Caperucita Roja
Enviado por Holi_2001 • 15 de Mayo de 2014 • 391 Palabras (2 Páginas) • 243 Visitas
NARRADOR: Había una vez una niña llamada Caperucita Roja...
MADRE: La abuelita está en cama enferma. Sé una buena niña y llévale algo de comer, ¿de acuerdo?
CAPERUCITA: De acuerdo, mami. Allí iré con mi canasta.
MADRE: Aquí tienes un pastel, algo de pan y miel.
CAPERUCITA: De acuerdo, mami. Seguiré el sendero del bosque.
MADRE: Sí. Por favor vete directo a la casa de la abuelita y ¡no hables con ningún extraño!
NARRADOR: Caperucita está buscando flores para su abuelita cuando se encuentra con un lobo...
LOBO: ¿Hacia dónde vas, dulzura?
CAPERUCITA: A visitar a mi abuelita que está enferma. Vive en la casa amarilla del otro lado del bosque.
LOBO: ¡No me digas! Déjame acompañarte. Nunca se sabe que puedes encontrar en el bosque.
CAPERUCITA: ¡Gracias! Es usted muy amable, Sr. Lobo.
LOBO: Oh ¡Mira estas hermosas flores! ¿Por qué no recoger algunas? Sabes, a las abuelas les encantan las flores.
CAPERUCITA: ¡Gracias, buena idea! Recogeré unas flores para abuelita.
NARRADOR: Pero mientras Caperucita Roja recogía un hermoso ramo, el hábil lobo corrió a la casa de la abuela y golpeó a su puerta...
ABUELITA: ¿Quién es?
LOBO: Soy yo, tu "deliciosa!... uhhm querida nieta.
ABUELITA: Ah entra, querida. La puerta está sin llave.
LOBO: Hola abuelita. ¡¡¡¡Sorpresa!!!!
ABUELITA: ¡Ohhhh! ¡¡¡¡Socorro!!!! ¡¡¡¡Socorro!!!!
NARRADOR: Pero el lobo se devoró a la abuelita sin vueltas. Luego se puso su gorro de dormir y se metió en la cama. Caperucita Roja golpeó a la puerta...
LOBO: (Ahí llega mi postre...) ¿Quién es?
CAPERUCITA: Soy yo, tu nietecita.
LOBO: Entra, querida. La puerta está sin llave.
CAPERUCITA: ¡Hola! Ohhh, abuelita, ¡¡qué ojos tan grandes tienes!!
LOBO: Para verte mejor, tesoro.
CAPERUCITA: Y abuelita, ¡¡qué brazos tan largos tienes!!
LOBO: Para abrazarte mejor, tesoro.
CAPERUCITA: Pero abuelita, ¡¡qué dientes tan grandes tienes!!
LOBO: ¡¡Para COMERTE mejor, tesoro!!
NARRADOR: Y el lobo se devoró a Caperucita Roja sin vueltas. Estaba tan satisfecho que pronto se quedó dormido y empezó a roncar ruidosamente. Pero un leñador que por allí pasaba se alarmó...
LOBO: (roncando) Grrrrrrr Grrrrrrr sssss...
LEÑADOR: Ese sonido no parece de la abuela. Entraré a ver qué está pasando.
NARRADOR: Y así fue que el valiente leñador entró, mató al lobo que dormía, le abrió la panza y, de un salto, salieron la abuelita y Caperucita Roja...
CAPERUCITA: ¡¡Muchísimas gracias!!
ABUELITA: ¡¡Le estaremos siempre agradecidas!!
LEÑADOR: ¡¡Ese malvado lobo no las volverá a molestar!!
NARRADOR: Caperucita Roja prometió no volver a hablar con extraños nunca más – y
...