Aplicación de la educación en salud

ÁMBITOS DE APLICACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN SALUD

Burgos Hernández Luis Eduardo

Escalante Vides María Alejandra

Gómez De La Cruz Laura Andrea

Meza Barrios Dayanis Yineth

Rodríguez Barrios Antonio Luis

Universidad del Atlántico

Facultad de Química y Farmacia

Programa de Farmacia

Puerto Colombia- Colombia

29 de Octubre de 2015

La educación en salud es un proceso que va encaminado a influir la conducta de los individuos con el fin de mejorar su salud.  La definición dada en la histórica Carta de Ottawa de 1986 es que la educación de la salud "consiste en proporcionar a la gente los medios necesarios para mejorar la salud y ejercer un mayor control sobre la misma".

La educación en salud surge como una respuesta del aumento en las tasas de morbilidad en la población; Los padecimientos mórbidos y crónicos se han vuelto de interés en la salud pública y en general, pues se ha demostrado la asociación de estos padecimientos con varias alteraciones y enfermedades físicas y  mentales; los cuales se manifiestan agudamente en la edad adulta, y se vuelven crónicos y degenerativos; resultando en altos costos para las personas y sus familias. Se presenta así una necesidad de atender y combatir los efectos de los estilos de vida poco saludables y de las conductas de riesgo que finalmente resulta en estos perjuicios al bienestar físico, económico y social.

Tanto el grupo de población saludable como el enfermo tienen derecho a beneficiarse de las acciones de la educación para la salud en cualquiera que sea el medio en que se encuentren, pero se debe considerar la necesidad de respetar las diferencias entre los sectores de actuación, teniendo en cuenta que cada uno de estos sectores presenta necesidades de salud específicas.  Es fundamental por lo tanto que los contenidos tratados  en los distintos ámbitos de actuación, aunque diferentes, sean coincidentes en cuanto al objetivo final, evitando mensajes contradictorios pues es  este el elemento más nocivo del proceso de modificación de comportamientos; por lo tanto es necesario que el equipo de profesionales responsables estén capacitados, sean competentes y además estén los suficientemente motivados.

Según Springett  ‘’los requisitos para realizar una intervención de calidad en promoción de salud son: disponer de recursos apropiados, la formación del personal y una cultura de mejora de la calidad en la organización promotora de la iniciativa’’; esto quiere decir que la formación es un elemento esencial para un buen desempeño del ejercicio profesional de calidad; sin ella difícilmente se pueden plantear objetivos profesionales para generar un cambio y satisfacer una necesidad. De la misma manera, para el desarrollo de la educación en salud y su práctica, es imprescindible incluso se ven condicionadas por una formación suficiente y coherente con el papel de los profesionales. Esta formación va encaminada principalmente a los titulados universitarios cuya carrera está relacionada con el cuidado de la salud y la educación con un enfoque humanístico y social.

En este sentido, el profesional Químico Farmacéutico se encuentra dentro del grupo de profesionales que pueden ejercer la educación en salud, ya que el QF presenta en su formación componentes socio-humanísticos y está comprometido a velar por la buena salud de una comunidad desde su campo laboral ¿Cómo lo hace?

Existen cuatro ámbitos dentro de las aplicaciones de la educación para la salud:

Ámbito familiar y comunidad

El medio familiar es un elemento imprescindible a tener en cuenta, puesto que reúne en su entorno las diferentes etapas de desarrollo en una población.
La familia constituye para el niño una fuente fundamental de aprendizaje, dado que es de estas personas de quien desarrollará su primer modelo de actitudes y comportamientos que determinaran su diario vivir. A medida que el niño crece este modelo se amplía a la influencia recibida en la comunidad, muy importante al comienzo de la adolescencia. Durante este periodo se inician la mayor parte de las conductas de riesgo, que desarrollarán en la etapa adulta, de allí la importancia de la colaboración en la familia, entonces desde nuestro campo laboral podemos influenciar los modos de vida de los padres de familia para que ellos desde su relación con sus hijos puedan modificar tempranamente sus actitudes para que estos lleven una vida sana. De igual modo las escuelas impactan sobre el desarrollo psicosocial del menor y sobre ellas también se puede realizar educación para la salud a través de trabajos de promoción en salud tales como salud oral, cuidado del cuerpo, alimentación saludable, ejercicio físico entre otros.

Ámbito hospitalario y asistencial

Partiendo de la idea que el químico farmacéutico es un profesional del área de la salud capaz de desarrollar su profesión no sólo en el campo industrial sino además en el asistencial, encontrándose este al servicio de la comunidad, tal se encuentra en la capacidad de guiar a pacientes clínicos e incluso si es posible a sus familia con charlas en pro de la salud, riesgos y beneficios que nos concede el buen cuidado de ella, que el hecho de tener un mejor estilo de vida  no es una pérdida de tiempo como algunos quizá piensan sino adaptarnos a un estilo de vida adecuado que ejercerá un impacto excelente sobre nuestra salud a corto, mediano y largo plazo.

Ámbito Escolar

Como sabemos, una buena parte de nuestra juventud transcurre en un ambiente educativo, el cual se encarga de brindarnos las herramientas básicas y fundamentales para relacionarnos, comportarnos y entender los modelos sociales a los cuales nos vamos a enfrentar más adelante. Esta etapa de nuestra vida es tan importante y vital en el desarrollo de una persona como la formación profesional, ya que es aquí en donde se adquieren las principales bases morales, éticas y comportamentales que serán determinantes al momento de tomar futuras decisiones. Pero cuando observamos los principales problemas de salud de los países desarrollados nos damos cuenta que derivan de los estilos de vida y que están relacionados con la alimentación y la nutrición; la salud mental, los accidentes, el ejercicio físico, el tabaco, el alcohol y las drogas, que entre el 17 y el 22% de los adolescentes menores de 18 años padecen problemas de desarrollo, emocionales y de conducta. Es entonces cuando nos damos cuenta que los sistemas educativos nos brindan las bases para cuidar nuestra internación con la sociedad, de nuestra formación profesional, de nuestra estabilidad económica, etc. Pero no nos brindan (de forma prioritaria e identificada) las bases para cuidar de nosotros mismos, para cuidar nuestra salud o de preservar un estado físico y mental óptimo. Por esta razón es preciso modificar estos estilos de vida negativos para alcanzar mejoras en la salud de la población.

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