Caracterización Psicopedagógica Del Niño Y La Niña De 6 A 12 años
Enviado por fernando15744 • 6 de Mayo de 2013 • 6.940 Palabras (28 Páginas) • 335 Visitas
INTRODUCCIÓN
Los niños empiezan a comprender a la conducta humana como un conjunto de acciones que están influidas al mismo tiempo por necesidades y emociones diversas, y por las relaciones y motivos humanos complejos. Son conscientes también de las consecuencias que pueden provocar ciertas acciones que puedan realizar. Controlan cada vez mejor sus emociones y se dan cuenta de que alguien puede sentir al mismo tiempo diferentes emociones. Significa que los preadolescentes adquieren cada vez mayor sensibilidad y mayor comprensión con relación a las experiencias emocionales de los demás. Son más capaces de reconocer y reformular, o evitar afirmaciones potencialmente ofensivas para respetar los sentimientos de los demás (el niño de once años tiene muchas menos probabilidades de decirnos, comparado con el niño de seis, que nuestra barriga es demasiado gorda, o comentar en voz alta lo feo que parece el abrigo que lleva esta persona, etc.)
Las diferencias individuales se derivan de la experiencia, del entrenamiento, así como de la herencia de cada persona. En lo que sí hay diferencia es en la aparición de los cambios anatómicos y fisiológicos, que al final de la etapa empiezan a aparecer.
La etapa escolar, se caracteriza en lo afectivo, por ser un periodo de cierta calma. La mayor parte de la energía del niño está volcada hacia el mejoramiento de si mismo y a la conquista del mundo. Hay una búsqueda constante de nuevos conocimientos y destrezas que le permitan moverse en el futuro en el mundo de los adultos. El mayor riesgo en esta etapa es que el niño se perciba como incapaz o que experimente el fracaso en forma sistemática, ya que esto va dando lugar a la aparición de sentimientos de inferioridad, los cuales van consolidándose como eje central de su personalidad.
Es importante recordar que los antecedentes genéticos, al igual que la nutrición y el ejercicio pueden influenciar el crecimiento de un niño. La autoestima tiene un enorme impacto en el desarrollo de la personalidad del niño. Una imagen positiva puede ser la clave del éxito y la felicidad durante la vida.
Caracterización Psicopedagógica del Niño y la Niña de 6 a 12 años, con Relación al Desarrollo Biológico
El período de edad que se extiende desde los seis hasta los catorce años se caracteriza por ser una etapa de constante transformación y crecimiento del niño, tanto en las áreas de la conducta como en lo respectivo a lo corporal, por eso debemos tener en cuenta ambos factores y no descuidar ninguno de ellos, ya que ambos inciden en el desarrollo del niño en la actividad, la disponibilidad con que se presenta a las distintas propuestas y las posibilidades reales de llevar a cabo un juego o acceder a la realización de una consigna.
Los diferentes logros que el chico va adquiriendo y los cambios que va sufriendo, afectan inevitablemente a toda persona, tanto sea a nivel socio-afectivo como psicomotor e intelectual. Con respecto a esto, Jean Piaget, desde su postura cognitivista sostiene que toda necesidad surge a partir de un desequilibrio, el cual tiende a que el sujeto lleve a cabo dos actividades: la “asimilación” (incorporar nuevos objetos a sus estructuras ya conocidas) y la “acomodación” (reajustar las estructuras y experiencias previas en relación a los nuevos objetos incorporados). En este interjuego entre asimilación y acomodación , sujeto y objeto se modifican entre sí. Esto da lugar a un nuevo aprendizaje y, por lo tanto, a una nueva adaptación. Debemos tener en cuenta que el aprendizaje siempre se verá favorecido y será más efectivo cuando la interacción entre objeto y sujeto sea atractiva, pues esto estimula la motivación.
Ya hemos explicado que durante el crecimiento se desarrolla una constante modificación en las conductas y en lo corporal. Debido a que estos cambios poseen diferentes características en cada etapa, sería un error explicarlas como simples generalidades de los niños de seis a catorce años, por eso desarrollaremos específicamente las características psicopedagógicas y el desarrollo motor del niño en cada ciclo del EGB, y cómo éstas deben interaccionar en la clase de Educación Física.
Primer Ciclo (6 a 8 años)
En este período el niño se encuentra atravesando la transición de la inteligencia preoperatoria a la operatoria concreta. Es decir que está adquiriendo una estructura lógica de pensamiento y consolidando la capacidad de abstraer. En esta etapa el niño comienza a formarse con una postura mas “socializadora” ya que puede disociarse de los demás. Comienza a romper con los esquemas egocéntricos, dando lugar a una cooperación incipiente, al surgimiento de la noción de grupo, a una colaboración efectiva y a un intento de cohesión grupal. Por eso es el momento ideal para la implementación de los juegos por equipos, dado que es importante generar espacios para poner en práctica la capacidad de organizarse, repartir tareas, asignar roles y responsabilidades. A partir de esta etapa se pueden realizar juegos de relevos, principalmente simples. Esta capacidad creciente en los niños de colaborar y acordar con otros nos permite proponer espacios en los cuales ellos puedan crear e inventar sus propios juegos y comenzar a organizarse con sus pares. Debemos tener en cuenta que el juego no sólo tiene como fin la capacidad socializadora, ya que a través del mismo los niños aprenden a jugar, a respetar reglas, adecuarse a los espacios y a interaccionar con los demás teniendo en cuenta estas variantes. El proceso en que los niños serán capaces de cooperar y acordar con otros será gradual e irá desarrollándose desde las acciones individuales, a las de colaboración con los demás y al posterior juego por bandos.
A partir de la capacidad de diferenciación de sí mismos respecto a los demás, decae la moral heterónima, en la cual las normas, respetadas con sumisión, aparecían como una obligación externa e impuesta por otros. En su lugar rige una moral autónoma que le permite al sujeto comprender el valor de las normas y su fundamentación. A partir de esto el niño comienza a manejarse sin necesidad alguna de mediación por parte de los adultos.
Esta descentración que se inicia hacia los seis años y cuyo soporte es el cuerpo, le permitirá ubicarse en principio, con los objetos estáticos, y posteriormente, en relación a los demás en movimiento. Es a partir de su relación e identificación con los demás que el ser se descubre y se construye.
En esta etapa, la estructuración del espacio y el tiempo se realiza a partir de experiencias vividas y de actos inteligentes. Hasta los siete años la actividad lúdica por excelencia es el juego simbólico. A partir de los siete años su sed de realismo
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