CRÍTICA ARQUITECTONICA DEL EDIFICIO BIBLIOTECA CENTRAL UNIVERSITARIA DEL ESTADO DE SONORA

INTRODUCCIÓN

Existen muchos caminos a tomar para establecer una crítica arquitectónica como arquitectos con vocación de reflexionar. Pero principalmente, para que esa crítica arquitectónica pueda tener lugar, tiene que existir un hecho arquitectónico que se constituya como objeto de estudio. Siguiendo esta postura, podemos establecer una crítica desde un punto de vista meramente real, documentando y analizando los aspectos visibles de los hechos arquitectónicos existentes.

Los productos arquitectónicos siempre tienen un trasfondo, tanto en sus razones estructurales, estéticas e intenciones directas. Son consecuencias directas de todo lo que influye en el diseño de ellos, porque al igual que sus diseñadores, se encuentran en un lugar y tienen un carácter que proviene del contexto en el que fueron concebidos. Para entenderlas, primeramente se necesita identificarlas y a su vez para hacerlo debemos conocer el contexto y los antecedentes tanto del autor, como de los usuarios y del tiempo en el que se concibe el edificio.

Como el tiempo y en sí todos los acontecimientos que suceden en él afectan al ser humano, también afectan al autor de los diseños arquitectónicos, y de esa manera al uso apreciación del objeto final de estudio.

En el siguiente trabajo analizaremos la biblioteca central de la Universidad de Sonora, diseñada por el arquitecto  Alejandro Puebla, construida en 1990.

Para entender el enfoque crítico analizaremos el edificio, junto con su contexto mediato e inmediato, su gente, las actividades desarrolladas en él, la luz, el aire, el vacío, el lleno. Todo lo que conforma este hecho arquitectónico. A medida que entendamos el edificio como un conjunto de acontecimientos, éste va a ir aportando valores que pueden servirnos para hablar de la disciplina arquitectónica en general, más que para simplemente constituirse como un objeto de estudio aislado.

En este documento realizaremos un ejercicio de participación en la experiencia crítica de la arquitectura, más que en la erudición de la opinión personal. Proponiendo un ejercicio en el que se explore a través de cuestiones generales que atañen a la existencia de la arquitectura como un valor más de las sociedades.

La construcción de la Biblioteca Central se inició en el año 1990, es construida en un área total de 707  metros cuadrados. Nace con la función de proporcionar recursos y servicios documentales  para apoyar las actividades formativas y de actualización de la enseñanza, investigación y difusión de la cultura de los alumnos, maestros e investigadores de todas las escuelas, centros e institutos de la Universidad de Sonora, así como preservar su patrimonio documental. 
Estos servicios se ofrecieron prioritariamente a la comunidad UNISON, y extensivamente, a la sociedad, en el marco de los principios, los valores y los fines de ésta, conforme a las posibilidades y límites que le impone su naturaleza de biblioteca universitaria.

La biblioteca se encuentra localizada es la ciudad de Hermosillo, capital de Sonora, ubicada en el centro del estado a 270 km de la frontera con Estados Unidos y a 95 km de la costa en el Golfo de California. Las principales actividades económicas de la región son la industria, agricultura, ganadería, pesca y comercio. La entrada de la industria aeroespacial está creciendo en la zona y podría ser una gran actividad industrial a nivel nacional.

A finales del siglo XX Hermosillo contaba con un comercio muy fuerte y con una pequeña industria que casi hacía autosuficiente a la ciudad en cuanto a ropa, calzado y alimentos. Su agricultura era floreciente y la producción de harina de trigo, después del Distrito Federal, era la mayor de la República.

En esos momentos México se encontraba en una situación delicada económicamente. Durante el periodo de Carlos Salinas de Gortari la política económica estaba basada en la planeación indicativa, a cargo de la Secretaría de Programación y Presupuesto.

En su sexenio, renegoció la deuda externa reduciéndola en un 26% e incluso, en 1991, se reportó el primer superávit en muchos años. La red de carreteras se reestructuró y se puso en marcha el Programa Nacional de Solidaridad, que se encargó de dotar agua, electricidad, o banquetas a pueblos lejanos de la ciudad.

A nivel internacional se firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y se lograron muchos intercambios comerciales y culturales con diversos países.

La arquitectura de esta década es parte de la modernidad reconocida por el internacionalismo, racionalismo y funcionalismo con el fin de cambiar y mejorar la calidad de vida de la especie humana.  Esta arquitectura no está basada en una tendencia, simplemente se caracteriza porque los arquitectos se auxiliaron de materias como el concreto, acero, cristal usando las tecnologías de esos tiempos.

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