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Caracteristicas Del Capitalismo


Enviado por   •  14 de Junio de 2014  •  2.079 Palabras (9 Páginas)  •  219 Visitas

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AMENAZAS DE LA SOBERANÍA NACIONAL.

Qué tienen en común Hong Kong, Singapur, Irlanda, Australia, Estados Unidos de América, Nueva Zelanda, Canadá, Chile, Suiza y el Reino Unido? La respuesta reside en que se encuentran entre las naciones con mayor libertad económica entre las 165 evaluados por la prestigiosa The Heritage Foundation.

En esos países los conceptos de soberanía nacional, empresas estratégicas e industrias básicas no se manejan como en Venezuela. En ninguno de ellos se escucha hablar de empresas básicas o estratégicas que deban manejar los Gobiernos o los Estados por cuestiones de soberanía nacional. Y, hay que decirlo, no es válido el argumento que sostiene que en algunos de ellos existen empresas importantes en manos del Estado, pues esas empresas no obedecen ciegamente al Gobierno de turno, sino a políticas de Estado y a sus ciudadanos. En Venezuela se quiere arropar al país con la bandera de la soberanía nacional para estancar y hacer retroceder la industria petrolera, y para dirimir con estridencia un impasse comercial que debe solucionarse con el contrato firmado entre las partes. (Pacta sunt servanda).

Los liberales vemos la soberanía nacional como un principio irrenunciable. Y vemos la política como la actividad de la que debe traducirse la prudente administración de la República, mediante un Estado limitado, tanto a su naturaleza y propósito, como en capacidad de ejercer sus funciones. Funciones entre las que sin duda estar garantizar la soberanía nacional. Por eso encontramos muy peligrosas implicaciones en el reciente conflicto diplomático entre los gobiernos de Venezuela y Colombia.

Dicho conflicto, nos recuerda a los liberales venezolanos los enormes peligros que implican la adopción, e implementación, creciente de filosofías políticas serviles, que ha sufrido nuestro país por varias muchas décadas. Entendemos los liberales que la soberanía nacional existe para garantizar el derecho de cada pueblo para darse a sí mismo un gobierno limitado, dedicado a proteger la soberanía de cada individuo sobre sí mismo, de cualquier ataque interno o externo. El que los pueblos se den a sí mismos gobiernos que hagan todo lo contrario, sólo será intolerable para el conjunto de la humanidad civilizada, cuando dichos gobiernos alcancen grados de totalitarismo que hagan imposible el que sus propios pueblos los sustituyan voluntariamente. Ese no es aún el caso de Venezuela... Y con el esfuerzo político y pacifico de los propios venezolanos, es posible aún evitar que llegue a serlo en el futuro; sin necesidad alguna de interferencias externas que violen nuestra soberanía nacional. Interferencias que, por lo demás, son capitalizadas internamente en su propio favor, por un gobierno neo-izquierdista revolucionario, que gracias a las mismas se atornilla en el poder, al ser muy poco probable que lleguen a las últimas consecuencias. Y que aún en tan sangrienta hipótesis, lo que pueden sembrar es un odio profundo e irracional... y el inveterado deseo de revancha. Fuentes de guerras civiles y enemigos casi invencibles de la paz y el progreso de cualquier Nación que los padezca.

NUESTRA TRADICIÓN

La tradición liberal se desarrolla en torno a la idea del Estado limitado a sus funciones naturales –legislación, seguridad, justicia y defensa- y nos habla de un Estado fuerte. Fuerte en aquello que le es propio, lo de naturaleza represiva. Inexistente en aquello que no le es propio, lo de naturaleza voluntaria. Limitado no sólo en sus funciones. También en el ejercicio del poder -aún dentro de sus funciones naturales, y muy especialmente en la de legislar- por el respeto de los derechos individuales inalienables a la vida, libertad, propiedad, y expresión libre de la personalidad de que deben disfrutar todos los individuos.

Esa misma tradición , aunque algunos no lo han llegado a ver claramente, es en realidad contraria, no sólo al mal llamado “derecho positivo”, sino a la idea misma de una “soberanía, individual o colectiva originaria” como fuente del derecho, o de un “pacto social” originario. Pues para el liberalismo la soberanía reside en cada individuo... y es irrenunciable. Cada individuo es naturalmente soberano de sí mismo, y su propia soberanía está limitada únicamente por el necesario respeto a la soberanía individual de todos, y cada uno, de los demás individuos.

El Estado debería existir únicamente para proteger la soberanía de todos, y cada uno, de los individuos que actúan bajo su amparo, y dentro de su territorio. La forma en que se elijan, se estructuren e interactúen –entre sí y con los ciudadanos- las instituciones al cargo de la legislación, y las funciones de gobierno, debería responder principalmente a la necesidad de mantener al Estado limitado. Y dado que ninguna de las formas practicadas para ello, hasta la fecha, han sido razonablemente exitosas en el tiempo en tal empeño... Pero unas se han alejado mucho más que otras del objetivo. Tenemos una razonable idea de donde empezar, y en que dirección avanzar, para desarrollar un nuevo modelo de constitución liberal. Si bien la mayor del trabajo ya fue adelantada para nosotros a finales del siglo XX, por Friedich A. Von Hayek, en no menor grado, a lo que significó para el desarrollo del modelo constitucional de la revolución americana, el trabajo intelectual de Charles-Louis de Secondat Baron de Montesquieu para mediados del siglo XVIII

CUATRO AMENAZAS PARA LA SOBERANÍA

Tal modelo necesariamente requiere instituciones capaces de proteger efectivamente la soberanía individual, de todos y cada uno, contra cuatro peligros:

1- El que puede representar la acción delictiva de cualquier individuo, contra la vida, libertad o propiedad, de cualquier otro individuo.

2- El que puede representar la voluntad de la mayoría democrática, o de una minoría poderosa, expresada a través del control ilimitado del poder del Estado.

3- El que pueden representar organizaciones, o instituciones, específicamente orientadas contra la soberanía de algunos individuos, especialmente cuando estos la ejerzan sin violar la de ningún otro.

4- El que pueden representar otros Estados, u organizaciones que asumen todas, o algunas, de las funciones del Estado.

Para contrarrestar tales amenazas:

Unos liberales creen que es posible mantener y aplicar el modelo constitucional desarrollado por los padres fundadores de los EE.UU. depurándolo, de las violaciones contra sus principios, que acumuló con los siglos.

Algunos creen que es necesario eliminar el Estado en la forma que lo conocemos, y sustituirlo por instituciones que presten los servicios de naturaleza represiva

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