Bebes Diseñados

Bebes Diseñados

Desde hace más de 80 años se habla de niños creados y hechos a la medida según las necesidades inmediatas y futuras de las personas. El tratamiento de fecundación in vitro ha ofrecido a millones de parejas con problemas de fertilidad la posibilidad de tener un hijo.

Pero este caso la técnica consiste no solo en efectuar la fecundación en una probeta sino en seleccionar los embriones con el número correcto de cromosomas para aumentar las posibilidades de la pareja de tener un bebé sano.

Existe un temor generalizado que los bebes que resulten de los tratamientos de reproducción asistida puedan ser distintos a los bebes concebidos naturalmente. Este temor se ha expresado en periódicos, revistas y aún en la literatura médica. ¿Qué de cierto hay en ello?

Objetivo

La secuenciación de nueva generación permite a los médicos a cargo de fertilización in vitro seleccionar los embriones saludables y evitar la concepción de hijos con problemas genéticos.

Metodología

El procedimiento, que lleva el nombre de secuenciación de nueva generación permite que la pareja o madre que no tienen la capacidad por si solos de procrear un hijo o en tal caso prefieran verificar el estado del embrión antes de correr el riesgo de que él bebe salga mal, se sometan a la fertilización in vitro de varios embriones para que luego estos sean estudiados en un laboratorio donde se define el estado de salud de los mismos y uno de los embriones sanos es implantado en el vientre de la madre. Este método permite leer todo el genoma de forma rápida y relativamente barata, sin caer en los análisis de ADN que demandan más tiempo e inversión. Michael Glassner, asesor sobre esta práctica, agregó entusiasta: “Es difícil comprender lo revolucionario de este proceso, que puede incrementar la eficacia de embarazos en un 50% y reducir los abortos naturales en igual medida. En cinco años, esto será algo habitual, y todo aquel que solicite una fertilización in vitro podrá contar con este primer diagnóstico”.

Resultados

Como parte de un estudio internacional de la Universidad de Oxford, se ofreció a un matrimonio, revisar sus embriones in vitro para saber cuáles tenían un número anormal de cromosomas.

Las probabilidades de que un embrión tenga un número erróneo de cromosomas aumentan con la edad de la madre. Para las mujeres en sus 20, uno de cada 10 embriones podría tener un mal número de cromosomas, pero para las mujeres de más de 40, más del 75% de los embriones pueden estar mal.

Marybeth Scheidts y David Levy, padres de Connor, habían intentado concebir tres veces con un tratamiento llamado inseminación intrauterina, sin éxito, hasta que acudieron a la clínica Main Line Fertility en Pennsylvania donde Dagan Wells, especialista en fertilidad de la Universidad de Oxford, le ofreció revisar los embriones

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