Análisis Tras Las Huellas Del Betao Josemaría Escrivá
Enviado por juliomorita • 13 de Junio de 2014 • 1.904 Palabras (8 Páginas) • 220 Visitas
GUÍA DE LECTURA Y ANÁLISIS DEL LIBRO: TRAS LAS HUELLAS DEL BEATO JOSEMARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER (IDEAS PARA LA EDUCACIÓN)
(AUTOR: VICTOR GARCIA HOZ)
Detallo a continuación algunas de las ideas que considero importantes en estos cuatro capítulos.
Capítulo I: Preámbulo.
Es importante analizar el contexto personal de Víctor García Hoz. Nadie se imaginaría (si no ha leído el libro) que uno de los grandes pedagogos del siglo X tiene unos orígenes tan humildes. Sin embargo quería hacer notar algunas cosas que son importantes hacer notar.
La figura del padre trabajador definitivamente resulta muy importante para la vida de cualquier chico. Se limita hoy en día la palabra educación a títulos, doctorados y grados académicos. Sin embargo, a pesar de los pocos estudios realizados por el padre de Víctor, educó correctamente a su hijo, no solamente en teoría, con palabras (que se las lleva el viento) sino principalmente con el ejemplo. Las virtudes se aprenden principalmente con el ejemplo de los padres y definitivamente en él se encuentran muy desarrolladas. Creo que esto es clave en dos sucesos: en la comprensión del mensaje de la santificación del trabajo que recibe San Josemaría de Dios y en la aplicación de dicha doctrina a la pedagogía a través de la obra bien hecha.
Pero no solamente su padre tuvo una influencia notable. Su madre, también en su calidad de ama de casa, jugó un papel importante en ese acompañamiento de la formación. Desde su papel de ama de casa, pasando desapercibida, forma a Víctor como un hombre de bien. Esa complementariedad de figuras, ambas trabajadoras, ambas poseedoras de virtudes y ambas participando en la formación son un claro ejemplo de la importancia de los padres en el desarrollo de una persona humana.
Recalco también la sobriedad con que vivían. A pesar que no pasaban necesidades importantes, por lo que nos cuenta Víctor, vivían con lo necesario para vivir su vida sobria y templadamente. Pudiendo quizás darse algunos lujos o “vivir más holgadamente” tenían claro que la educación formal era sumamente importante para el desarrollo personal de sus hijos. De allí que encuentren en esa motivación, las fuerzas para sacrificarse y privarse no pocas veces, de lo material pero principalmente de la “compañía de sus hijos” que partieron lejos del pueblo para crecer como personas.
Me llama bastante la atención, que cuando se cuida desde pequeños la formación religiosa, de adultos no se encuentran barreras importantes que no puedan superarse. Decía San Josemaría que a los padres se les debe el 95% de una llamada de Dios para algo concreto y en la historia de muchos santos encontramos unos padres igualmente santos. La formación religiosa aunque depende de la inteligencia y la voluntad encuentra multitud de caminos que serán siempre bien recibidos si los padres han sembrado esa semilla desde pequeños. Con Víctor se cosechó aún después que sus padres mueren, pero no dudo que tuvieron una gran influencia en sus planteamientos.
Capítulo II: Encuentro con Don Josemaría Escrivá de Balaguer.
Al finalizar de leer este capítulo, vienen a mi mente algunas consideraciones que no puedo dejar de hacer notar.
En primer lugar, hay que dejarse formar en todas las áreas. Pese a que en el momento de conocer a San Josemaría, Víctor tenía ya unos estudios superiores para la media de su época, a la vez que tenía ya un trabajo estable, pudo caer en la tentación de esa “falsa superioridad y dominio de todas las cosas”. Muchos ejemplos hay ya de personas que se ciegan ante el éxito profesional y no encuentran únicamente motivaciones humanas para realizar su trabajo. Es en este momento donde nuevamente se descubre el valor de una enseñanza moral y religiosa adecuada en la infancia, puesto que Víctor siempre ha estado abierto a la Trascendencia y encuentra en la complicidad del Santo esa luz necesaria para poder desarrollar plenamente su misión.
Pocas personas tienen el agrado de poder manifestar que han recibido dirección espiritual de unos de los más grandes santos de nuestro tiempo. En palabras de Pablo VI, “Mons. Escrivá es uno de los santos que mayores gracias ha recibido del Espíritu Santo y que más las ha correspondido”. Con la labor incipiente de formación en la Obra, Víctor García se deja moldear cual barro en las manos de un escultor. Para ello es necesario la humildad.
Otra de las consideraciones que vienen a mi mente es la perseverancia en la formación. Muchas veces comenzamos proyectos que no podemos concluir. O peor aún nunca las comenzamos, que muchas veces es lo más difícil. Si Víctor se hubiera dejado llevar por respetos humanos y no habría seguido insistiendo en obtener dirección espiritual con el sacerdote Escrivá, quizás no habríamos tenido desarrollada una pedagogía como la que impulsó García Hoz: centrada en la persona humana pero sin olvidar las raíces divinas que la mueven.
Y por último que formación debe ser completa en todos los aspectos. Muchas personas poseen grandes conocimientos técnicos pero con una piedad de un niño que no ha hecho su primera comunión y con una vida interior (si se le puede llamar así) que se alimenta únicamente de los recuerdos (si existen) de cuando rezaba con su mamá. Por tanto el empeño que puso García Hoz en formarse doctrinal y espiritualmente le ha dado al desarrollo de su Modelo Pedagógico el componente humano y sobrenatural necesario para que pueda lograr el objetivo que busca toda persona: ser feliz.
Un gran santo y también un gran pedagogo como San Josemaría pudo influir notablemente en el desarrollo de un modelo que ha demostrado estar al centro de las necesidades de las personas. Y García Hoz sabía que solo se logra la formación
...