CIUDAD DE MIEDOS
Enviado por Veritas • 22 de Agosto de 2012 • 615 Palabras (3 Páginas) • 527 Visitas
CIUDAD DE MIEDOS
Eduardo Limón Alonso
En 1844, el viajero ingles BRANTZ MAYER escribía a un amigo¨lo extremadamente peligroso que era salir fuera de las puertas de la ciudad solo o sin armas…rara vez iría un extranjero hasta Tacubaya sin ponerse las pistolas al cinto y llevar tras si un sirviente de confianza ¨. Aunque la inseguridad, efectivamente, parece haber variado en 166 años, según lo confirman los hechos que vivimos diariamente. Si ha adquirido una mayor dimensión al extenderse hoy a toda la ciudad: ¿que miembro de alguna familia no ha sido asaltado y que calle de la ciudad no ha sido visitada por la delincuencia?, que pequeño, mediano, o gran negocio y que calle en los alrededores de la ciudad no ha sido presa de asaltos violentos? Casi ninguna familia, colonia, calle, negocio o rincón de esta ciudad se ha librado. Por eso irritan tanto los informes y estadísticas oficiales sobre la supuesta reducción de la delincuencia y hasta las expresiones insultantes del candidato oficial a la gubernatura del estado CESAR DUARTE que tiene como lema de campaña ¡CHIHUAHUA EXIGE RESULTADOS! No solo los exige, sino que los reclama.
La ciudad esta convertida en un espacio lleno de miedos, inseguridades, temores y angustias. La inseguridad es parte ya de las estructuras y las relaciones sociales de nuestra vida. Transitar por la ciudad de día o de noche es acompañarse de un constante temor de ser agredido, asaltado, extorsionado e incluso testigo silencioso de un artero crimen en las calles. Los autos, antiguas burbujas errantes de la seguridad, han sido vulnerados. Nuestros hijos han dejado de usar las calles y los parques libremente, ante la desconfianza permanente de ser robados o secuestrados. El miedo ha invadido el uso público de la ciudad.
Surge una nueva feudalizacion urbana. Varias calles son cerradas por rejas, piedras, montículos de tierra, resguardadas por policías privados; alambrados y alarmas en las fachadas forman parte del enclaustramiento [encierro]; casetas y retenes dominan el paisaje de la ciudad.
Colonias y barrios enteros, antiguos espacios de encuentros y convivencias colectivas, se convierten al anochecer en espacios desiertos, nidos de malvivientes, oscuros pasillos del terror y de vergüenza. Cualquier ciudadano que camina o transita por las calles se ha vuelto un sospechoso.
Predomina la resignación de perder lo material por conservar la vida; o la impotencia de verse desprotegido por la ausencia no de la policía, sino de sus funciones como tal. Brindar seguridad a la ciudadanía no es un problema de más policías sino de tener policías bien “preparados” y mas patrullas no resolverán el fondo del problema, pues solo desplazaran la delincuencia de un lugar a otro, sin que necesariamente se erradique.
Es cierto, la crisis económica ha agravado la inseguridad al incorporar un sector social a la delincuencia; se trata de
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