Anorexia Y Bulimia
Enviado por moraan78 • 10 de Octubre de 2013 • 4.299 Palabras (18 Páginas) • 326 Visitas
DEDICATORIA
A Dios, porque siempre está con nosotros, en cada paso que damos y en cada proyecto que realizamos.
A mis padres y hermanos, por estar siempre presente cuando los necesito, por cada muestra de cariño y amor, siempre apoyándome a seguir adelante y a luchar por conseguir el éxito.
A mis maestros, por sembrar en mi la semilla del conocimiento, cuidando que de fruto.
OBJETIVOS
Que este trabajo de investigación sirva no tan solo para informar, sino para que tanto hombres como mujeres estén informados sobre esta enfermedad que hoy día se ha puesto de moda.
Ayudar a todas y todos aquellos adolescentes que se encuentren dentro de este grupo de enfermos, para que conozcan la manera de buscar ayuda para salir adelante.
Proporcionar la información sobre los centros de ayuda y los tratamientos a seguir para evitar la enfermedad y como controlarla.
INTRODUCCIÓN
Existe una nueva epidemia que está amenazando la salud e, incluso, la vida de los adolescentes a nivel mundial: la anorexia y la bulimia.
La importancia que se concede al aspecto físico en la cultura occidental influye a muchas personas que se sienten descontentas con su imagen.
Antes de hablar de los síntomas de estos trastornos, me gustaría que reflexionemos acerca de nuestra cultura y de una etapa de la vida bastante complicada, la adolescencia. Parece que tanto la anorexia como la bulimia son especialmente frecuentes desde los años 80, en la cultura de los países desarrollados y en la segunda década de la vida.
Los medios de comunicación tienen mucho que ver con todo esto: constantemente nos llueven mensajes acerca de lo que constituye ser una persona atractiva y de éxito, especialmente dirigidos a las chicas. La belleza física aparece siempre asociada al éxito social y profesional. Todos conocemos los nombres de las top-models, pero a casi nadie le suenan los nombres de mujeres con logros personales tan importantes como descubrir tratamientos eficaces para una enfermedad o defender los derechos humanos. Las librerías, los programas de televisión, las películas nos ofrecen abundantes modelos de cuerpo ideal que no son de ningún modo ideales: primero porque muchas veces los modelos son montajes de varias fotos retocadas y no existen en la realidad; y segundo, porque es subestimar a las personas el condenarlas al éxito o al fracaso por uno solo de sus múltiples atributos, el aspecto, que además es una de las características más determinadas genéticamente y por lo tanto menos controlable (talla y peso). De la misma forma que se nos recuerda cómo debemos ser (altos, estilizados, guapos, vestidos a la última) se nos sugiere cómo podemos conseguirlo: dietas milagrosas, operaciones de cirugía estética, productos de belleza y ropa de esa que llevan las escuálidas modelos que vemos en los desfiles. ¿Te has dado cuenta de que todas las propuestas son bastante caras, y que no se nos ofrecen alternativas más económicas y saludables como hacer ejercicio, comer de forma equilibrada o simplemente dejar de preocuparnos tanto por nuestro aspecto y dedicarnos a cosas más interesantes para resultar más atractivos?.
Por todo esto hablar de anorexia y bulimia es cuestionar nuestra cultura. Necesitamos una renovación de nuestros valores y de nuestras conductas. Necesitamos, sobre todo, definir lo atractivo con parámetros más amplios, para que la mayoría de las personas, y no sólo una pequeñísima parte, pueda sentirse bien con su apariencia personal. Necesitamos poner énfasis en otras características (ingenio, integridad, talento, inteligencia, sentido del humor...) a la hora de evaluar la valía de las personas. En este sentido las medidas que desde el mundo de la política, de la moda o de la salud se están tomando son prometedoras porque van dirigidas a la raíz de estos problemas.
¿Y porqué los adolescentes son los más vulnerables? Seguro que si lo piensas podrás identificar bastantes factores de riesgo: una gran sensibilidad a la opinión de los demás, una cierta inseguridad respecto a lo que nos gusta y lo que queremos que nos lleva a seguir las modas, cambios físicos que nos hacen dudar de nuestro aspecto, tiempo libre para consumir mucha televisión y ser el blanco favorito de la publicidad...
Prácticamente todo el mundo tiene algún motivo de queja relacionado con su cuerpo, algún rasgo o alguna parte que le resulta desagradable y trata de disimular. Esto no es nada patológico. Al contrario, una de las mejores cosas que podemos hacer para mejorar nuestro aspecto es conocer nuestros defectillos y tratar de que no se noten demasiado, a la vez que conocemos nuestros puntos fuertes y sabemos resaltarlos. En este sentido los chicos y las chicas difieren bastante: mientras que ellos suelen evaluar sus cuerpos de forma realista, las chicas nos vemos habitualmente como más gordas y menos atractivas de lo que nos ven los demás. Nuestra queja más frecuente es acerca de la grasa, que se acumula en mayor proporción en nuestros cuerpos desde la pubertad como parte de nuestro proceso de desarrollo natural. Esta distorsión de la imagen incrementada en las chicas se debe en gran medida a razones sociales y educativas.
Les hago las siguientes sugerencias para sentirnos bien con nuestro propio cuerpo:
Cuando te mires al espejo, asegúrate de percibir qué es lo que te gusta de tu apariencia y recuérdatelo.
Rompe el hábito de comparar tu apariencia con la de los demás.
No comentes o critiques la apariencia de los demás.
Aprende a vestirte cómodamente, antes que a la moda.
Cuando conozcas a otros, céntrate en algo concreto al margen de tu apariencia: esfuérzate por ser interesante, ingenioso, simpático y una persona que sabe escuchar.
Elogia a las personas por otras razones que no sean la apariencia física.
Aprende a valorarte a ti mismo por otras cosas que no sean tu apariencia.
Anorexia nerviosa:
¿Qué es?
La anorexia nerviosa es un desorden alimenticio y psicológico a la vez. Esta condición va más allá del control del peso: el enfermo inicia un régimen alimenticio para perder peso hasta que esto se convierte en un símbolo de poder y control. De esta forma, el individuo llega al borde de la inanición con el objetivo de sentir dominio sobre su propio cuerpo. Esta obsesión es similar a una adicción a cualquier tipo de droga o sustancia. Hoy
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