Arquitectura Vernacula En Mexico
Enviado por panic • 16 de Noviembre de 2012 • 3.946 Palabras (16 Páginas) • 1.062 Visitas
ANALISIS TIPOLOGICO DE LA VIVIENDA VERNACULA EN LA PENINSULA DE YUCATAN
GENERALIDADES:
La arquitectura vernácula en la península de Yucatán en México tiende a su destrucción, específicamente en las expresiones de vivienda maya que están siendo amenazadas por la falta de generación, transmisión y valoración de conocimientos constructivos, así como por lo poco que ha sido estudiada su semiótica que relaciona la cosmovisión maya con el nombre de sus elementos estructurales.
Dentro de esta situación casi catastrófica, la arquitectura vernácula de los pueblos mayas se ha reformulado en una nueva expresión arquitectónica: "los tablados", con su génesis constructiva en la vivienda maya, ésta estructura vernácula efímera da cabida a la actividad taurina. Inmersa en los tiempos de la globalización y en función de las experiencias de esta región en particular, la corrida de toros se ha reformulado en sus prácticas y representaciones sociales.
Las dos manifestaciones vernáculas se expresan en un hecho arquitectónico. La vivienda maya en una arquitectura que por la poca conservación de su ser intangible (transmisión de conocimientos constructivos y semiótica arquitectónica) va en deterioro. Los tablados, que se ha reforzado en varios poblados mayas su tradición vinculada a fiestas y prácticas religiosas mayas y cristianas; ha sabido mantenerse vigente a pesar de su característica efímera, pues sólo existe por una semana en todo el año.
INTRODUCCIÓN.
En el multicultural país de México, una de las regiones que tiene mayor manifestación de su arquitectura vernácula es la península de Yucatán. Este hecho arquitectónico en sus expresiones de la vivienda maya, sigue siendo una opción de vivienda para muchos de los mayas que habitan en los estados de Campeche, Yucatán y en menor número Quintana Roo.
Lo anterior no expresa la importancia que tiene la casa maya, sino que es muestra de la pobreza con que viven sus habitantes, quienes en sus nuevas generaciones expresan: "vivo aquí porque soy pobre, si tuviera dinero no viviría aquí". Esto demuestra el concepto que le tiene a su propia vivienda; concepto que ha sido arraigado a través de los siglos en que el colonialismo ha disminuido a la vivienda de los mayas y a toda su expresión cultural. No en balde la vivienda maya ha sobrevivido a tantas agresiones, discriminaciones y exclusiones. Impacto que si bien, ha mermado el valor de la arquitectura vernácula, no ha impactado a toda la población que habita la vivienda maya, existiendo personas que conserva el apego a la casa maya, porque han constatado con toda una vida, las bondades de la misma.
Son los ancianos quienes mantienen vivo y transmiten los conocimientos de la técnica tradicional constructiva; no sólo de la casa maya sino de la otra expresión arquitectónica vernácula que tiene su génesis constructiva en la casa maya: los tablados. En contraparte a la casa maya, los constructores de las viviendas vernáculas, también se han convertido en Palqueros, trasladando sus conocimientos ancestrales a la construcción de una nueva expresión arquitectónica, que aunque efímera, manifiesta su ser vernáculo.
La práctica a través de los siglos, ha contribuido a la transmisión del conocimiento y saber del pueblo maya. La casa maya ha tenido una práctica constructiva que data, según los hallazgos arqueológicos, de aproximadamente 3000 años. Debemos de suponer que la vivienda maya tuvo muchos más años de perfeccionamiento en el proceso de prueba y error, que dio como resultado la vivienda con las características que hoy conocemos. Durante su existencia en el periodo mesoamericano fue construida y habitada por gran número de personas, lo que garantizó la permanencia de su tecnología. En el periodo virreinal el dominio de la técnica tradicional y su ejecución comunitaria por parte del pueblo maya fue benéfico para los españoles; en especial durante la movilización de los naturales que fue motivada por la necesidad de los españoles de tener mejor control de los mismos, pero también por una cierta idea de que para los indígenas esto era lo más conveniente. Aparentemente nunca pensaron, o si lo hicieron no le dieron importancia debida, lo que significa desarraigar a una población y llevarla a otro lugar en donde no hay nada que pueda considerar como original y propio de ella (De la Garza, 1983:109).
La facilidad con que el pueblo maya podía construir sus viviendas fue benéfica para los españoles. Para el pueblo maya fue la única posibilidad de contar con un espacio de identidad; un espacio el cual no les fue prohibido y que representaba parte de su cosmovisión.
Después del virreinato la construcción de viviendas siguió su ritmo natural, el pueblo maya continuó transmitiendo de generación en generación los conocimientos constructivos ancestrales. Así se mantuvo y logró subsistir aún en uno de los periodos más agresivos que ha sufrido este patrimonio vernáculo: el Porfiriato. El conocimiento y saber contenidos en las prácticas de la construcción de viviendas, las dinámicas socioculturales del solar y la milpa, fueron duramente agredidas con el encasillamiente de los mayas en las haciendas henequeneras. Durante la existencia de los milperos en las haciendas, y aún con mayor énfasis en las haciendas henequeneras, sufrió de una violencia cultural hacia sus usos y costumbres, su forma de vida se vio violentada y transformado sus hábitos, se intentó despojarle de lo poco que conservaba después del periodo virreinal. Y se le implantó a base de la esclavitud un concepto diferente del uso de la tierra (García, 1986:19).
Después de este periodo la casa maya se mantuvo vigente, y llega a nuestros días, no con el esplendor de sus tiempos pasados, sino con una carga cultural que la ubica dentro de la concepción de choza, que la excluye del concepto arquitectónico.
Paralela a la vida de la casa maya, y durante el virreinato, nace la nueva expresión vernácula de los mayas. Con la apropiación de una tradición que los españoles traen a Mesoamérica, y que a su vez les llegó de Creta, el sistema constructivo de la casa maya se reformula para construir el espacio que dará cobijo a la fiesta taurina. Al ser apropiada por los mayas, la tradición taurina se reinterpreta para tener cabida en la vida y la identidad del pueblo maya peninsular. No hay una concepción arquitectónica de gradas como en los anfiteatros griegos y romanos, sino de palcos, solución óptima que proporciona la estructura principal de la casa maya.
A diferencia de la casa maya que empieza un deterioro en su valoración y una disminución de su práctica constructiva, los tablados van arraigándose cada vez más en la identidad del pueblo maya de la península de Yucatán. Con una práctica constructiva
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