Aniversario de el discurso del Presidente de la Junta de honor de la decimoctava aniversario de los negocios de la vida

DISCURSO DE ANIVERSARIO DE EMPRESA

(Orador: Presidente del Directorio)

Estimados señores miembros del Directorio de nuestra distinguida empresa, estimados colegas y amigos en general, quiero expresar en particular el honor que para mi representa poder estar aquí esta noche frente a ustedes, para transmitirles con mucho orgullo, en este día tan especial para nosotros que constituimos esta gran empresa, un gran saludo sincero y con el más profundo sentimiento de satisfacción, por motivo de nuestro Decimo octavo aniversario de vida empresarial.

Quiero evocar algunas anécdotas dignas de estar registradas en la historia de nuestra empresa a lo largo de su desarrollo, que han permitido marcar la ruta y que hoy en día nos permite reflexionar que ante situaciones, muchas veces complicadas y difíciles, pudimos salir airosos y fortalecidos para seguir con los objetivos que desde nuestra fundación establecimos con el más estricto compromiso: SER LOS MEJORES DEL MERCADO.

Es sin duda reconocer, que en la actualidad las condiciones respecto al riesgo país son favorables para la inversión, pero es más destacable señalar que el secreto de nuestro éxito no solo se debe a ello, si no al compromiso que cada uno de ustedes han puesto y ponen para con la empresa, estoy convencido, que el factor humano en cualquier tipo de organización es un elemento fundamental para el crecimiento o nó de una empresa, y nosotros hemos comprendido eso, es por ello que quiero esta noche, invocar a todos ustedes a refrescar y renovar ese compromiso institucional, para ser aún mejores y cada vez más competitivos.

Quiero terminar diciendo aquellas palabras de Jorge Chávez, uno de los personajes más emblemáticos de nuestra historia que sintiéndose seguro de su vocación de piloto desde pequeño, murió diciendo: “…arriba, siempre arriba hasta las estrellas”, y así como él sintámonos seguros que estamos donde pertenecemos, y nuestro vuelo al andar no tiene límites. Y no olviden que los frutos recogidos el dí

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