CONTAMINACIÓN POR METALES PESADOS EN PARAGUANA.
Enviado por JCCRCA • 21 de Septiembre de 2016 • Informe • 2.376 Palabras (10 Páginas) • 270 Visitas
ANTECEDENTES
Fue en 1995 cuando entra en vigencia la Ley de Defensa y Protección del Patrimonio Cultural(LDPPC). Con ella en su artículo 7 Se crea el Instituto del Patrimonio Cultural. El Reglamento de esta Ley determinará la estructura orgánica y las modalidades operativas correspondientes.
Entre 2004 y 2006 el Instituto del Patrimonio Cultural realizó un inventario clasificándolo en cinco (05) secciones:
- Los Objetos
- Lo Construido
- La Creación Individual
- La Tradición Oral
- Las Manifestaciones Colectivas
Censar el patrimonio cultural venezolano es, por su importancia y magnitud, la más grande tarea que ha asumido el Instituto del Patrimonio Cultural en sus veintiún (21) años de existencia (1995-2016) . Se trata de un proyecto cuya conceptualización, diseño y ejecución, dirigido a cambiar los paradigmas culturales y educativos, lo convierte en una estrategia de la nueva gestión que adelanta el Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
El Censo del Patrimonio Cultural Venezolano es el reconocimiento y registro, a lo largo y ancho del territorio nacional, de todas aquellas manifestaciones culturales.
En este contexto fue asumida La Comunidad de Judibana, ubicada en Parroquia Judibana, Municipio Los Taques, Estado Falcón dentro de “Lo Cnstruido” como parte del aservo arquitectónico urbanístico industrial y petrolero, legado que data de la década de los años 1950.
LA ERA JARDÍN
El establecimiento de las transnacionales petroleras Shell y Creole, durante las décadas de 1940 y 1950 es un evento que causa hito en la historia de ocupación del territorio y del desarrollo urbano en la costa occidental de La Península de Paraguaná. Dicho evento, a su vez, forma parte de un proceso que se consolida, en general, en las zonas petroleras del país desde la tercera década del siglo XX. Importantes ejemplos ejemplos de este desarrollo pueden ser observados en estados como Anzoátregui y Zulia. En este contexto resulta relevante el valor testimonial de los asentamientos petroleros de la Comunidad Cardón y Judibana.
Se trata, en efecto, de testimonios de un proceso histórico específico, que se expresa en una determinada tipología urbana. Resulta interesante revisar brevemente la procedencia y las condiciones que determinaron la selección e implantación de dicha tipología. Pedro Romero en su obra titulada “La Arquitectura del
Petróleo”, publicada por LAGOVEN S.A. en Maracaibo, en el año 1997, indica que la localización alejada de los centros urbanos existentes, obligó a las concesionarias extramjeras a la creación de áreas urbanas capaces de albergar a la población indispensable para la explotación petrolera. Los campamentos petroleros constituyen comunidades físicas y conceptualmente cerradas, aisladas funcional y espacialmente de las poblaciones nativas, con una organización interna que refleja fielmente las diferenciación social propia de las relaciones de producción establecidas en la industria. Surgen así dentro del campamente áreas diferenciadas según el nivel de salario o del rol del trabajador en la empresa.
Más adelante este mismo autor indica: “Las experiencias más notorias de las comunidades abiertas fueron las asumidas por la empresa Creole en la Comunidad de Judibana, Falcón 1955”, y la primera fue adjudicada a la Oficina Norteamericana Skidmore, Ewings & Merril. Y fue de la mano de La Arquitecto Natalie De Blois, en ese momento había sólo cinco o seis mujeres en todos los EEUU que trabajaban a pleno en arquitectura, ella perteneció a este selecto grupo, trabajó sobre el diseño de tres de los más importantes edificios empresariales de Nueva York de los años 50 y 60. En sus manos se desarrolló el diseño de Judibana.
En el campito que propiamente se llamaba Judibana habitaban desde el principio del siglo XIX, Don José María Irauzquín y Doña Josefa Torres de Irauzquín. El lugar era un gran hato de chivos en el que trabajaban muchos paraguaneros. Don José y Doña Josefa esran tatarabuelos de Josefina Rivas Contín de Wonsiedler, por muchos años oficinista en la refinería, hoy jubilada.
Antiguamente Judibana era un fundo pecuario en la aldea de Guanadito y ahora es una moderna ciudad en el municipio Los Taques. La voz quiere decir Cerro del Viento. Judi y juri, significan Viento. El escritor coriano Pedro Manuel Arcaya (y otros escritores lo han repetido) dice que Judibana era esposa del gran Cacique Jurijurebo.
La maraña de acero de la Refinería de Amuay había comenzado a tomar forma desde el 7 de mayo de 1946, atraídos por este hecho venía gente de Estados Unidos, Aruba, Curazao, Trinidad y distintos lugares de Venezuela, entre ellos Zulianos, orientales, caraqueños, margariteños, andinos, corianos, paraguaneros, todos imantados por la perspectiva de trabajar en la refinería del petróleo.
Ocho años más tarde, sin que la refinería dejara de crecer y de expandirse en ningún momento, ocurrió un hecho trascendental en Paraguaná: en 1955 se iniciaba, bajo el Plan de Vivienda, la construcción de la primera casa en la nueva ciudad de Judibana.
La primera piedra: La idea de ciudad abierta aparejada a la construcción de las instalaciones de la refinería, fue con la Creole(criollo en nuestro idioma) que se sembró en nuestra comunidad, el acto formal de la primera piedra para la casa inicial ocurre el 13 de mayo de 1955, las invitaciones estaban firmadas por Calvin Cooper, el quinto gerente de la refinería.
La primera vivienda que iba a ser construida en la urbanización pertenecía a Fernando Enrique Lermont Bethermy, contabilista empleado en Amuay, ya en los primeros días de 1950, se construyen y se habitan de inmediato las 331 casas del sector denominado Campo Médico. Conjuntamente con las 235 viviendas de la zona de Los Bloques. El período que va de 1956 a 1966 es el de mayor auge en construcción de casas. Judibana es promocionada como ciudad abierta –al igual que Tamare, su símil urbanístico en Occidente-, lo que quiere decir que cualquier persona, ajena al trabajo de la refinería, puede residir allí o atender un negocio o comercio, lo que tiene mucho éxito.
Judibana nace y crece como la gente, echa raíces y se empina lenta pero progresivamente, a medida que va tomando forma y ambiente y a medida que se va llenando de casas, cuadras, esquinas, plazas, parques y edificios.
Judibana es una especie de tacita de plata, por su tamaño miniatura y de sus excelencias de su mantenimiento que abarca, desde la exuberancia de su arboleda –en un lugar que es desético por naturaleza- hasta la limpieza de sus calles y avenidas.
La fuerte brisa que sopla en Paraguaná hace que se joroben los cujíes, que vuelen los papeles, que se despeine la gente de cabello liso y que se levanten los vestidos de la mujeres. Esta acción majadera de la brisa por aquí se llama brisote y es una suerte y una bendición, si no fuera por ese brisote las cabezas arderían de calor los días de agosto.
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