CONSERVACIÓN DEL AGUA POR LAS FUTURAS GENERACIONES

CONSERVACIÓN DEL AGUA POR LAS FUTURAS GENERACIONES

Al igual que una religión o una ideología, el agua tiene el poder de mover millones de personas alrededor del mundo. Desde el nacimiento de la civilización humana, el hombre ha buscado asentarse cerca a fuentes hídricas que le brinden alimento y sustento para su cotidianidad, estilo de vida y supervivencia. Es un recurso tan vital para el ser humano y su entorno natural que incluso, hoy en día, existen guerras por la misma. Así como hambre, muerte e incluso pobreza. Entonces, será que: ¿habrá suficiente agua para un mundo más poblado mañana?

El agua es el elemento más importante para que el ser humano logre su derecho fundamental universal a “un nivel de vida adecuado para la salud y el bienestar de sí mismo y de su familia” (Artículo 25. Declaración universal de los Derechos Humanos). Sin acceso al agua potable, la salud y el bienestar son imposibles de sobrellevar. Las personas sin suministros hídricos básicos llevan una vida pobre, con pocas oportunidades de brindar un mejor futuro para sus hijos.

No obstante, es tan indispensable para beber, cocinar, lavar, así como para la alimentación, la industria, la energía, el transporte, la diversión, en pocas palabras para toda la vida en general. Y no es sólo que los seres humanos la necesiten; cada uno de los seres vivos depende del agua para sobrevivir.

De igual forma, basta con pensar en lo mucho que los seres humanos dependen del agua potable. El agua es mucho más valiosa que el oro, o ¿se podría vivir una vida sin agua y con oro? Todo el mundo sabe que la superficie de la Tierra está cubierta en un 70% de agua, entonces por qué protegerla. Sólo el 3% de toda el agua es fresca y potable y de ese 3%, el 75% está congelado, lo que deja un total de sólo el 1% de las aguas superficiales de la tierra que está fácilmente disponible para el consumo. Después de tomar en cuenta ese hecho, se puede ver por qué la conservación y la protección del suministro del recurso hídrico es tan urgente.

De allí que, en la actualidad se está al borde de una crisis mundial por el abastecimiento de ésta. Los principales legados del siglo 20: el crecimiento poblacional y las explosiones tecnológicas, han hecho un inmenso desgaste en el suministro del agua. Sin olvidar el inevitable calentamiento global que amenaza con irrumpir con una vida sustentable en la tierra. Cada día más personas carecen de agua potable que hace dos décadas. Las modernas tecnologías han permitido un mayor aprovechamiento del agua en el mundo de la energía, la industria y el riego, pero a menudo a un precio social y ambiental supremamente terrible.

Es así como se utiliza más agua hoy que en un pasado. Con las nuevas tecnologías y las modas, es necesaria la utilización de la misma en cantidades alarmantes. No sólo se poseen cosas que no existían hace cien años, sino que la población se ha venido triplicando sin control alguno. Es importante notar que el suministro de agua no está cambiando ante estos inevitables recorridos de la historia. Al contrario, los recursos hídricos han pasado por el mismo ciclo de reposición desde el inicio de la vida y, además, se está usando (necesitando) más que nunca. Con consecuencias irremediables para un futuro, es hora de asegurar o, por lo menos, retribuir a la naturaleza la conservación de un recurso vital, único y fundamental.

La mayor parte de las soluciones o estrategias a la crisis deben desarrollarse e implementarse a nivel local, desde cada uno de los hogares. Descartando la sobreestimación de su disponibilidad y reconociendo el problema como un asunto social y no solo económico. Las pequeñas correcciones pueden hacer una enorme diferencia, por ejemplo,

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