los tres músculos que no llega a la tibia, de allí, que no es esencialmente un músculo isquiotibial, aunque funcionalmente sí, resultando el semimembranoso el que forma la parte principal de la masa del grupo muscular en cuestión. Por su anatomía, estos músculos son biarticulares, es decir, atraviesan dos articulaciones, originando una cinética importante en ellas, en este caso, en la cadera y en la rodilla.
Las fibras individuales están formadas por haces filamentosas que recorren toda la longitud de la fibra. Estas haces reciben el nombre de miofibrillas con un diámetro de 1 a 2 micrómetros. Cada miofibrilla consta de una unidad morfofuncional que se repite conocida como sarcómero; la alineación de los sarcómeros de las miofibrillas adyacentes da lugar a las estriaciones características del músculo esquelético. El sarcómero es la unidad contráctil fundamental del músculo esquelético con una longitud de 2 micrómetros y cada miofibrilla está compuesta por muchos sarcómeros. Las fibras individuales están rodeadas de una capa de tejido conjuntivo denominada endomisio. Estas fibras forman grupos y están rodeadas del perimisio formando haces o fascículos. Alrededor de todo el músculo hay una vaina de tejido conjuntivo llamada epimisio o fascia y que une entre sí los distintos fascículos.
Las lesiones musculares en el ámbito deportivo son muy frecuentes ya que el deportista se ve expuesto a una exigencia diaria de su musculatura en general, dicha lesiones varían según su grado afectación y estructura pero las lesiones isquiotibiales se producen cuando este grupo muscular desacelera la extensión de la rodilla, el musculo produce fuerza mientras se estira, es decir, desarrolla un estiramiento excéntrico, este grupo de músculos no tiene la suficiente fuerza y por ende nos es capaz de soportar esta tensión y es la razón de que se produzca una rotura, esta lesión del musculo se ve relacionada y/o acompañada por factores como el grado de fatiga muscular, defectos en el calentamiento o entrenamiento antes y después de realizar el deporte, también por la condiciones ambientales de la competencia, por un desequilibrio dietético, estiramientos mal realizados y la velocidad en la que se ve sometida el musculo durante la fase de estiramiento; todos estos
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