Caso Mcdonalds Burguer King.

 Ensayo “Estrategias de Mercado para proteger los Derechos de Propiedad”

El texto comienza con una frase que induce inmediatamente a pensar que la legislación no en todas las ocasiones sirve para ciertos efectos: “La legislación muchas veces no es la mejor defensa contra el robo de la propiedad privada”. Evidentemente existe una debilidad en este ítem, y si lo pensamos racionalmente el problema no radica en la legislación por sí misma, sino que en la floja aplicación de la ley, sanciones débiles, leyes llenas de vacíos, etc.  Entonces la declaración inicial debería ser más precisa para señalar que la legislación carece de aspectos y contiene vacíos (tal como se han presentado hasta el día de hoy) que se vuelven verdaderas filtraciones a la ley. Otro punto importante antes de continuar es señalar que tampoco,( de manera general)  podemos estar sujetos exclusivamente a la legislación para todo, el margen en este sentido debe ser administrado de una forma eficiente que permita el beneficio de la libre competencia.

Para no desviarnos del texto, escrito en el año 2004, en el día de hoy continuamos con incertidumbre respecto a la forma más segura de evitar que nos copien, considerando la importancia que tiene la propiedad intelectual, y que forma parte de la riqueza corporativa de una empresa. Cuesta más producir una primera copia que lo que cuesta reproducirla. Y en esto los autores del texto son claros y enfáticos: es una realidad que no está permitido obviar, y que deja entrever ciertos flancos no cubiertos por ámbitos legales los cuales parecieran estar aceptados dentro de las reglas del juego. Esto es lo que yo entendería y temería, al igual que muchas empresas, de incursionar en sectores más “desprotegidos” en este ámbito.

El copyright, o derechos de autor, protegen la expresión de una idea y no la idea en sí. Esto se traduce en que el control de las “copias” se hace inviable y difícil de contener, exponiéndose el autor o propietario ante posibles modificaciones que pueda tener el producto en cuestión. Pensando en las empresas, y así lo señala el texto, en algunas ocasiones son los mismos clientes que realizan copias (en la industria audio musical por ejemplo) para su propia beneficencia y aun cuando no tiene fines de lucro, fácilmente puede volverse en una actividad ilegal; en otros casos los mismos clientes son fieles a un ejecutivo de atención (como puede ocurrir en la banca de inversión) y ante un movimiento o cambio de ejecutivo los clientes lo siguen a él y no el servicio que pudiese entregar el Banco. Entonces el derecho de propiedad bien poco sirve en estos ejemplos.

Los autores del texto transmiten muy bien este sentir, y saben llevar el caso a varias industrias, concluyendo que ni siquiera las tecnologías son lo suficientemente efectivas para erradicar el riesgo de que nos copien. El esfuerzo que conlleva estar reaccionando sistemáticamente ante estas situaciones es costoso y desgastante, y es aquí donde las empresas deben asumir el protagonismo para enfrentar este desafío constante, pero modificando el pensamiento y mirando oportunidades que permitan posicionarse en el mercado, haciendo uso de la gestión empresarial. Estoy de acuerdo con lo que plantean los autores del texto, que en definitiva proponen estrategias de mercado cuyo objetivo es enfrentar la “piratería” construyendo ventajas competitivas sobre los rivales y la industria, con el fin principal (original al menos) de proteger la propiedad intelectual y de paso idealmente, en forma natural, empujar el posicionamiento de la empresa. Es una forma de reinventarse observando y analizando  el riesgo que existe si es que no innovo para enfrentar las debilidades de la legislación sobre la propiedad intelectual.

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