Análisis del libro La guerra de las imágenes

Capitulo 1 PUNTOS DE REFERENCIA

“Lunes 24 de octubre de 1492. Desde hace dos semanas, Cristobal Colón ha tocado tierra.” […] los primeros contactos con los pueblos de las islas habían puesto a los descubridores en contacto con seres y cosas que ignoraban por completo y que los habían sorprendido. No eran los tatuajes corporales, ni las cestas suspendidas de las vigas de las cabañas que contenían los cráneos de los antepasados de las tribus lo que llamó su atención, sino otros objetos: estatuas de mujeres y “las cabezas en manera de caratoña muy bien labradas. Esto era alrededor de lo que giraba su asombro y de los cuales surgirían mil y una dudas primeramente entre los tripulantes de los navíos y que poco a poco enviciaría a un grupo de sucesores encargados de desenmarañar todos los misterios y controversias que causaban dichos objetos. La principal pregunta, ¿eran objetos con fines de adoración, o simplemente decorativos?

Claramente los españoles al vislumbrar las riquezas existentes en las nuevas tierras no tardaron en formular ideas de conquista e imposición ya sea de lenguaje, creencias e imágenes, lo cual creo un conflicto interno que constaba de suprimir cualquier interés por dichos objetos de aquellas tribus, pues fuera del catolicismo, cualquier tipo de adoración se consideraba idolatría.

Con el tiempo se dieron cuenta que en realidad los indígenas reverenciaban objetos, dichos objetos llevaban el nombre de “zemíes” los cuales tenían funciones políticas, climáticas, terapéuticas, y hasta tenían un sexo. La fascinación llegó hasta el viejo continente y con el paso de las indagaciones se fue descubriendo que dichos objetos representaban algún tipo de espectros; aquellos objetos tenían cierta identidad asociada con vidas pasadas de las tribus, las cuales en ciertos momentos (según los habitantes de las tribus) hacían aparición y era la razón por la cual se les “homenajeaba” con figuras talladas de piedra, o madera. Esto claramente no gustó a los altos mandos y se comenzó a demonizar dichos objetos.

“En México, la imagen es un ídolo; arrancada a su espacio, por poco que su envío valga la pena, la misma imagen se vuelve una curiosidad inofensiva, bella y seductora, prueba y recordatorio de que la neutralización de las imágenes del adversario debe pasar sistemáticamente por su descontextualización” […]

Capítulo 6. DE LA ILUSTRACIÓN A TELEVISA

En el curso de la primera mitad del siglo XVIII La virgen de Guadalupe adquirió una difusión que ya no tuvo límites y se convirtió en patrona oficial de la ciudad de México. La población indígena comenzó a inundarse de devociones, supersticiones y mil variantes de una sola imagen a la cual se le atribuían milagros y lograba aumentar la fe del pueblo. Sin embargo en España se pasó del Barroco al despotismo ilustrado, lo que comenzó a tratar de disminuir en la Nueva España las imágenes y capillas que se consideraban “inútiles y superfluas. A pesar de ello, las comunidades indígenas rechazaron las nuevas trabas que se les imponían, resistiendo con todas sus fuerzas las prohibiciones y condenas, demostró que aún permanecían impermeables a la menor secularización.

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