Análisis Migratorio

“Es infinitamente más bello dejarse engañar diez veces que perder una vez la FE en la humanidad” (Hein Zschokke)

A casi un año de la entrada en vigor de la Ley de Migración 25 de Mayo de 2011 y teniendo por obligación el Ejecutivo Federal, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos Lic. Felipe Calderón Hinojosa, 180 días para expedir su Reglamento, tendremos que hacernos la misma pregunta que en su análisis el Dr. Adolfo A. Laborde Carranco, Director de la Licenciatura en Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, ¿Porqué se promulga una ley sin su respectivo Reglamento, que le dé sentido y operatividad?

La Ley de Migración se divide en ocho títulos y 21 capítulos, que van desde las disposiciones preliminares, derechos y obligaciones de los migrantes y del Estado Mexicano, atribuciones de la Secretaría de Gobernación y autoridades auxiliares; las disposiciones orientadas a normar el movimiento internacional de personas y la estancia de los extranjeros en territorio nacional; disposiciones normativas relativas a la protección de los migrantes que transitan por el territorio nacional, donde destaca la celebración de convenios de la SEGOB con los tres órdenes de gobierno, la sociedad civil y los particulares; lo relativo al Procedimiento Administrativo Migratorio en el ejercicio de las funciones de control, revisión y verificación migratoria y el alojamiento temporal en las Estaciones Migratorias para concluir con los Procedimientos de Aseguramiento y Deportación; el título séptimo en donde se establece en sistema de sanciones para los servidores públicos del INM; para finalizar con el último título en donde se especifican los medios comisivos para la tipificación del delito de tráfico de indocumentados y se incluye como agravante cuando se trata de niños, niñas y adolescentes.

Lo anterior es la esencia de la Ley, pero aún no se reglamenta, la ley nos dice que hacer pero no nos dice cómo hacer, generando en la práctica confusiones tanto por parte de los funcionarios como de los mismos usuarios que son los extranjeros.

Es importante mencionar el gran logro de nuestro gobierno de adecuar la política migratoria a los nuevos retos de este fenómeno llamado migración, ya que obvio la Ley General de Población creada en 1974 no estaba acorde a los cambios, a la globalización y en realidad al verdadero sentido de nuestro país. México no sólo es un territorio de emigración, inmigración, refugio, tránsito. México no ha sido un país de destino, pero tiene una importante ubicación geográfica y estratégica.

Esta inmigración a México comenzó en el siglo XIX. El país no ha buscado históricamente la inmigración masiva, sino que ha sido foco de atracción de una inmigración más selectiva a la que se suma esta vieja tradición de asilo político, por persecución religiosa o ideológica.

A pesar de las desigualdades sociales, este país ofrece grandes posibilidades de convertirse en millonario, siendo un atractivo de la inmigración extranjera debido a un número mayúsculo de consumidores en todos los rubros, hasta los productos más sofisticados y lujosos son comprados en el país, superando a todas las naciones latinoamericanas en la venta de artículos de vanidad. El México del siglo XXI ya no se caracteriza por esta vieja tradición hospitalaria, de asilo, sino más bien por el comercio, convirtiéndose en un paso obligatorio por un tiempo indefinido para después inmigrar nuevamente con rumbo a los Estados Unidos de América (wikipedia.org).

La pregunta a formular ¿No sería importante reestructurar en cada uno de nosotros los mexicanos y mexicanas, el espíritu que tuvieron los legisladores para crear la Ley de Migración y lograr entenderla mejor?

El gobierno mexicano calcula un promedio de más de un millón de entradas documentadas y salidas por su frontera norte. Un promedio de 1.5 millones de personas también cruzan nuestra frontera sur cada año. Esto significa casi un total de 400 millones de cruces territoriales cada año (cifras estadísticas INM).

Estos cruces de la frontera sur son los más preocupantes, ya que se convierten en una población importante en las fronteras mexicanas que colindan con las fronteras norteamericanas. Por una parte, la Ley de Migración ofrece a los migrantes extranjeros un buen número de facilidades para que regularicen su estancia en territorio nacional, pero la realidad que viven estos migrantes es muy distinta a lo que los legisladores creen.

La realidad de estos migrantes es que gran parte de ellos, por no decir todos, llegan a nuestro país con muy pocas posibilidades de ingresar a una economía estable, la mayor parte de ellos, está dedicado al comercio informal. El artículo 67 del Título Quinto Capítulo Único de la Ley de Migración señala…Todos los migrantes en situación irregular tienen derecho a ser tratados sin discriminación alguna y con el debido respeto a sus derechos humanos. ¿Esto incluye darle empleo? Porque a final de cuentas ¿no es este el principal objetivo para dejar un país de origen, buscar un mejor nivel de vida?

La Ley de Migración en

...