CULTURA POLITICA

PROPUESTA FRENTE A LAS PROBLEMATICAS ENCONTRADAS EN LA FRANJA AMARILLA

Como ciudadanos que hacemos parte de una sociedad, vivimos a diario culpando a los demás de los errores que posiblemente pueden ser nuestros, a veces esperamos que los demás cambien para empezar a cambiar. Es complejo cambiar un gobierno que siempre ha tomado las riendas del país, aunque ello no es imposible. En este sentido, no tiene caso hacer sermones, y buscar culpables cuando nos queda claro parte de nuestra historia expuesto por el autor del Ensayo. Considero que en este momento, es importante reconocer nuestra verdadera identidad, aceptarla y generar sentido de pertenencia, dejar de pensar en el individualismo, luchar por el respeto a nuestro territorio y ciudadanos, de lo que somos, de nuestras raíces y resaltar las riquezas que tenemos, no menospreciarlas ni mucho menos dejarlas en el olvido. Como dice William Ospina “Ningún país podrá construir jamás un orden social justo y equilibrado sino es capaz de reconocerse a sí mismo y de diseñar su proyecto económico, político y cultural a partir de esa conciencia de sus posibilidades y sus limitaciones” porque nosotros aunque un gobierno no nos apoye, ni valore, ni nos brinde las oportunidades que buscamos, somos capaces de construir un proyecto de vida justo, igual, y digno que todos nos merecemos y para lograrlo debemos concientizarnos que lo podemos hacer y unirnos en una voz para ser escuchados. La unión hace la fuerza”. En base a este planteamiento, el primer paso frente a todas estas problemáticas es concientizarnos y

pensar en qué clase de país queremos vivir, si queremos seguir viviendo en un país sin oportunidades, donde la miseria cada vez es mayor, donde la educación y la salud es cada vez más precaria o de lo contrario queremos un país donde hayan mayores oportunidades de empleo con mejores sueldos y condiciones laborales, donde la educación y la salud no sean privilegios de pocos sino un derecho al que todos podamos acceder. Por eso pienso que es hora de que nosotros, los jóvenes, empecemos a hacer parte de las decisiones que se tomen y que nos afectan positiva o negativamente desde cada uno de nuestros contextos, que formemos y seamos los impulsadores de ese nuevo movimiento político, con nuevas ideas, ese proyecto nacional que por tanto tiempo se ha postergado y que se debe convertir en nuestra bandera, siendo participes de esas grandes reformas sociales que con urgencia necesita nuestro país. Cuando empecemos entonces a ser ciudadanos activos, a dejar a un lado la indiferencia y dejemos de pensar que las decisiones y actuaciones le corresponden a unos pocos, a quienes en un momento elegimos, podremos ir acabando poco a poco con ese bipartidismo político que ha afectado a la población colombiana durante muchos años.

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