Carta Al Evasor De Impuestos
Enviado por esteffyta • 22 de Febrero de 2013 • 416 Palabras (2 Páginas) • 3.620 Visitas
Carta abierta a un gran evasor de impuestos
Disculpe, en primer lugar, que esta carta no tenga encabezamiento. No le conozco, ni siquiera se si es hombre o mujer, si actúa solo o en compañía de otros, incluso desconozco si esos otros que revolotean a su lado, son empleados de alguna de sus propias empresas o funcionarios de otras, directivos de cierto nivel y bancarios de grandes cuentas, políticos empeñados en ocultarle o gobernantes que se jactan de gozar de su amistad sebosa.
Supongo que muchos de los que forman su círculo de aduladores se levantarán, respetuosos, diligentes, al verle entrar por la puerta, le cederán el sitio en el ascensor, en la iglesia, en la cola del teatro o en la barra del club y le darán los buenos días aunque no lo sean para ellos, y le preguntan por su salud, alegrándose de que le vaya bien, aunque tengan los pulmones encharcados de sangre, esperando solo que de su mano caiga alguna prebenda.
Lo único que se de Vd., ignorando todo lo demás, y aunque no pueda ponerle cara, ni nombre, ni cuantía, es que Vd. evade impuestos. Muchos. Porque Vd. es un gran evasor de impuestos.
Fíjese lo poco que conozco de Vd. que ni siquiera se si esta acción la realiza disimulando beneficios, engordando las cajas b o engrosando los contenidos de las cajas fuertes en la que va acumulando dineros, joyas y objetos de gran valor en el mercado de las artes simbólicas, como resultado de la parte que no declara de las operaciones que realizan sus empresas, sus lucrativas actividades.
Más lucrativas aún, ahora que la competencia es menor, que el país se está hundiendo en el fango de la miseria.
Y, aunque pueda suponerlo, no se si ese patrimonio sobre el que se asienta, gigantesco para mentes acostumbradas a llegar a fin de mes conviviendo con deudas, lo ha conseguido a base de centralizar una buena cantidad de las ventas de su entramado empresarial en paraísos fiscales, o si lo que acumula es el fruto infeliz de las enseñanzas extraacadémicas de sus diligentes contables que, con el auxilio de empresas sin actividad real, y la generación sistemática de facturas falseadas, han creado una estructura de fantasía que le permite aumentar a discreción los gastos ficticios, pero escrupulosamente anotados, de sus empresas aparentes, para alzarse con montones de dineros opacos, tan frescos, contantes y sonantes, y que habrá puesto a buen recaudo, sangrando el flujo económico que atraviesa su bien engrasado sistema de evasión de impuestos.
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