Canto XIII

1) Canto XIII: Segundo recinto del séptimo circulo. Al llegar al bosque, Dante empieza a observar que los árboles que se encontraban ahí eran ásperos y estaban todos anudados, también observo que no había ningún tipo de vegetación ni de frutos. Al seguir caminando, se topan con las horrendas arpías, las cuales eran mitad ave mitad mujer, aquellas arpías posaban sus afiladas y largas garras sobre los árboles, donde los rasguñaban y picoteaban. Dante mientras caminaba empezó a preguntarse que donde se encontraban las almas de los que eran castigados ahí, a lo cual Virgilio le dice que troce una rama de un árbol, Dante entonces quiebra una ramita y escucho que del árbol empezaron a salir lamentos, es ahí cuando Dante se da cuenta de que las almas de ahí se encontraban transformadas en árboles, entonces Virgilio le explica a Dante que aquellas almas eran de las personas que en vida fueron violentos contra ellos mismos y que ahora eran dañados por cualquiera que por ahí se encontrara.

Mientras caminaban por aquellos bosques, Dante empieza a escuchar ladridos que parecían procedentes de una manada de perros, es entonces cuando Dante empieza a buscar que era aquel ruido y de dónde provenía, entonces observa que a unos metros de distancia se acerca velozmente una manada de perros salvajes los cuales perseguían a dos almas que se encontraban huyendo de ellos, las alamas caen fatigadas a unos arbustos donde son devorados por aquellos perros, Dante al observar aquella atrocidad decide acelerar el paso y salir de aquellos lugares.

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