Capítulo 3 Historia de la Sexología

Capítulo 3

Historia de la Sexología

Un tema tan complejo como la sexualidad humana -que día a día se diversifica cada vez más- merece una indagación extensa que abarque todos los puntos de vista posibles en torno al tema. Sabemos que siempre se ha hecho referencia sobre la sexualidad en las artes y muchas manifestaciones culturales; es por ello que, como punto de partida, hablaremos de los primeros pasos de la sexualidad hacia la conformación de una ciencia separada tanto de la psicología como de la medicina.  Todo lo que se sabe actualmente sobre la sexualidad, desde un ámbito científico, ha sido obtenido recientemente ya que los científicos no la habían estudiado hasta principios del siglo XX. Esto se debe a que la ciencia solo limitaba sus estudios a fragmentos de esta temática (anatomía, morfología, etc.) y daban validez a la moral dominante. Toda conducta en contradicción con esa moral era declarada desviada creando así un “tabú”.  A mediados del siglo XIX algunos científicos se interesan abiertamente por el estudio de la sexualidad debido a los cambios sociales que estaban ocurriendo. Una mayor libertad de pensamiento fue posible gracias a 2 vertientes las cuales contribuyeron decisivamente a la creación de este contexto. Estas vertientes lo son el pensamiento liberal y el Movimiento Obrero. Ambas corrientes son críticas con los planteamientos morales “victorianos”, dominantes a finales del siglo XIX y principios del XX. La moral victoriana, denominación tomada del largo reinado de Victoria I, Inglaterra, defendía, en materia de sexualidad, principios muy represivos, heredados de los planteamientos propios de la sociedad estamental.

El liberalismo, como corriente de pensamiento dependiente de la burguesía, que había acabado imponiéndose a la nobleza, tuvo una menor dependencia de los planteamientos religiosos rígidos, e hizo posible la aparición de ideas críticas y más abiertas en torno a la sexualidad.

Dentro del Movimiento Obrero, el cual aparece a 1o largo del siglo XIX como resultado de la toma de conciencia de las contradicciones de la sociedad de clases, que había sustituido a la sociedad estamental, se critica la moral sexual porque se considera que es un instrumento más, en manos de la clase dominante, para someter a los trabajadores. Dentro de esta corriente aparece el movimiento feminista, se hacen numerosas reivindicaciones sociales referidas a la sexualidad y se pretende descubrir el sentido de la regulación social de la misma.

Krafft-Ebing (1840-1902)

Es uno de los primeros investigadores de la sexualidad y se considera el iniciador de la clasificación y sistematización de las variantes prohibidas del deseo sexual. Registró varias desviaciones sexuales en su obra “Psicopatía Sexual”, en el que acuñó el término sadismo, fetichismo y masoquismo. Equiparaba masturbación y homosexualidad a sadismo o masoquismo al considerarlas también como degeneraciones de la conducta normal. Por este autor se puede decir que la sexualidad entra en el campo de la medicina mediante el estudio de las patologías. Su influencia es difícil de valorar ya que toma como criterio científico la moral dominante.

Havelock Ellis (1859 – 1939)

                                                        Médico y profesor ingles que dedicó gran parte de su vida a analizar en qué consiste esa dimensión sexuada de hombres y mujeres. A partir de 1896, comenzó a publicar hasta un total de treinta y dos ensayos reunidos en diferentes volúmenes titulados “Estudios sobre la psicología del sexo”.  Para ello, primero decidió estudiar medicina y obtener un velo de respetabilidad. Nadie que no fuese médico podía hablar de cuestiones sexuales en la Inglaterra victoriana sin enfrentarse a la irrelevancia. Su enfoque, sin embargo, no será el médico al uso, es decir, patológico y normalizador, sino comprensivo. Su intención fue comprender los hechos sin juzgarlos, fomentando una actitud de cultivo. Además, le dio importancia a la sexualidad infantil, ya que entendía que esta tenía una gran importancia en el desarrollo posterior del individuo.

Sigmund Freud (1856-1939)

Médico vienés, fundador del psicoanálisis, mayor influencia en el estudio de la sexualidad humana. Éste se percató que sus pacientes psiquiátricos habían tenido conflictos infantiles de naturaleza sexual. Señaló cómo las primeras impresiones sexuales de nuestro desarrollo, dejan las más profundas huellas en nuestra vida anímica y pasan a ser determinantes de nuestro desarrollo sexual posterior, y que la desaparición real de tales impresiones infantiles obedece a un mero apartamiento de la conciencia (represión). Esta suerte de amnesia de vivencias sexuales infantiles, conduce al hombre a esforzarse por dilucidar el misterio de su sexualidad, recurriendo a intuiciones y conocimientos preconceptuales para intentar darle sentido a su experiencia sexual subjetiva.

Años después de la primera guerra mundial entran en crisis los valores de la era victoriana y se desarrollan nuevas ideas de libertad. Los Cambios socioeconómicos, la influencia del pensamiento socialista, la incorporación de muchas mujeres al trabajo y los movimientos feministas y juveniles contribuyeron en gran medida a este cambio. Mujeres defendieron el derecho de la mujer a vivir la sexualidad, sin que tuvieran que sentirse obligadas a procrear. Estas mujeres no sólo defendieron estas ideas en sus escritos, sino que fomentaron la creación de las primeras clínicas dedicadas a la anticoncepción. Reich y la asociación juvenil Sex-Pol en Austria y Alemania en los años treinta defendieron la necesidad de hacer la revolución sexual como parte fundamental de la revolución social. La sociedad estaba obligada a ofrecer educación sexual. En este período aparecieron también libros en los que se explican abiertamente técnicas sexuales con la finalidad de favorecer el placer en las relaciones sexuales.  

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