CORRUPCIÓN - EL TAMAÑO NO IMPORTA

EL TAMAÑO NO IMPORTA

Por Alain Fabrizio

¿Si se pudiera dimensionar los diferentes actos de corrupción que se dan día tras día en nuestro país a nivel local, regional o nacional, diría usted que el tamaño importa? El tamaño no importa, por su naturaleza la corrupción no puede medirse, cada minúscula muestra de este mal que agobia a nuestro Perú contribuye en gran manera a engrandecer lo mal que ya la estamos pasando.

Desde luego sabemos que la corrupción siempre ha existido, pero se extendió a una fase de alta intensidad en la década de los 90 con el gobierno nefasto de Fujimori y su asesor Montesinos y posteriormente con la descentralización que se dio en el país con la creación de los gobiernos regionales y su autonomía económica; es así como el país se empezó a preocupar y poner su atención en cortinas de humos como los psicosociales y programas cómicos y faranduleros.

Convoca.pe, publicó el día 16 de diciembre del 2016 lo siguiente: La constructora brasileña Odebrecht reconoció ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos que entre 2005 y 2014 pagó sobornos a funcionarios peruanos por cerca de 29 millones de dólares para asegurar contratos de obras públicas, se da cuenta de un pago de US$ 20 millones realizado entre 2005 y 2008, es decir, durante el gobierno de Alejandro Toledo y Alan García.

Ex presidentes del país involucrados, presidentes regionales, hablando de casos más notorios como en la región Ancash, Lambayeque y Tumbes. Piura no es ajeno a estos casos, es así que 06 casos figuraron en el mapa de corrupción al año 2016 generando un perjuicio económico de más de 59 millones de soles. En la lista figuran el expresidente regional Javier Atkins, el exalcalde de Sullana Jaime Bardales, entre otros. (diariocorreo.pe del 04 de setiembre del 2016).

Como se puede notar, lo que si se puede cuantificar son las pérdidas cuantiosas que esta lacra de nuestra sociedad produce como daño social, el hacer un trámite con “quebrada de mano” en el municipio de tu distrito o provincia contribuye a llegar al ápice de esta inmunda cadena que inunda nuestro país. La corrupción tiene muchas veces nombre y apellido, pero la justicia es ciega, tan ciega que no lo puede ver, porque hay personas que le “tapa los ojos” al aparato estatal y hace que la justicia no funcione. Aquí y allá, lo mínimo, lo abismal, no hay diferencia, en fin. En corrupción, el tamaño no importa.

...