Carta a un niño con cancer.

Carta a un niño con cáncer

Esta carta es muy emotiva, es la explicación no solo para un niño, para toda persona una idea de lo que es morir, nos recuerda que todo en la vida es un ciclo, las estaciones, el día y la noche, las flores, etc.

Es una invitación para reflexionar sobre lo que es la muerte, como concientizar sobre ella, pero principalmente sobre lo que es la vida, sin vida no puede existir la muerte, estamos en este mundo para “vivir”  podemos, como bien hace la doctora Elizabeth, compararlo como el proceso de la escuela, vamos y cursamos varios grados, en cada uno de ellos, tenemos que vencer obstáculos, igual pasa en la vida diaria, día con día es un ciclo de problemas y buscar soluciones, de adquirir conocimientos y de aprender de las experiencias. Estos ciclos forman parte de uno más grande que es nuestra propia existencia y el cual deja de girar cuando llega la muerte.

Pero parecería que muchos tienen, injustamente, un ciclo de existencia muy corto, que parecería que no se le permitió vivir todas las experiencias y aprendizajes que la mayoría puede obtener, como los niños con cáncer, aquellos a los que aparentemente se les negó la oportunidad de tener más “vida”. Sin embargo, en esta carta, se nos recuerda que la muerte, es dejar atrás todo lo terrenal: el cuerpo, los dolores, el miedo y la tristeza, para llevarnos solo lo esencial que es el alma y poder llegar a un lugar que como bien dice el texto “rodeados de todo el amor que podamos llegar a imaginar”.

Personalmente creo que es una carta bastante emotiva, que nos ayuda a recordar nuestra propia mortalidad, además de darnos una reconfortante explicación sobre el proceso de la muerte.

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