Casa De Muñecas
Enviado por peyuko • 8 de Agosto de 2011 • 1.872 Palabras (8 Páginas) • 952 Visitas
Desde luego es Nora el personaje principal de la obra. Nunca vivió sola, pasa del cuidado de su padre directamente al de su marido. Es impulsiva y materialista. No le importa mucho el daño que podría causar a otra gente, por ejemplo prestándose dinero y no poder devolverlo. Lo expresa con un `Quién piensa en ellos! Son personas extrañas.' en el primer acto. Muestra poca experiencia al tratar con la gente, poco tacto. Cuando entra la Sra Linde, Nora sabe que está sola, sin trabajo. Sin embargo empieza a hablar de la fortuna que les tocó, lo felices que se sienten. La frase: `Es algo maravilloso eso de poseer dinero y verse libre de preocupaciones, verad?' en el primer acto es como si se burlara de la Sra Linde. Nora piensa que todos la subestiman, cuando dice: `Eres lo mismo que todos los demás. Todos estáis convencidos de que no valgo para nada serio ...'. Es porque no pudo realizar nada por si misma en su vida, siempre fue guiada por su padre y luego por su marido. Igualmente en la conversación con la Sra Linde en el primer acto, cuando luego le revela su secreto, como para demostrar lo contrario.
A veces tiende a presumir un poco, cuando por ejemplo habla con Krogstad y dice: `Como puede suponer, una tiene algo de influencia...' Sin embargo eso se vuelve contra ella y pronto desea no haberlo dicho.
Es interesante su reacción ante el Doctor Rank. Cuando decide pedirle un favor, sabe que el Doctor siente algo más por ella que simple amistad. Sin embargo, cuando el Doctor Rank se le declara, ya no piensa en revelarle ningún secreto, quizás por temor a que podría chantajearla luego, igual que Krogstad, en este caso para recibir su afecto.
Nora evoluciona durante la obra. De un juguete para su marido se convierte en una mujer madura, que piensa, y afronta la realidad. En el clímax de la obra al final del tercer acto, Nora se ve enfrentada a Torvaldo, quien descubrió su secreto. Primero piensa en que Torvaldo querrá salvarla: `Tú no vas a llevar el peso de mi falta. No debes hacerte responsable de mi culpa.' Hasta piensa en suicidio como única salida. Pero luego se da cuenta de que Torvaldo sólo se interesa por su propio bien, su propio daño, y ni un momento pensaría en cubrirla. Es cuando decide abandonarle. Ve todo lo que le faltaba en el matrimonio, como la trataba su marido, hasta su padre. Toma una decisión difícil pero firme. Explica su posición de esta manera:
`Nunca me quisisteis. Os divertía el capricho de jugar con la niña.' `Cuando vivía papá, él me manifestaba todas sus ideas, y yo las seguía. Si tenía otras diferentes, me guardaba muy bien de decirlo, porque no le habría gustado. Me llamaba su muñequita, y jugaba conmigo, ni más ni menos que yo con mis muñecas.' `Pasé de manos de papá a las tuyas. Tú me formaste a tu gusto, y yo participaba en él ... o lo fingía. Cuando ahora miro hacia atrás, me parece que he vivido aquí como una pobre al día. Vivía de hacer piruetas para divertirte, como tú querías. Tú y papá habéis cometido un gran error conmigo: sois culpables de que no llegara a ser alguien.'
Aquí culpa a Torvaldo y su propio padre de que ella no llegara a ser alguien. Pero realmente es ella la culpable, en no darse cuenta antes, de no aceptar su dependencia. Ella se dejó guiar por los hombres, no intentó manifestarse, hasta ahora. Claro que los dos tienen parte de la culpa, pero la otra la tiene ella misma.
Nora abandona a parte de su marido a sus hijos. Algo impensable para muchas madres. Como puede una mujer abandonar a sus propios hijos? La respuesta nos la da Nora: `Qué preparación tengo para educar a los niños? Es una labor superior a mis fuerzas. Hay otra de la que debo ocuparme antes. Debo procurar educarme a mí misma.' Nora no se conoce a si misma. Necesita averiguar quién es realmente, cuáles son sus prioridades, sus valores. Entonces puede transmitirlos a sus hijos.
Otro clímax de la obra es la situación en el segundo acto, cuando Torvaldo quiere abrir el buzón del correo y Nora intenta impedírselo
Torvaldo es el marido de Nora. Al principio de la obra le ascienden al director del banco. Se ha ganado lo que tiene con sus propias manos, trabajando duro. Él se ve como el alimentador de la familia, pasa la mayor parte de la obra y probablemente de su vida en el despacho de su casa, ni siquiera se ocupa de los niños. Le preocupa mucho la moral, así como la opinión de los demás sobre él y su familia. Cuando Nora le menciona a Krogstad Tovaldo le expone las razones por las que no podría trabajar con él: `Ha falsificado firmas ... Una atmósfera de falsedad contamina irremisiblemente el hogar. Cada vez que respiran, los hijos se contagian de gérmenes malsanos'. Su expresión en este caso es un tanto exagerada. Quizás sea para mostrar claramente que jamás aceptaría una mentira, aunque fuese por salvarle la vida. Los espectadores conocen el secreto de Nora, saben que falsificó una firma para conseguir el dinero. Ibsen quiere mostrar el drama del asunto, resalta que Torvaldo está decididamente en contra de cualquier engaño, sea por lo que sea. Se podría suponer que cuando se trate de su mujer, a la que ama, cambiaría de opinión, pero no es así.
Trata a Nora como a una muñequita, piensa que
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