CULTURA Y FLOKLOR LOCAL TRABAJADOR CULTURAL - MOTIVACIÓN

El folklor, en términos generales, es la forma como se manifiesta la tradición de los pueblos, es decir, que es un concepto que abarca creencias, costumbres y conocimientos de una cultura transmitidos por vía oral. Entendiéndose por tradición oral todos los testimonios orales concernientes al pasado que se han ido transmitiendo de boca en boca. Ahora bien, el folklor de Venezuela es uno de los más ricos y variados. Esas cualidades se deben, sobre todo, a que se trata de un país pluricultural formado por una mezcla de distintos elementos étnicos; y cada uno de ellos ha dado un aporte a la formación del folklor venezolano. Por otra parte, los investigadores del folklore venezolano afirman que no se puede fijar una clasificación rígida del Folklor. Adoptan una clasificación tripartita de folklor material o ergológico, folklor social y folklor espiritual-mental. De acuerdo a lo planteado hasta ahora, se puede aseverar, que el folklor, enmarca un estilo de vida, una idiosincrasia característica de cada lugar, de cada región, de cada localidad. Entonces, es necesario que los habitantes de una nación tengan conocimiento de sus raíces culturales, de modo pues que establezca una relación valorativa entre el presente y el paso, justificando de la mejor manera sus costumbres y modo de vida actual. Es aquí donde radica la importancia de que existan los trabajadores culturales, que se den a la tarea de dar a conocer aquellos acontecimientos del pasado que tienen repercusión en el presente. Por ende, es necesario reflexionar, que los principales trabajadores culturales deben ser los educadores, porque son ellos los que tienen la tarea de orientar y dirigir a un individuo en sus primeros años de vida, a descubrir y redescubrirse como persona, con identidad nacional y regional. De este modo se estará garantizando una seguridad cultural que salvaguarde la integridad de la República, en la medida en que se establezca un celo profundo con aquellas costumbres que se deben rescatar y que debe seguir siendo parte de los ritos habituales. Ahora bien, uno de los entes educativos que debería afincarse en este trabajo, son los de educación superior, más aun si se trata de los formadores de futuros maestros y maestras, tal es el caso de UPEL – IMPM en todos sus núcleos. Y, la manera más idónea que se tiene para que el trabajo cultural tome el auge que se merece, es la motivación, ésta es la que mueve todas las acciones sin necesidad de recibir nada a cambio, sino por convicción propia. Esta convicción va de acuerdo al enfoque que se le esté dando a estas orientaciones, puesto que no deberían estar sólo bajo la figura de “algo que tiene que hacerse”, sino más bien de “algo que es deber de todo ciudadano venezolano”. La motivación se logrará cuando los superiores (Coordinadores Generales), la demuestren, y sean ellos/as quienes contagien esa emoción por la raíces culturales que denotan un patriotismo fiel. De lo contrario,

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