Análisis de la película Robinson

Al contrario, Robinson tuvo que controlar su temperamento a niveles casi ultra-humanos, para poder sentar las bases de lo que sería una apertura de la liga a jugadores "de color", terminando con las barreras que hasta ese entonces existían en el deporte.

Pero lo más extraordinario de Robinson es que su legado no es sencillamente el ser el primer jugador no-blanco en las ligas mayores, sino su talento, el cual no solo era innegable, sino que demostrable en sus cifras. Eventualmente Robinson fue admitido en el Salón de la Fama de Baseball, que para el que no sepa es quizás el más grande galardón que se otorga en ese deporte.

Y al igual que no fue el color de Robinson, sino su talento, lo que lo llevó a la cima, esta película es excelente no porque habla del racismo de esos días, sino porque la película se para sobre sus propios hombros. Es una película excelente en casi todos los sentidos.

La calidad de la película inicia con el actor que interpreta a Robinson, Chadwick Boseman, quien no solo hizo un papel excelente (digno de nominarse a un Oscar), sino además uno super carismático. Yo nunca conocí a Robinson en el terreno de juego, pero la película me dio la sensación como si ahora lo conozco, y eso solo lo logra una excelente actuación...

En la película como actor secundario también figura Harrison Ford, en un papel que me encontré a veces exagerado, pero que al pasar el tiempo gusta cada vez más. Lo verán en un papel bastante diferente al tipo que usualmente interpreta.

La película fue además muy bien dirigida (y escrita) por Brian Helgeland, y una cosa que creo debo destacar de la película fue la banda sonora de Mark Isham, el cual supo dotar de emoción casi todas las escenas de la película (logrando que me pasara la mitad de la película secándome las lágrimas - y sí, soy un llorón en el cine).

No dejen de verla, pues aparte de ser una historia real e interesante, está excelentemente bien realizada.

...