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CAUDILLOS Y CONSPIRADORES


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2014  •  Ensayo  •  2.648 Palabras (11 Páginas)  •  1.323 Visitas

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CAUDILLOS Y CONSPIRADORES

...cuando ocurren los sucesos que conducen a la independencia (...) se generan pugnas interiores cuyo objeto es la toma del poder (...) La clase social más empinada y los soldados cuya estrella comienza a brillar en las guerras contra el imperio, pretenden ocupar el vacío dejado por los conquistadores. Pero para la consecución de la meta son buenos todos los derroteros y pueden utilizarse todas las doctrinas. Por lo menos así se colige de la manipulación del federalismo en el siglo XIX, durante la propia lucha de emancipación y en el período de la organización nacional (1983: 83).

Una vez lograda la independencia del yugo español, surgían cuadillos regionales que aupados por la población regional circundante, pensaban que era posible conducir o manejar el país, en la misma forma que manejaban sus haciendas particulares o manejaban a la peonada, y es así que cada uno a su manera trata de presidir el País, con el mismo látigo con que manejaba a sus peones en la hacienda o en el Fundo. Es por ello que se origina el caudillismo, y desde luego es con el paso del tiempo y la madurez de la población que se van logrando avances y en el Siglo XX, con la muerte de Juan Vicente Gómez, surge la Democracia, con presidentes que buscaban la participación de la mayoría, sin embargo, la verdadera participación todavía no se ha alcanzado en Venezuela, que resulta lo que logran los líderes que son la contraposición de los caudillos, por cuanto los líderes, tienen poder de convocatoria, pero buscan la participación de las minorías.

Una vez separada Venezuela de la Gran Colombia, la vida política del país siguió bajo la jefatura del General José Antonio Páez, nombrado Presidente Provisional en 1830 y Presidente Constitucional para el período 1831-183. Durante este gobierno se organizó la administración de la República de acuerdo con la Constitución sancionada por el Congreso de Valencia. El proceso político iniciado en 1830 se caracterizó por la pugna entre los caudillos salidos de la guerra de la independencia, los cuales van a representar a menudo, a los grupos políticos antagónicos que empezaron a definirse después de 1830. Estas pugnas entre los caudillos se resolvieron en última instancia por medio de las armas. Por eso podemos decir que las guerras civiles fueron la expresión política de nuestro desarrollo durante este periodo.

El gobierno encabezado por Páez después del pronunciamiento separatista, no ejercía autoridad real en todo el país. En provincias y regiones aisladas, imperaba el poder de los caudillos locales. El movimiento separatista había sido promovido y realizado por la oligarquía caraqueña y los caudillos militares del centro, encabezados por el General Páez. Fueron ellos los que convocaron el Congreso de 1830, desconocieron a Bolívar y pusieron a Páez al frente del gobierno. Estos hechos hicieron aflorar las viejas rivalidades de las provincias y en especial entre Caracas y las provincias orientales, que por razones históricas y dada la importancia que tenían en aquellos momentos, aspiraban una vez más a encabezar la República.

En los primeros treinta años de la República, la escena estuvo dominada por los dos caudillos más importantes de esa etapa: José Antonio Páez y José Tadeo Monagas. Después de 1863, año en que terminó la Guerra Federal , surgieron y se sucedieron en el poder nuevos caudillos rurales hasta 1935 en que murió el último de ellos y el de más larga hegemonía en nuestra historia: Juan Vicente Gómez

Durante este período, la alternabilidad a que se refieren las constituciones, no fue otra cosa que la alternabilidad entre los caudillos. Algunos de ellos se mantuvieron, directa o indirectamente, muchos años en el poder; otros pasaron por períodos breves.

Cuando se estudian los nombres de quienes ejercieron el poder durante el siglo pasado y las primeras décadas del presente, observamos como cinco de estos caudillos: Páez , Monagas , Guzmán Blanco , Castro y Gómez gobernaron más de ochenta años de los primeros cien de nuestra historia republicana

En los primeros treinta años de la República, la escena estuvo dominada por los dos caudillos más importantes de esa etapa: José Antonio Páez y José Tadeo Monagas. Después de 1863, año en que terminó la Guerra Federal , surgieron y se sucedieron en el poder nuevos caudillos rurales hasta 1935 en que murió el último de ellos y el de más larga hegemonía en nuestra historia: Juan Vicente Gómez .

Durante este período, la alternabilidad a que se refieren las constituciones, no fue otra cosa que la alternabilidad entre los caudillos. Algunos de ellos se mantuvieron, directa o indirectamente, muchos años en el poder; otros pasaron por períodos breves.

Cuando se estudian los nombres de quienes ejercieron el poder durante el siglo pasado y las primeras décadas del presente, observamos como cinco de estos caudillos: Páez , Monagas , Guzmán Blanco , Castro y Gómez gobernaron más de ochenta años de los primeros cien de nuestra historia republicana

Los comienzos de la República de 1830

La República de 1830 inició su vida independiente en medio de una situación económica, social y política muy precaria debido a las difíciles condiciones en que había quedado el país después de la guerra de independencia y del proceso de disolución de la Gran Colombia . Esta situación estaba enmarcada dentro de los siguientes aspectos:

Población a partir de 1830 “Composición Urbana - Rural"

Venezuela, con un millón de kilómetros cuadrados, contaba con una población que escasamente llegaba a 800 000 habitantes en 1830 y a un 1000000 en 1840. Era una población rural, dispersa en pequeños pueblos, haciendas y hatos. Caracas, el centro urbano más importante, apenas contaba con 50 000 habitantes; y mucho menos las otras ciudades. La escasa población reflejaba la magnitud del precio que tuvo que pagar el país por su independencia. De 900 000 habitantes que tenía en 1810, antes de la guerra, había descendido a menos de 800 000 en 1830 sin tomar en cuenta el crecimiento que debió ocurrir en esos 20 años. La despoblación aparecía, pues, como el primer problema que debía resolver la República. En 1831 el Ministro del Interior, Antonio Leocadio Guzmán, lo planteaba en los siguientes términos:

"No tenemos caminos por falta de hombres; no tenemos navegación interior por esta misma falta; y por ella es pobre nuestra agricultura, corto el comercio, poca la industria, escasa la ilustración, débil la moral y pequeña Venezuela. Todo debemos esperarlo de la población; y hablaré de ella cuanto me sea dable, porque bajo la zona tórrida, al

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