Antecedentes Del Conflicto 2006 Oaxaca
Enviado por MarianoIbG • 28 de Febrero de 2015 • 1.067 Palabras (5 Páginas) • 246 Visitas
ANTECEDENTES DEL CONFLICTO MAGISTERIAL DEL 2006
• Gobierno no es verdugo, pero tampoco salvador
No sorprende que ante cualquier gesto de beligerancia de la Sección 22 del SNTE, propios y extraños se asusten y crean que en cualquier momento podría ocurrir una repetición del conflicto magisterial de 2006. Aunque el sindicato magisterial en Oaxaca fue uno de los actores fundamentales de aquel episodio, es claro que en términos objetivos, aún con una posible beligerancia magisterial hoy no existen, ni cercanamente, las condiciones para un nuevo episodio de sinrazón e inconformidad en Oaxaca.
Varios son los factores que llaman la atención. Por un lado, resulta particularmente llamativo que se intente explicar la imposibilidad de que ocurra un nuevo conflicto magisterial, solamente a partir de las manos en que se encuentra el gobierno estatal, y la legitimidad electoral del gobernador Gabino Cué Monteagudo. Aunque es cierto que por sí solo ese es un factor de distención, también lo es que este no es el único elemento que verdaderamente podría distender, o inhibir, la formación de una nueva revuelta social.
En la contraparte, sin embargo, también hay aspectos que son particularmente llamativos. Uno de ellos, es el alimento que, para el ego y la capacidad presión y amague de la Sección 22, constituye el miedo ciudadano y el alarmismo de algunos medios de información.
En los primeros, es perfectamente comprensible: luego de haber vivido siete meses de un conflicto violento, que parecía no tener fin, y que afectó y aterrorizó a todos por igual, cualquier ciudadano de cualquier ciudad del mundo viviría con el temor de que una circunstancia similar, desatara una crisis social de las mismas dimensiones.
Empero, en los segundos, parece claro que todo resulta ser un elemento de conveniencia e incluso de manipulación. Pocos como algunos medios de la capital del país, ayudaron tanto a la Sección 22 y los grupos que en 2006 se rebelaron contra el gobierno estatal.
Y es que si en aquellos momentos algunas empresas informativas fueron copartícipes del conflicto al remarcar la información sobre la violencia, sobre los actos de represión y sobre los enfrentamientos, con tal de ganar y sostener morbosamente a su audiencia, hoy más de uno de esos medios se pregunta si podrían renovarse aquellos episodios, con tal de sacar ellos sus propias ganancias.
Todo eso, en realidad, no hace sino incrementar la capacidad de amague y presión de la Sección 22. Es claro que, en esa lógica, hoy el sindicato magisterial esgrime la amenaza sobre una revuelta popular cada que no se le cumple una promesa o capricho, como lo hace una mamá frente a su hijo con el “coco”, cada vez que éste no obedece una orden o cumple con alguna de sus responsabilidades.
El problema, en realidad, es que la gran mayoría en Oaxaca hoy vive asustada con el “coco” de la Sección 22. Si bien es cierto que ellos fueron una fuerza determinante para encabezar y sostener el conflicto popular de 2006, también lo es que la revuelta popular de aquel año fue mucho más que la demanda o el amague del magisterio, y que por esa razón resulta un engaño, un engrandecimiento malamente inmerecido, e incluso una autoflagelación de los oaxaqueños, el asumir a pie juntillas que fue sólo
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